La calidad del sueño está íntimamente relacionada con el desempeño y la eficiencia laboral, y esta asociación es bilateral. Sin embargo -y contrario a la creencia popular- los jefes no duermen mejor que sus empleados. Y, de forma no tan sorpresiva, la desigualdad de género es también desigualdad de sueño para las mujeres. Un estudio clínico transversal publicado en PLOS ONE (1) evaluó 27.616 empleados entre 25 y 64 años en 29 países europeos. La investigación se centró en encuestas con preguntas concretas sobre cómo percibían los trabajadores la calidad y cantidad de horas de sueño, para luego relacionar estos datos con género, posición laboral (gerentes o empleados), e incluso contexto nacional económico y de desarrollo en igualdad de género. Independientemente de ser hombre o mujer, la condición de ser gerente, jefe o líder de equipo mostró una relación clara con peor calidad de sueño. Sin embargo, en los países más avanzados en igualdad de género, las mujeres en posiciones de poder reportaron dormir mejor; mientras que en países con mayor desarrollo económico, los hombres eran quienes tenían mejor calidad de sueño.Las condiciones de género, trabajo y familia moldean el sueño humano. Para las mujeres, que se enfrentan a mayores expectativas culturales relacionadas con la atención del hogar, la vida en pareja y el cuidado de los hijos, la carga de estrés es considerablemente mayor. La falta de empoderamiento femenino en un contexto que asienta las bases como es su país de residencia, desmejora la calidad de su descanso y por tanto, influye el desempeño de las mujeres en todas las esferas vitales.En relación a la evidencia de que las personas en puestos gerenciales tienen peor y menor cantidad de sueño, esto se podría relacionar con la teoría de mayor estrés a mayor estatus. Incluso con más recursos, empleados a cargo en quienes delegar funciones y estabilidad financiera, los jefes también tienen mayor responsabilidad y cargas estresantes que irrumpen por una razón u otra en su período de descanso. Por su diseño, este estudio no puede establecer causalidad. Sin embargo es notable la relación de la posición laboral, independientemente del sexo, con la calidad del sueño. Los hallazgos de este estudio clínico evidencian por otro lado la necesidad de que incluso en cuanto al descanso, se aborden estándares de igualdad tomando en cuenta las demandas familiares y el entorno sociocultural impuestos sobre puestos de poder, especialmente en base al género.  También le podría interesar: <a href="https://www.docred.com/comunidad/15/9a7eaa82-es-mito-suicidios-aumentan-festividades" target="_self">¿Es un mito que los suicidios aumentan en las festividades?</a>

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Mujeres duermen mejor en países con empoderamiento de género

¿Duermen los jefes peor que sus empleados? ¿Cómo duermen las mujeres en posiciones de poder? Un estudio clínico revela estos datos. 