La retinopatía diabética es una patología neurovascular, considerada una de las complicaciones microvasculares de la diabetes mellitus. Es reconocido el papel del estado proinflamatorio y de la angiogénesis no controlada en la fisiopatología, los cuales han sido la diana de las terapias actuales. La arginasa 1, en su forma pegilada (PEG-Arg1), ha demostrado disminuir la neuroinflamación al agotar la concentración de L-arginina en modelos de ratón. Se requieren estudios clínicos que permitan esclarecer los mecanismos fisiopatológicos responsables de estos resultados.

<h3>¿Qué es la retinopatía diabética?</h3>La retinopatía diabética (RD) es una complicación microvascular común de la diabetes, <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-suplementacion-con-zinc-mitiga-las-complicaciones-diabeticas" target="_self">causada por hiperglucemia</a>, hiperlipidemia y estrés oxidativo,1 que afecta a muchos pacientes con diabetes tipo 1 y tipo 2 y se caracteriza por inflamación, formación de especies reactivas de oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés) e hipoxia.1Tal estado es inducido por una elevada producción de citoquinas, entre otros factores proinflamatorios y proangiogénicos,2 que conduce a alteraciones (oclusión y falta de reparación) en el flujo sanguíneo retiniano,2 aumento del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF)1 y neovascularización retiniana patológica (RNV, por sus siglas en inglés).2 En la RD temprana se ha demostrado que la activación de la microglia (también desencadenada en el estado inflamatorio) desempeña un papel fundamental, que resulta en la ruptura de la barrera hematorretiniana (BHR).3<h3>¿Cómo tratarla?</h3>La RD (reconocida como una enfermedad neurovascular) es la principal causa de discapacidad visual en adultos en todo el mundo,3 por lo que <a href="https://www.docred.com/guias/gu-guia-practica-clinica-retinopatia-diabetica-2019-1" target="_self">resulta necesario desarrollar terapias</a> para prevenir, limitar o revertir la lesión y promover su reparación.1, 2 Sin embargo, los tratamientos actuales están dirigidos a las etapas avanzadas de la enfermedad.1La fotocoagulación panretiniana con láser, por ejemplo, tiene un riesgo considerable y sus requisitos técnicos limitan la accesibilidad.1 Los agentes anti-VEGF son de los pocos fármacos aprobados para el tratamiento del edema macular y la RD proliferativa.1 Estos agentes se administran mediante inyección intravítrea con éxito variable y se asocian con baja adherencia, un aumento transitorio de la presión intraocular y un mayor riesgo de endoftalmitis.1Estudios previos han encontrado una mayor expresión de una enzima del ciclo de la urea, la arginasa, que hidroliza la L-arginina en urea y la L-ornitina.1 Tiene dos isoformas, la 1 (Arg 1, que es citosólica) y la 2 (que es mitocondrial), con mecanismos de acción similares.2 En el endotelio vascular, la diabetes promueve una mayor expresión de Arg1, lo que reduce la biodisponibilidad de L-arginina para la producción de óxido nítrico y provoca contracción vascular y trombogénesis.1<h3>La noticia</h3>Se ha demostrado que la Arg1 es neuroprotectora.1 Varias investigaciones han evidenciado los efectos del tratamiento sistémico e intravítreo con la Arg 1 recombinante unida covalentemente a polietilengicol (PEG-Arg1) en modelos murinos de lesión por isquemia/reperfusión del nervio óptico.1 Un estudio encontró que la PEG-Arg1 posee una vida media significativamente prolongada en comparación con la enzima nativa, y su administración en ratones restaura la integridad de la BHR, reduce el estrés oxidativo y la inflamación y suprime la activación de la microglía.1,3Otros estudios han evidenciado que el tratamiento con esta forma pegilada limita la lesión neuronal, lo que evidencia su función protectora para delimitar la lesión neurovascular;2 mejora la reparación vascular, inhibe la RNV patológica y reduce la tortuosidad vascular. Esto se asocia con una preservación de la función retiniana ya que mejoró la agudeza visual de los ratones examinados, después de alcanzar la edad adulta.2<h3>Para el futuro</h3>El fármaco PEG-Arg1 se está probando en ensayos clínicos de ciertos cánceres dependientes de L-arginina.2 Se ha demostrado que es seguro y bien tolerado en humanos, y esto lo hace prometedor para varias enfermedades.2 Sin embargo, se requieren más estudios para puntualizar los mecanismos responsables de ralentizar o detener la progresión de la RD.1 Una posible explicación se relaciona con su impacto en la expresión y actividad de la enzima óxido nítrico sintasa inducible (iNOS, por sus siglas en inglés).1 Se ha investigado ampliamente el papel de los niveles elevados de iNOS en la fisiopatología de la RD.1La evidencia actual reporta el beneficio antiinflamatorio de la depleción de L-arginina mediante el uso de PEG-Arg1 en el contexto de la neuroinflamación asociada a la diabetes1 al mejorar la angiogénesis reparadora y promover la supervivencia neuronal.2 Esta molécula representa una terapia novedosa para atacar la lesión neurovascular en las diversas formas de retinopatía isquémica.2El papel de la microglía en la aceleración de las lesiones vasculares también ha sido ampliamente investigado.3 Una gran cantidad de evidencia demuestra que una secreción excesiva de citoquinas y el aumento de la fagocitosis han estado involucrados en la fisiopatología de la RD.3 Otras moléculas (como la melatonina) también podrían promover la transición de un estado proinflamatorio a uno antiinflamatorio, mediante la regulación del metabolismo energético y la restauración del equilibrio de ROS en las mitocondrias.3<h3>Finalmente</h3>El creciente número de pacientes con diabetes y acceso limitado a las terapias estándar para el tratamiento de sus complicaciones impulsa la búsqueda de tratamientos novedosos y asequibles.1 La evidencia respalda que el agotamiento de la L-arginina con PEG-Arg1 es efectivo para reducir la inflamación y el estrés oxidativo, restaurar la integridad de la BHR y mejorar la agudeza visual.1 Este fármaco administrado sistémicamente puede cruzar la BHR hacia la retina, sobre todo en áreas disfuncionales de la barrera, por lo que podría usarse sin necesidad de una administración intravítrea y eliminar el requisito de personal capacitado para suministrar el tratamiento, con menos riesgo de daño.1Comentario editorialSe debe resaltar el papel de las nuevas tecnologías recombinantes en el desarrollo de moléculas con aplicación clínica prometedora, no solo para el tratamiento, sino también para la prevención de patologías como la RD, que representan una gran carga física y mental para los pacientes y económica para los sistemas de salud.

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Poderosa enzima podría prevenir la retinopatía diabética

Una proteína recombinante puede ayudar a disminuir la inflamación neurovascular en la diabetes. Ingrese y lea la noticia completa.