A continuación, se presenta el primer estudio clínico que demuestra disbiosis intestinal persistente 6 meses después de la recuperación de COVID-19 y un vínculo entre el microbioma intestinal alterado y los síntomas persistentes más comúnmente reportados. Los perfiles específicos del microbioma intestinal se asociaron con la presencia de enfermedad prolongada, lo que sugiere que el microbioma intestinal humano puede desempeñar un papel importante en el desarrollo de esta patología. El microbioma intestinal de un paciente puede estar relacionado con el riesgo de desarrollar COVID-19 prolongado después de la infección inicial por SARS-CoV-2, según un estudio clínico publicado en la revista Gut en enero de 2022. (1) Aunque la mayoría de las personas con COVID-19 se recuperan a las pocas semanas de la infección, algunas experimentan síntomas 4 o más semanas después del curso agudo de la enfermedad, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Estas presentaciones de COVID-19 también se conocen como pos-COVID-19, COVID-19 prolongado, COVID-19 posagudo, efectos a largo plazo de COVID-19 o COVID-19 crónica. (2) Huang et al informaron que hasta el 75% de los pacientes hospitalizados con COVID-19 describieron al menos 1 síntoma 6 meses después del alta. Entre los síntomas más frecuentemente reportados se encuentran alteraciones en el sueño, bajo estado de ánimo, mala memoria, visión borrosa, síntomas gastrointestinales, pérdida de cabello y fatiga. (3) Aunque se desconoce la causa exacta de COVID-19 prolongada, cada vez hay más pruebas de que la disbiosis intestinal puede estar relacionada con la gravedad de la infección por COVID-19 y su persistencia después de la resolución de la enfermedad. (4) Perfilar el microbioma podría ayudar a identificar a los pacientes que son más susceptibles a presentar COVID-19 prolongada, han teorizado los investigadores.  Para investigar a fondo esta relación, los investigadores estudiaron los cambios en el microbioma intestinal de 106 pacientes, seguidos durante 6 meses después del ingreso hospitalario por infección por SARS-CoV-2 y los compararon con los de 68 pacientes sin COVID-19. Entre los 106 pacientes con COVID-19, se recolectaron muestras de heces al ingreso (68), después de 1 mes (64) y después de 6 meses (68); también se recogieron muestras de heces de 11 de estos pacientes 9 meses después. Los investigadores verificaron la presencia de los 30 síntomas de COVID-19 prolongada más comúnmente informados a los 3 y 6 meses después de la infección inicial por SARS-CoV-2. La capacidad aeróbica y la resistencia de los pacientes se midieron en una prueba de caminata de distancia de 6 minutos. La edad promedio de los pacientes con infección por COVID-19 fue de 48 años; poco más de la mitad eran mujeres. La gran mayoría de los pacientes (81%) tuvieron una infección de leve a moderada; 25 fueron tratados con antibióticos.<h3>Resultados</h3>Se reportó COVID-19 prolongada en 86 pacientes (81%) del grupo de estudio a los 3 meses y en 81 (76.5%) a los 6 meses. Los síntomas más comunes a los 6 meses fueron fatiga (31%), deterioro en la memoria (28%), pérdida de cabello (22%), ansiedad (21%) y trastornos del sueño (21%). No se encontraron diferencias significativas en factores potencialmente influyentes como la edad, el género, la prevalencia de afecciones subyacentes, el uso de antibióticos o medicamentos antivirales o la gravedad de la COVID-19 entre pacientes con y sin COVID-19 prolongada a los 6 meses posteriores a la infección. Entre los 68 pacientes con COVID-19 cuyas muestras de heces se analizaron a los 6 meses, 50 tenían COVID-19 prolongada. El microbioma de los pacientes con COVID-19 prolongada difería del de los pacientes infectados sin COVID-19 prolongada y de aquellos sin infección por COVID-19. El microbioma intestinal de los pacientes con enfermedad prolongada se caracterizó por niveles más altos de Ruminococcus gnavus, Bacteroides vulgatus y niveles más bajos de Faecalibacterium prausnitzii. Las bacterias productoras de butirato, incluidas Bifidobacterium pseudocatenulatum y F. prausnitzii, mostraron las mayores correlaciones inversas con enfermedad prolongada a los 6 meses, informaron los investigadores. Los investigadores también examinaron la composición del microbioma intestinal para ver si estaba asociado con diferentes categorías de síntomas de COVID-19 prolongada. Ochenta y una especies bacterianas se asociaron con diferentes categorías de COVID-19 prolongada y muchas especies se asociaron con más de dos categorías de síntomas persistentes. Los síntomas respiratorios persistentes se correlacionaron con patógenos oportunistas como Streptococcus anginosus, Streptococcus vestibularis, Streptococcus gordonii y Clostridium disporicum. Los síntomas neuropsiquiátricos y la fatiga se correlacionaron con patógenos intestinales nosocomiales, incluidos Clostridium innocuum y Actinomyces naeslundii (P &lt;0,05). Se evidenció que varias bacterias intestinales que estimulan el sistema inmunológico estaban prácticamente ausentes en pacientes con COVID-19 prolongada, incluidas B. pseudocatenulatum, F. prausnitzii, Roseburia inulinivorans y Roseburia hominis a los 6 meses. El microbioma intestinal de los pacientes infectados que no desarrollaron COVID-19 prolongada mostró solo 25 cambios en las especies de bacterias al ingreso al hospital, y estas alteraciones volvieron a los niveles normales después de 6 meses. En los pacientes con COVID-19 que se recuperaron por completo, la composición bacteriana intestinal de referencia se enriqueció en 19 especies bacterianas y se caracterizó por los géneros que incluyen Bifidobacterium, Blautia y Bacteroides. Este estudio clínico tuvo algunas limitaciones. Fue un estudio observacional con un tamaño de muestra reducido. Estos hallazgos deberán ser confirmados en cohortes más grandes en diferentes poblaciones. <h3>Comentario editorial</h3>Teniendo en cuenta los millones de personas infectadas durante la pandemia en curso, estos hallazgos son un fuerte impulso para considerar la modulación del microbioma con el fin de facilitar la recuperación oportuna y reducir la carga que representa la COVID-19 prolongada. Tal como afirmaron los autores, es prioritario realizar estudios clínicos con una población diversa y tamaños de muestra mayores con el fin de confirmar estos resultados. También le puede interesar: <a href="https://www.docred.com/noticias/noticia-medica-sintomas-COVID-19-prolongado-reactivacion-virus-Epstein-Barr" target="_self">Síntomas de “COVID-19 prolongado”, ¿Por reactivación de virus Epstein-Barr?</a>

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COVID-19 Prolongada: el Microbioma Intestinal Puede ser la Clave

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