Datos publicados por el centro nacional de estadísticas de salud en los Estados Unidos muestran un aumento importante en el número de muertes por sobredosis de medicamentos.  Entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020, más de 93000 estadounidenses murieron por sobredosis de medicamentos, un 29,4% más que los 12 meses anteriores. Esta cifra equivale a aproximadamente 255 muertes diarias por sobredosis de fármacos, siendo estas cifras similares a las muertes diarias reportadas por COVID-19. Más de 500000 muertes se han atribuido al uso de opioides desde mediados de la década de 1990, impulsadas por la recesión económica, codicia corporativa y recomendaciones cambiantes sobre el manejo del dolor.  Años de promoción agresiva y engañosa posicionaron información errónea sobre la ausencia de riesgo ante el uso de opioides, además de influir en la educación médica y procurar una legislación menos restrictiva mediante contribuciones económicas a campañas políticas. A todo esto, se le sumó la afluencia de opioides ilícitos más baratos como la heroína y el fentanilo. La respuesta por parte del gobierno fue lenta; la crisis de los opioides fue oficialmente declarada por el departamento de salud de los Estados Unidos solamente hasta 2017.  Durante la última década, algunas políticas locales exitosas han incluido programas de monitoreo de medicamentos recetados y mayor disponibilidad de naloxona para prevenir posibles sobredosis. Parece prometedor que la administración Biden haya nominado a Rahul Gupta como jefe de la oficina nacional para el control de medicamentos. Si se confirma, Gupta será el primer médico en asumir el cargo, lo que puede significar un menor enfoque en lo legal y un mayor énfasis en el tratamiento de adicciones y servicios de salud. Los datos de 2020 sugieren que la pandemia de COVID-19 ha sido un potente acelerador de muertes por sobredosis relacionadas con opioides. Aunque los mecanismos no son claros, es probable que las interrupciones en los servicios de salud hayan jugado un papel importante. El número de personas negras, no hispanas, de 45 a 64 años de edad en áreas urbanas que mueren por sobredosis de opioides sintéticos ha aumentado rápidamente, una población que también tiene mayor riesgo de morir de COVID-19. Un desafío importante para la oficina para el control de medicamentos, va a ser el de aumentar la financiación de los programas de prevención de adicciones y servicios de tratamiento dentro de una estructura sanitaria fragmentada. Será necesario reforzar los recursos en las regiones que han sido más afectadas por COVID-19, y distribuir equitativamente recursos a las regiones más vulnerables por el uso de opioides. Canadá también ha reportado un gran aumento en las muertes por sobredosis de medicamentos durante la pandemia de COVID-19 (Columbia Británica ha reportado más de 1700 muertes desde 2019, un incremento de un 74%).  Con el objetivo de formular políticas efectivas a los proveedores de atención médica, se espera  un informe detallado a finales de 2021. También le puede interesar: <a href="https://www.docred.com/articulos/indicaciones-quinolonas-tendencias-prescripcion" target="_self">Eliminación de indicaciones de quinolonas orales por parte de la FDA vs. tendencias de prescripción</a> <figure class="poll" data-id="157">{ Poll ID: 157}</figure>

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Epidemia de uso y prescripción de opioides

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