El estrés puede definirse como la incapacidad de manejar cierto grado de presión mental o emocional, y parece ser un factor de riesgo independiente para el accidente cerebrovascular (ACV) y el infarto agudo de miocardio (IAM), con diferencias según la exposición (si es agudo o crónico). Un estudio de casos y controles utilizó datos del ensayo INTERSTROKE para demostrar la asociación entre el nivel de estrés psicosocial y la incidencia de ACV isquémico y hemorrágico, y la disminución efectiva de esta asociación cuando se logra mejorar el locus de control en la casa y el trabajo.

El estrés parece ser un factor de riesgo independiente para el accidente ACV y el IAM.1 Sentirse abrumado e incapaz de manejar cierto grado de presión mental o emocional indica estrés,2 y en la actualidad representa un problema de salud pública.2 De ahí que algunas guías recomienden su tamizaje en pacientes de alto riesgo cardiovascular.1 La exposición a largo plazo se ha asociado con aterosclerosis y enfermedad microvascular, mientras que una exposición breve puede desencadenar más eventos cardiovasculares (ECV) agudos.1 Existe un debate sobre las intervenciones para abordar la prevención y el manejo del estrés.1Las estrategias dirigidas a mejorar factores de riesgo modificables convencionales como hipertensión, diabetes, tabaquismo, hipercolesterolemia e inactividad física, han llevado a una reducción de la mortalidad cardiovascular en las últimas cinco décadas.3 Sin embargo, una cuarta parte de los IAM con elevación del ST ocurren en ausencia de factores de riesgo convencionales.3<h3>La noticia</h3>El estudio INTERSTROKE evalúa la relación entre una exposición a estrés psicosocial durante el último año y el riesgo de ACV.1 Un estudio de casos y controles realizado por la escuela de medicina de la Universidad de Galway, en Irlanda, con datos del INTERSTROKE, encontró que el estrés psicosocial se asoció con un mayor riesgo de ACV isquémico y hemorrágico.1Esta asociación fue consistente para todos los tipos de estrés, <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-reducir-estres-laboral-proteger-salud-mental-medicos" target="_self">incluido el estrés laboral</a>, en el hogar y el financiero.1 Esta asociación fue independiente del nivel socioeconómico, la ocupación y el nivel educativo y fue significativa aún después de ajustar por factores de riesgo cardiovascular, lo que sugiere que parte de la asociación puede ser independiente de otros factores (p. ej., presión arterial, tabaquismo, etc.).1<h3>Aplicabilidad clínica</h3>El estrés es la respuesta negativa del cuerpo a demandas ambientales que exceden la capacidad de afrontarlas.3 En los últimos años, se ha reconocido cada vez más como un factor de riesgo potencialmente modificable para el desarrollo, la progresión y la manifestación de ECV.3 La exposición aguda y crónica está asociada con la incidencia de estos eventos, sin importar los factores de riesgo tradicionales.3 Asimismo, se ha demostrado que <a href="https://www.docred.com/articulos/narrativa-medica-envejecemos-por-trabajar-en-hospitales" target="_self">lograr un mayor locus de control en el trabajo</a> y el hogar disminuye la magnitud de esta asociación.1Las guías de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) y la Asociación Americana del Corazón incluyen el estrés como factor de riesgo potencialmente modificable.1 La ESC recomienda integrar el manejo del estrés y la consejería en factores de riesgo psicosocial para personas con riesgo cardiovascular muy alto (clase IA).1 Sin embargo, existe aún mucha incertidumbre sobre los enfoques para prevenir y manejar el estrés.1 Las intervenciones suelen ser multicomponente; las más comunes son la terapia cognitiva conductual, las técnicas de relajación, la actividad física y el manejo de la ira,1 estrategias que enfrentan varios desafíos, incluida la falta de recursos, particularmente en países de bajos ingresos.1Estos hallazgos respaldan la necesidad de intervenciones generalizables y efectivas para reducir los factores estresantes, mientras que el alivio de las condiciones socioeconómicas continuará dependiendo de decisiones políticas.1 Mejorar el locus de control podría ser un objetivo importante para mitigar los resultados cardiovasculares asociados con el estrés.1 Puntualmente, las intervenciones en el lugar de trabajo, a nivel organizacional o individual,1 serían prometedoras.1<h3>En perspectiva</h3>Existe asociación entre el estrés psicosocial y un mayor riesgo de ACV,1 consistente para ACV isquémico y hemorrágico.1 El locus de control y sus componentes más relevantes (vida y trabajo) parecen ser importantes modificadores del efecto,1 lo que justifica una mayor evaluación como objetivo en intervenciones de salud pública.1 En futuras investigaciones clínicas, las técnicas de imagen cerebral también revelarán diferencias individuales en la respuesta al estrés,3 lo que proporcionará información pronóstica e identificará pacientes que necesitan estrategias más agresivas.3Comentario editorialEs necesario mejorar la cantidad y calidad de los estudios que respaldan las intervenciones psicosociales para manejo del estrés (como la mejora en el locus de control) en dos aspectos tan relevantes de la vida diaria como la casa y el trabajo. Esto permitiría planear estrategias de intervención en salud pública a mayor escala, basadas en evidencia y con un objetivo terapéutico más puntual, en la prevención de la morbimortalidad por enfermedad cardiovascular.

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Mejor control del estrés reduce el riesgo de accidente cerebrovascular

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