El índice de masa corporal (IMC) es una de las métricas más empleadas para evaluar la gravedad del sobrepeso y la obesidad. Se cree que un IMC alto se asocia con un mayor riesgo de eventos adversos, aunque muchos estudios reportan que pacientes con valores de IMC similares pueden tener niveles de riesgo muy distintos. Actualmente, la mayor parte del interés sobre la composición corporal y su impacto en salud se dirige hacia la obesidad visceral, la esteatosis hepática y la atrofia muscular. Sin embargo, la mioesteatosis se asocia fuertemente con el pronóstico en varias enfermedades crónicas.

El mundo está presenciando niveles sin precedentes de sedentarismo, particularmente en países desarrollados.1 Esta situación favorece el almacenamiento del exceso de energía en forma de lípidos en el tejido adiposo, lo que eventualmente conduce a la obesidad.1 El IMC <a href="https://www.docred.com/videos/vi-restriccion-calorica-mas-efectiva-ayuno-intermitente-habla-editor" target="_self">es una métrica utilizada para evaluar su severidad</a>; un IMC alto se asocia con un mayor riesgo de eventos adversos.1Sin embargo, los estudios a gran escala informan que pacientes con valores de IMC similares pueden tener niveles de riesgo sorprendentemente diferentes.1 Durante la última década, los informes basados en tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM) han demostrado que, debido a la heterogeneidad en la distribución del tejido adiposo, el IMC refleja mal la composición corporal.1, 2De hecho, la masa muscular y/o la acumulación de grasa entre órganos abdominales (grasa “visceral”) o en tejido no adiposo, como en el hígado (esteatosis hepática) y los músculos (mioesteatosis), se asocia mejor con el nivel de riesgo que el IMC,1, 3 y se ha considerado como factor pronóstico en diferentes entidades, incluido el cáncer.2<h3>Mioesteatosis y mortalidad</h3>Al igual que la sarcopenia, la acumulación silenciosa de grasa en lugares inusuales también se considera uno de los principales factores de riesgo de mortalidad, sin importar la obesidad.1, 2 La mioesteatosis (que puede coexistir con sarcopenia) sigue pasando desapercibida en la comunidad médica y los tomadores de decisiones.1Una posible explicación es que la TC o la RM, necesarias para su evaluación,3 no se realizan rutinariamente en asintomáticos.1<h3>La noticia</h3>Científicos del Laboratorio de Gastroenterología del Instituto de Investigación Experimental y Clínica, en Bruselas (Bélgica), emplearon métricas de composición corporal basadas en inteligencia artificial (IA) de <a href="https://www.docred.com/noticias/noticia-medica-riesgos-asociados-siestas-30-minutos" target="_self">TC abdominales de rutina en adultos asintomáticos</a>, para esclarecer la asociación entre obesidad, esteatosis hepática, sarcopenia y miosteatosis, y el riesgo de mortalidad.1Encontraron que la miosteatosis aumentó de manera significativa la mortalidad (cociente de riesgo de 4.33 [IC95% de 3.63 a 5.16]).1 Sorprendentemente, después del ajuste, se asoció con un riesgo comparable al de otros factores como el tabaquismo o la diabetes mellitus tipo 2 (cociente de riesgo de 1.89 [IC95% de 1.52 a 2.35] frente a 1.91 [IC95% de 1.57 a 2.33] o 1.56 [IC95% de 1.08 a 2.25], respectivamente).1Los autores utilizaron enfoques complementarios para cuestionar estos hallazgos, al tener en cuenta los eventos cardiovasculares mayores (ECM) a través de modelos estadísticos con algoritmos automatizados capaces de manejar predictores no lineales (p. ej., IMC).1 En cualquier caso, después de correr estos modelos se mantuvo la asociación fuerte entre mioesteatosis y mortalidad.1<h3>Utilidad clínica</h3>Estos hallazgos pueden añadir solidez a la relación entre mioesteatosis y riesgo en salud.1 Los autores encontraron que, en la población general, tener mioesteatosis no es menos importante que <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-paradoja-obesidad" target="_self">tener obesidad, esteatosis hepática o diabetes mellitus</a>.1 Si bien se están realizando esfuerzos de investigación, aún no es claro si se debe detectar y cómo manejar la mioesteatosis en adultos que, de otro modo, serían asintomáticos.1Además, se desconoce cómo la mioesteatosis influye en el pronóstico.1 Datos anteriores indican que su relación con resultados adversos es independiente del estilo de vida,1 y esto no debería sorprendernos, pues algunas características (p. ej., obesidad, esteatosis hepática) son un reflejo directo del estilo de vida, mientras que los hábitos dietéticos y la actividad física en un momento dado pueden no reflejar con precisión la realidad.1<h3>En conclusión</h3>Los perfiles de composición corporal basados en IA a partir de TC abdominales identificaron que la acumulación de grasa dentro de los músculos puede ser un predictor clave de mortalidad en adultos asintomáticos.1 En conjunto, estos resultados pueden contribuir a concienciar a la comunidad médica sobre la importancia de la mioesteatosis, una condición patológica silenciosa que no está asociada exclusivamente a una enfermedad coexistente.1<figure class="poll" data-id="630">{ Poll ID: 630}</figure>Comentario editorialNo hay duda de que, con la ayuda de los algoritmos automáticos y la IA, la investigación de la composición corporal es un campo con un crecimiento acelerado. Sin embargo, todavía hace falta determinar si la reducción terapéutica de la grasa muscular y/o la modulación de las vías inducidas o facilitadas por la mioesteatosis representan estrategias novedosas para promover un envejecimiento saludable.

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Mioesteatosis: tan grave como la diabetes para predecir mortalidad

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