La ingesta por separado o en combinación del café y el té está asociada con un menor riesgo de accidente cerebrovascular (ACV), ACV isquémico, demencia y demencia vascular; así lo concluye un estudio (1) publicado en los últimos días por Plos Medicine. Los investigadores también resaltaron que beber de 2 a 3 tazas de café con 2 a 3 tazas de té por día se asoció con un 30% menos de riesgo de ACV y demencia en comparación con el consumo separado de estos. La demencia se caracteriza por un deterioro progresivo e implacable de la capacidad mental que inevitablemente compromete la vida del paciente. Es una enfermedad específica y puede ser inducida por degeneración cerebral, enfermedades cerebrovasculares, lesión cerebral traumática, tumores cerebrales, infección intracraneal, enfermedades metabólicas, entre otras.  Con la tendencia al envejecimiento de la población, la demencia se ha convertido en un problema de salud mundial cada vez mayor y ha traído una pesada carga económica y social.  Por otro lado, el accidente cerebrovascular (ACV), que representa el 10% de todas las muertes a nivel mundial, es una de las principales causas de todos los años de vida ajustados por discapacidad. Aunque la incidencia estandarizada por edad y mortalidad de los ACV ha aumentado.  Un estudio longitudinal basado en la población, encontró que el ACV y la demencia compartían alrededor del 60% de los factores de riesgo y de protección. En principio, se ha estimado que el 90% de los ACV y el 35% de las demencias son prevenibles.  El café y el té se encuentran entre las bebidas más consumidas tanto en el Reino Unido como en todo el mundo. El café contiene cafeína y es una rica fuente de antioxidantes y otros compuestos bioactivos, mientras que el té que también contiene cafeína, catequinas, polifenoles, y flavonoides desempeña funciones neuroprotectoras, como antioxidantes, antinflamatorios, inhibición de la agregación beta amiloide y efecto antiapoptótico.  En los últimos días, Plos Medicine publicó un artículo (1) cuyo objetivo fue explorar la asociación entre la combinación de café y té, que podría ser una interacción multiplicativa o aditiva, y el riesgo de ACV y demencia.  Se incluyeron 365.682 participantes, la edad media fue de 60.4 ± 5.1 años y 167.060 (45.7%) eran hombres. Del total de los pacientes, 59.558 (16.29%) informaron beber de 0.5 a 1 taza de café y &gt; 4 tazas de té por día, lo que representa la mayor proporción, seguido de 50.015 (13.68%) informaron beber 0 taza de café y &gt; 4 tazas de té al día; además, 44.868 (12.27%) reportaron beber de 2 a 3 tazas de café y de 2 a 3 de té por día.  Los resultados del estudio indicaron que: <ul><li>La ingesta separada y combinada de té y café se asoció con un menor riesgo de ACV, ACV isquémico, demencia y demencia vascular. </li><li>Los participantes que informaron beber de 2 a 3 tazas de café con 2 a 3 tazas de té por día se asoció con un 30% menos de riesgo de ACV y demencia en comparación con el consumo separado de estos.  </li><li>La ingesta de café sola o en combinación con té se asoció con un menor riesgo de demencia posterior al ACV. </li></ul>Un posible mecanismo de esta relación es que el café y el té están inversamente asociados con la disfunción endotelial, que es una de las principales causas de ACV isquémico. Otro mecanismo potencial puede ser que la cafeína es una rica fuente de antioxidantes, y la evidencia ha demostrado que el café se asocia de forma inversa con el riesgo cardiometabólico, incluidas las enfermedades cardiovasculares, la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), los lípidos y la hipertensión arterial.  Aunque estas explicaciones son biológicamente plausibles, se justifican más estudios para proporcionar los mecanismos subyacentes exactos de la ingesta de café y té en el desarrollo de un ACV isquémico.  De igual forma, los autores señalaron algunos mecanismos por los cuales esta combinación tiene relación con estas enfermedades.  Primero, el café es la principal fuente de cafeína y contiene fenólicos y otros compuestos bioactivos con posibles efectos beneficios para la salud. Igualmente, el té contiene cafeína, catequinas, polifenoles y flavonoides, que se ha informado que tienen funciones neuroprotectoras como antioxidante, antiinflamatorio, inhibición de la agregación beta amiloide y antiapoptosis.  En segundo lugar, el café y el té tienen un contenido polifenólico específico, caracterizado por ácidos hidroxicinámicos en el primero y catequinas en el segundo, que han demostrado beneficios potenciales en la mejora en la función endotelial, resistencia a la insulina y como antiinflamatorios.  En tercer lugar, ambos se relacionaron con menores riesgos cardiometabólicos, incluida la DM2, la hipertensión y la enfermedad arterial cardiovascular.  Como conclusión, encontraron que beber tanto café como té por separado o en combinación se asoció con una reducción significativa del riesgo de ACV y demencia. Además, evidenciaron también que consumir café solo o en combinación con té disminuye el riesgo de demencia posaccidente cerebrovascular.  Comentario editorial. Es necesario extrapolar estos estudios a la práctica médica latinoamericana y en la medida de lo posible hacerlos en nuestra población para confirmar, contraargumentar o reforzar estos hallazgos ¿Qué opina usted de los resultados de este estudio?  También le puede interesar: <a href="https://www.docred.com/noticias/noticia-medica-dietas-que-superan-los-efectos-de-hipoglicemiantes" target="_self">Dietas que superan los efectos de hipoglicemiantes</a>

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Café y té reducen el riesgo de accidente cerebrovascular y demencia 

¿Sabía que consumir 2 a 3 tazas café o té puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar accidente cerebrovascular y demencia? Descubra más acá. 