A diferencia de la endometriosis, la endometritis crónica (EC) es un trastorno inflamatorio local del endometrio, generalmente asintomático (por lo cual las pacientes afectadas, y aún los ginecólogos experimentados, la pasan por alto), secundario a una infección que suele asociarse con malos resultados reproductivos. Esta naturaleza ha dificultado la investigación. Estudios recientes se centran en los aspectos inmunológicos, infecciosos e inflamatorios de la endometriosis y señalan algunas características comunes entre ella y la EC, que podrían abordarse mediante el uso de antimicrobianos.

La endometriosis es una enfermedad inflamatoria multisistémica, caracterizada por la presencia de tejido <a href="https://www.docred.com/casos/caso-clinico-endometriosis-pared-abdominal" target="_self">similar al endometrial en ubicaciones ectópicas</a>.1-3 Afecta del 6% al 10% de las mujeres en edad fértil y puede provocar:3<ul><li>Dolor abdomino-pélvico.</li><li>Sangrado uterino anormal.</li><li>Infertilidad.</li></ul>En la actualidad, el enfoque terapéutico a menudo incluye:3<ul><li>Resección quirúrgica del tejido endometrial ectópico.</li><li>Medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y la terapia basada en hormonas.</li></ul><h4>Rol de la endometritis crónica</h4>La endometritis crónica (EC) es un trastorno inflamatorio local del endometrio.1 Distinta de la endometriosis, es una afección benigna, generalmente asintomática, causada por una infección que suele asociarse con malos resultados reproductivos.2A diferencia de la presentación aguda de la enfermedad, con manifestaciones clínicas intensas (fiebre, dolor pélvico y aumento del flujo vaginal), la EC puede llegar a ser tan asintomática que a menudo las pacientes afectadas, y aún los ginecólogos experimentados, la pasan por alto.1Esta naturaleza clínica ha dificultado la investigación.1 Como su aparición, progreso y remisión siguen sin determinarse por completo, es controvertido si el término "crónico" es apropiado para describir esta condición.1 Sin embargo, un volumen importante de evidencia ha documentado que la EC se identifica con frecuencia en:1<ul><li>Mujeres con infertilidad de etiología desconocida (28%).</li><li><a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-falla-recurrente-implantacion-como-abordarla" target="_self">Falla recurrente de implantación (14 a 31%).</a></li><li>Pérdida recurrente del embarazo (9 a 13%).</li></ul>La etiología de la endometriosis involucra factores endocrinológicos, genéticos y epigenéticos.1 Para complicar aún más esta comprensión de la fisiopatología de la enfermedad, también existe cierta evidencia que respalda una relación bidireccional entre la endometriosis y los microbiomas humanos.2La microbiota endometrial ha sido bien caracterizada, demostrando que su composición varía en mujeres propensas a resultados reproductivos adversos o enfermedades benignas/malignas del endometrio.2 Estudios recientes se centran en los aspectos inmunológicos, infecciosos e inflamatorios de la endometriosis y señalan algunas características comunes entre ella y la EC.1<h3>La noticia</h3>Científicos del Centro de Infertilidad del Kouseikai Mihara Hospital, en Kyoto, Japón, llevaron a cabo una revisión con el propósito de comprender mejor los antecedentes inmunológicos y microbiológicos subyacentes a la endometriosis y la EC y analizar el potencial terapéutico de los antibióticos contra la endometriosis, a la luz de la enfermedad infecciosa del endometrio.1La revisión encontró que estas dos entidades comparten algunos hallazgos inflamatorios comunes que podrían relacionarse con su desarrollo y evolución clínica:1<ul><li>Infiltración inusual de células B dentro del endometrio.</li><li>Mayor producción local de varias citocinas proinflamatorias (IL-6 y FNT-α, etc.).<ul><li>IL-6 se conoce como un factor de diferenciación de células B inmaduras y maduras.</li><li>FNT-α es capaz de estimular la biosíntesis local de estrógenos en células glandulares endometriales, lo que las transforma en su fenotipo proliferativo, que puede causar micropoliposis endometrial.</li></ul></li><li>Niveles más altos de expresión de algunas inmunoglobulinas (IgG1, IgG2 y posiblemente IgA) en el endometrio.</li></ul><h3>Utilidad clínica</h3>Los resultados de los análisis de microbiomas son, en cambio, inconsistentes y (a veces) contradictorios entre los estudios.1 Es probable que estas discrepancias tengan su origen en las razas, etnias y sitios/procedimientos de muestreo.1 Un hallazgo llamativo es, por ejemplo, la ausencia/reducción de cepas de Atopobium en la microbiota cervical, aunque se desconoce su importancia.1 Además, estudios en animales indican un aparente potencial terapéutico de algunos agentes, como el metronidazol (que se prescribe para la EC), en la endometriosis.1, 2 Dado que la eficacia y seguridad del tratamiento con antibióticos para esta condición aún no se han investigado en humanos, es esencial realizar estudios bien diseñados antes de la aplicación clínica.1, 2Estos hallazgos también justifican una mayor investigación sobre las similitudes y diferencias entre las dos enfermedades.1-3<figure class="poll" data-id="681">{ Poll ID: 681}</figure>Comentario editorialSi bien la endometriosis y la EC comparten características proliferativas en su patogénesis, difieren en algunas particularidades. Enfocarse en estos puntos comunes y diferentes entre las dos enfermedades conduciría a un modelo predictivo que permita <a href="https://www.docred.com/noticias/noticia-medica-de-que-se-trata-ley-endometriosis-colombia" target="_self">diferenciar entre las mujeres con EC en riesgo de desarrollar endometriosis</a> y las que no.

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