Las enfermedades neuromusculares, tanto hereditarias como adquiridas, tienen lo mismo de relativamente raras que de retadoras para los médicos involucrados en su manejo. Al igual que muchas otras patologías de manejo crónico, las enfermedades neuromusculares también se han visto afectadas por la pandemia de COVID-19, tanto desde el sistema de salud que las aborda, como en su aparición y progreso.

Científicos de la Universidad de Buffalo afirman que han encontrado 2 impactos principales en la literatura médica: la COVID-19 puede inducir la aparición de condiciones neuromusculares en pacientes que no tenían, y también exacerbar síntomas de éstas en pacientes diagnosticados y tratados con inmunoterapia.1El estudio clínico de revisión, publicado en el RRNMF Neuromuscular Journal, evaluó 547 publicaciones de varias partes del mundo sobre la COVID-19 en asociación a enfermedades neuromusculares.El desorden neuromuscular de instalación de novo más frecuentemente asociado con COVID-19 hasta el momento del estudio clínico fue <a href="https://www.docred.com/casos/ca-guillain-barre-asociado-covid-19-nueva-complicacion-neurologica" target="_self">el síndrome de Guillain-Barré</a>, con 27 casos -3 de ellos, con la variante Miller-Fisher- en pacientes con edad promedio de 59.8 años. El 63% de los pacientes eran de género masculino, y 44% de ellos tuvo que ser ventilado mecánicamente. Uno de los hallazgos más relevantes para la práctica fue el hecho de que a pesar de ser una neuropatía tratable, el síndrome de Guillain-Barré asociado a COVID-19 parece ser más refractario a los tratamientos disponibles. Además, en el 7.4% de los casos, los pacientes no mostraron ningún síntoma respiratorio sugestivo de COVID-19; es decir, se mantuvieron asintomáticos hasta la aparición de la condición neuromuscular.Otras complicaciones neuromusculares de COVID-19 de presentación frecuente son hiperCKemia, miopatía y rabdomiólisis. En un número significativo de casos se presentó evidencia de hiperCKemia (mialgia con creatinquinasa &gt;200 U/L), así como de daño muscular general. Se destaca la relación proporcional de daño en el músculo esquelético con severidad de COVID-19; llegando a encontrar en un estudio retrospectivo un 19.3% de casos de síntomas neuromusculares en COVID-19 severa, en comparación a sólo 4.8% en pacientes con enfermedad leve. En cuanto a Miastenia Gravis, la investigación médica sugiere que estos pacientes son más vulnerables a exacerbación de su condición por infecciones, particularmente por la COVID-19. Además, por recibir inmunoterapia crónica, estos pacientes son más susceptibles de contraer el virus y desarrollar complicaciones amenazantes para la vida. Hasta el momento de la publicación, sólo se habían reportado 7 casos de Miastenia Gravis y COVID-19, con buenos resultados en general. Complicaciones neuromusculares y COVID: ¿A dónde?Entre las teorías que se han propuesto como explicación de la afectación neurológica y neuromuscular de la COVID-19, están la invasión viral directa del sistema nervioso periférico (presencia de Enzima Convertidora de Angiotensina 2, puerta de entrada de SARS-CoV-2, en músculo esquelético y membrana de neuronas en columna vertebral), y daño mediado por inmunidad (aumento de citoquinas con inflamación y daño muscular).Este estudio clínico deja claro que tanto condiciones neuromusculares (de novo o exacerbadas), neuropatía y miopatía son complicaciones esperables en el contexto de la compleja fisiopatología de COVID-19. Por otro lado, los pacientes con enfermedades neuromusculares recibiendo inmunoterapia, así como aquellos con disfunción respiratoria por enfermedad neuromuscular, deben ser considerados como población de alto riesgo para complicaciones severas de COVID-19 y por tanto, su vigilancia y aislamiento debe ser exhaustivo.

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