La carga de enfermedad cardiovascular está alcanzando el 16% de los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) en países de bajos y medianos ingresos y es la principal causa de muerte en el mundo. La detección temprana de estas entidades se considera la mejor opción entre las intervenciones disponibles. Para esto, una alternativa es estimar el riesgo a través de biomarcadores. La secretoneurina (SN) es un péptido novedoso, prometedor en la estimación del riesgo de arritmogénesis, la incidencia de síndrome coronario agudo y la progresión de la insuficiencia cardíaca.

Las graninas son proteínas esenciales para la clasificación y empaquetamiento de hormonas en la vía secretora.1 En general, son conocidas por su capacidad para unir calcio1 y han sido ampliamente estudiadas como factores neuroprotectores y cofactores de reacciones inmunitarias e inflamatorias.1 Antes de que la SN fuera identificada como un biomarcador potencial, el valor pronóstico de las cromograninas A y B se estudiaba en condiciones similares, con resultados muy variables.1, 2En la mayoría de países de bajos y medianos ingresos, <a href="https://www.docred.com/noticias/noticia-medica-medicamento-reduce-riesgo-falla-cardiaca-diabetes" target="_self">la carga de enfermedad cardiovascular</a> está alcanzando el 16% de los AVAD,3 por lo que el diagnóstico oportuno de la hipertensión, la diabetes y el riesgo cardiovascular se considera "la mejor opción" entre todas las intervenciones esenciales.3 Al considerar la evidencia disponible, un biomarcador útil idealmente debería:1<ul><li>Proporcionar información independiente sobre riesgo y pronóstico</li><li>Dar cuenta de una proporción significativa del riesgo identificado</li><li>En el mejor de los casos, ser útil para estratificar la enfermedad o alteración en categorías clínicamente relevantes</li><li>Ser reproducible con baja variación entre muestras, alta sensibilidad y especificidad</li></ul><h3>La noticia</h3>Una revisión publicada por el Hospital Universitario de Ostrava, en República Checa, encontró que la SN puede ser un nuevo biomarcador con potencial para predecir eventos arrítmicos y la progresión de insuficiencia cardíaca.1 Actúa a través de una vía diferente a las del péptido natriurético y la troponina y se cree que sus principales efectos están mediados por la quinasa II dependiente de calmodulina (CaMKII),1 aunque pudieran estar involucradas otras vías celulares.1 Es probable que haga parte de un mecanismo compensatorio relacionado con la regulación anormal del calcio1 y vale la pena estudiarla en diferentes fases de la enfermedad.1<h3>Aplicabilidad clínica</h3>En concentraciones exponenciales (10x), la SN inhibe la CaMKII en un 20-30% y ejerce su efecto uniéndose a la calmodulina.1 Esta actividad conduce a una disminución del riesgo de arritmia ventricular1 y, curiosamente, también puede ejercer un efecto antiapoptótico en las células endoteliales.1 En el infarto agudo de miocardio, la SN también parece actuar como estimulador endógeno del factor de crecimiento del endotelio vascular e inducir angiogénesis.1 Sin embargo, en contraste con estos beneficios, la SN podría desencadenar la migración selectiva de monocitos y fibroblastos y de esta manera potenciar la respuesta inflamatoria que conduce a la aceleración de la aterosclerosis.1Las mediciones de SN en plasma se han realizado con diferentes métodos,1 como radioinmunoensayo, biosensores, etc.1 En la actualidad, el método predilecto es el ELISA, y la mediana de las concentraciones plasmáticas es de 38 pmol/L en mujeres y de 33 pmol/L en hombres.1 Dada su actividad biológica y la amplia gama de efectos, la SN tiene una utilidad clínica potencial en cardiología como biomarcador de insuficiencia cardíaca/riesgo arritmogénico, como marcador de actividad tumoral de células neuroendocrinas y como marcador de inflamación.1<h3>Paro cardíaco extrahospitalario</h3>Otra situación que se ha estudiado es el paro cardíaco extrahospitalario (OHCA, por sus siglas en inglés).1 Usando muestras de plasma secuenciales, los niveles plasmáticos más altos de SN se observaron durante las primeras 6 horas tras un OHCA,1 que en las siguientes 24 horas cayeron al rango normal.1 La incidencia promedio de OHCA de presunta causa cardíaca es alta, con 55 casos por cada 100 000 personas/año.2 Esto significa que la SN podría predecir la mortalidad, además de los factores de riesgo clásicos (incluida la edad),1 sin que se vea afectada por el sexo, lo que sugiere que se puede aplicar por igual a hombres y mujeres.2<h3>En perspectiva</h3>La SN parece ser un marcador pronóstico1 que añade información más allá de la que proporcionan marcadores clásicos (troponinas y péptidos natriuréticos) de lesión y sobrecarga cardíacas,1 con potencial para ser ampliamente aplicado en medicina cardiovascular. También es probable que sea útil más allá de situaciones que involucren el sistema cardiovascular.1Comentario editorialLos biomarcadores novedosos revolucionan año tras año la medicina, en especial por su rendimiento pronóstico. Es importante tener en cuenta las indicaciones precisas en el caso del riesgo cardiovascular (insuficiencia cardíaca, síndrome coronario agudo y arritmogénesis), a fin de orientar correctamente el enfoque diagnóstico y terapéutico en estos pacientes. Tampoco se deben olvidar las características con las que debe contar un biomarcador, para que sea considerado de verdadera utilidad.

Medicina Interna

Cardiología

Medicina Familiar

Docred

Nuevo neuropéptido podría ser útil en el diagnóstico de arritmias

La secretoneurina tiene potencial en cardiología como biomarcador en insuficiencia cardíaca y riesgo arritmogénico. Lea aquí la noticia completa.