Centro y Suramérica son las segundas regiones más afectadas a nivel mundial por la enfermedad hepática crónica. Las muertes globales por enfermedad hepática crónica pasaron de 899.000 a 1.32 millones en 18 años. Aunque existen teorías de un efecto protector del café sobre la progresión a enfermedad hepática crónica, poco se conoce sobre los aspectos relacionados a la cantidad y preparación que muestran beneficio según la evidencia.  La prevalencia de la enfermedad hepática crónica ha ido en aumento, especialmente en países de bajos y medianos ingresos en los cuales las opciones terapéuticas también son limitadas: a nivel mundial, los años de vida ajustados por discapacidad perdidos por enfermedad hepática crónica aumentaron de 30.5 millones a 41.4 millones, desde 1990 hasta 2017. Algunos estudios clínicos han encontrado una relación inversamente proporcional entre la ingesta de café y el desarrollo de la condición, pero no se conoce con exactitud qué tipo o cantidad de la bebida podría considerarse como intervención. Biobank, del Reino Unido, es un estudio clínico prospectivo longitudinal a gran escala diseñado para identificar determinantes genéticos y conductuales de resultados en salud. Para este estudio de cohorte, los investigadores usaron datos de 495.585 individuos de Biobank, a quienes hicieron seguimiento durante una media de 10.7 años para evaluar el desarrollo y progresión de enfermedad hepática crónica. De los participantes, 78% consumía café -instantáneo o molido- o descafeinado, mientras que 22% no consumía ningún tipo de café. Entre los hallazgos: <ul><li>En la investigación hubo 3600 casos clínicos y 301 muertes por enfermedad hepática crónica; 5.439 casos de enfermedad hepática crónica asociada a esteatosis, y 184 casos de carcinoma hepatocelular.</li><li>En comparación a los que no tomaban café, los consumidores de cualquiera de los tipos de café estudiados tenían:<ul><li>21% menos riesgo de desarrollar enfermedad hepática crónica;</li><li>20% menos riesgo de desarrollar hígado graso;</li><li>49% menor riesgo de morir por enfermedad hepática crónica.</li></ul></li><li>El beneficio se limitó al consumo de 3 a 4 tazas por día, no observándose diferencias significativas en las personas que tomaban mayor cantidad que esa.</li></ul>Los autores postulan que el beneficio podría deberse a los compuestos Kahweol y Cafestol, los cuales han mostrado proteger contra enfermedad hepática crónica en modelos animales. Estas suposiciones se basan en la observación de una mayor reducción del riesgo en el grupo que consumía café puro molido, el cual contiene más cantidad de dichos compuestos en comparación al café instantáneo y el descafeinado.  Las etiologías más comunes de enfermedad hepática crónica son la enfermedad alcohólica crónica, infección crónica con hepatitis B y C, y enfermedad de hígado graso no alcohólico, que llevan eventualmente a fibrosis y cirrosis. El efecto protector podría deberse a que la cafeína es un antagonista no selectivo del receptor A2aA, activación del cual estimula la producción de colágeno por células hepáticas, las principales mediadoras de la fibrosis.  El presente estudio clínico arroja luz sobre la posibilidad de crear estrategias preventivas a nivel mundial basadas en el consumo de café, una bebida muy popular en algunas sociedades, y accesible económicamente para las regiones más impactadas por enfermedades hepáticas crónicas.  También le podría interesar: <a href="https://www.docred.com/noticias/noticia-medica-antidepresivo-tratamiento-medico-cancer" target="_self">Un antidepresivo podría servir como inmunoterapia para cáncer</a>

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Tomar café podría reducir riesgo de enfermedad hepática crónica 

El estudio clínico más grande hasta el momento evidencia que el consumo de café podría proteger contra la enfermedad hepática crónica. Los detalles, acá. 