La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es un conjunto de alteraciones caracterizado por la disfunción de las células beta pancreáticas, con la consecuente falla para compensar la demanda de insulina. Uno de los objetivos en DM2 es determinar los mecanismos por los cuales se deteriora la homeostasis de la insulina y se da paso a la enfermedad. El estudio longitudinal del microbioma intestinal y la insulina (MILES, por sus siglas en inglés) identificó dos grupos de taxones de bacterias, uno de ellos (género Coprococcus) asociado a mayor sensibilidad a la insulina y menor disglucemia.

En las últimas décadas, la prevalencia de la DM2 ha aumentado,1 con una población estimada de 370 millones, que se prevé se duplique para 2030.2 La “homeostasis de la insulina” hace referencia a la sensibilidad, la secreción y el aclaramiento de insulina como componentes principales, dado que abarcan su acción, producción y eliminación.1 La disfunción en la secreción y sensibilidad subyacen al desarrollo de DM2.1Se trata de una <a href="https://www.docred.com/holistico/360-diabetes-ada2022" target="_self">enfermedad metabólica caracterizada por la disminución de la función de las células beta pancreáticas</a>, que representa una falla para compensar la demanda de insulina2 y, por ende, un nivel elevado de glucosa en sangre.3 Uno de los objetivos principales de la investigación en DM2 es determinar los mecanismos por los cuales esta homeostasis se deteriora y predispone a la enfermedad.1<h3>Influencia del microbioma intestinal</h3>Estos estudios han implicado factores genéticos, dieta poco saludable, actividad física insuficiente, baja calidad del sueño y factores ambientales obesogénicos.1 Recientemente se ha incluido la disbiosis del microbioma intestinal,1 que bien podría definirse como la comunidad de microorganismos que habitan en el tracto gastrointestinal,3 con datos recientes que confirman que la disbiosis intestinal se asocia con el desarrollo de síndrome metabólico, en especial la DM2.2Varios análisis revelan, en cuanto a DM2, una influencia significativa del microbioma intestinal en la señalización de la insulina, la inflamación y la homeostasis de la glucosa.3 Aunque es relativamente estable en adultos, este microbioma <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-microbiota-intestinal-diabetes-mellitus" target="_self">puede verse alterado por la dieta y los medicamentos</a>,1 y la tecnología de secuenciación ha facilitado la creación de perfiles de microbiomas a gran escala en personas con prediabetes o DM2.1<h3>La noticia</h3>El estudio longitudinal del microbioma y la insulina (MILES, por sus siglas en inglés) evaluó la asociación de taxones productores de butirato con la homeostasis de la insulina y la disglucemia, e identificó dos grupos de taxones asociados, uno con resultados favorables y el otro con resultados desfavorables sobre esta homeostasis.1 El género Coprococcus, por ejemplo, se asoció con mayor sensibilidad a la insulina (p = 0.002) y menor tasa de disglucemia (razón de probabilidades [OR] de 0.91; IC 95% 0.85 a 0.97; p = 0.0025).1<h3>Utilidad clínica</h3>En ratones, la adición de butirato a la dieta evitó el desarrollo de resistencia a la insulina y obesidad.1 Al unirse a los receptores acoplados a la proteína G en el intestino, este ácido graso de cadena corta puede estimular la secreción del péptido 1 similar al glucagón (que promueve la saciedad y mejora la sensibilidad a la insulina) y la producción de leptina en los adipocitos.1 El estudio MILES se suma a la evidencia que involucra cada vez más a las bacterias productoras de butirato en el metabolismo.1<h3>En perspectiva</h3>La observación de dos grupos, inversamente relacionados, justifica la necesidad de confirmar estos hallazgos ya que las terapias dirigidas al microbioma tendrían que promover la proliferación de las bacterias que en realidad generan beneficios, y no de todas las productoras de butirato.1,3 Esto proporcionaría información clave para diseñar ensayos clínicos con estrategias bioterapéuticas (prebióticos, probióticos o antibióticos) seguras, eficaces y asequibles para prevenir y/o tratar la DM2.1, 2<figure class="poll" data-id="422">{ Poll ID: 422}</figure>Comentario editorialCada vez se obtiene evidencia más precisa de las alteraciones en el microbioma intestinal que acompañan a la DM2, lo que respalda la eventual utilidad de medidas bioterapéuticas en el tratamiento e incluso en la prevención de esta patología. Se requieren ensayos clínicos que evalúen de forma independiente el efecto benéfico/deletéreo de las poblaciones de bacterias productoras de ácidos grasos de cadena corta en la homeostasis de la insulina, antes de considerarlo una recomendación clínica.

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Bacteria intestinal puede asociarse con la sensibilidad a la insulina

Varios análisis revelan la influencia del microbioma intestinal en la señalización de la insulina y la homeostasis de la glucosa. Lea la noticia completa acá.