Históricamente, en la programación de los turnos laborales se ha priorizado la productividad, con poca consideración hacia los efectos de los horarios sobre los trabajadores. Las horas de trabajo han aumentado proporcionalmente con la interrupción del descanso adecuado: aproximadamente 40% de los trabajadores en sectores ocupacionales esenciales reporta corta duración del sueño. La profesión médica se acompaña de horarios complicados e impredecibles, por lo que son necesarios lineamientos basados en evidencia para determinar la duración apropiada del turno laboral.  Aunque trabajar más podría llevar a mayor prosperidad económica, también aumenta los riesgos –individuales y comunitarios- relacionados a la fatiga mental. La fatiga mental se asocia a riesgos como desmejoras en el desempeño, efectividad y productividad, incremento de errores, ausentismo, comportamiento inmoral o poco ético, reducción en la satisfacción laboral, menor calidad de vida, y más lesiones y/o accidentes relacionados al trabajo. No existe actualmente un consenso sobre la duración apropiada del turno laboral. La revista de medicina del sueño clínico ha publicado una guía de práctica clínica con las mejores prácticas para determinar con evidencia cuánto debe durar la jornada de trabajo, este 2021. DEFINICIONES IMPORTANTES Fatiga: estado de capacidad reducida para el desempeño mental o físico, resultante de pérdida de sueño, desvelo prolongado, alteraciones del ritmo circadiano, carga de trabajo excesiva, u otros factores.  Fatiga mental: igual que fatiga, con desempeño cognitivo disminuido.  Somnolencia: estado de tendencia incrementada a quedarse dormido, resultante de pérdida de sueño, desvelo prolongado, alteraciones del ritmo circadiano, medicamentos, o trastornos del sueño. Contribuye a la fatiga mental. Estado de alerta: habilidad de dirigir y sostener la atención, y puede estar influenciado por descanso y pérdida de sueño, ritmo circadiano, duración en trabajo continuo, y otros factores.  RECOMENDACIONES IMPORTANTES: Sobre los factores de riesgo relacionados a la duración del turno: <ul><li>La duración de los turnos de trabajo se asocia a desempeño, seguridad, y resultados de salud adversos, especialmente cuando los turnos no están alineados con el reloj biológico de los empleados para promover el estado de alerta durante el trabajo y el sueño en el tiempo libre.</li><li>Factores biológicos, conductuales, sociales, y laborales como la carga de trabajo y el tiempo de desplazamientos, contribuyen al impacto de la duración del turno sobre el desempeño, seguridad, y resultados en salud.</li></ul><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/v1633013681/DOCRED_Plataforma_Grafica_GDTL_01_81ca51df14.png" /></figure>Sobre las contramedidas para el riesgo asociado a la duración del turno: <ul><li>Las contramedidas pueden reducir, pero no necesariamente eliminar, los resultados adversos relacionados a la duración del turno laboral.</li><li>Dirigir el desarrollo de políticas para la aplicación de contramedidas en base a una evaluación de los riesgos.</li><li>Monitorear los efectos de las contramedidas para determinar su efectividad, identificar consecuencias, y evaluar oportunidades de mejora.</li></ul><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/v1633013752/DOCRED_Plataforma_Grafica_GDTL_02_223f91153f.png" /></figure>Sobre la toma de decisiones para la duración del turno: <ul><li>Determinar la duración máxima del turno requiere que las partes interesadas equilibren los factores de riesgo, contramedidas, y metas potenciales.</li><li>Asegurar que el proceso de toma de decisiones sobre la duración del turno sea totalmente informado, transparente, y basado en evidencia científica.</li><li>Asegurar que el proceso de toma de decisiones sobre la duración del turno represente fielmente los intereses de todas las partes interesadas y respete la legitimidad de sus necesidades.</li></ul>Consideraciones específicas para determinar la duración del turno: <ul><li>Los turnos nocturnos y los de inicio en horas tempranas de la mañana aumentan los riesgos relacionados a fatiga, en comparación a los que inician a media mañana o principios de la tarde.</li><li>Los turnos de 12 horas de duración o más se asocian a mayores niveles de riesgo.</li><li>No se recomiendan los turnos de 24 horas o más sin oportunidades protegidas para tomar siestas.</li><li>Los niveles de riesgo se acumulan con turnos consecutivos sin días libres, por lo que no son recomendables.</li><li>Los turnos dobles y segundos trabajos se asocian con mayores niveles de riesgo.</li><li>Las horas de trabajo irregulares y/o impredecibles son estresores e interfieren con la obtención de sueño adecuado, por lo que aumentan los niveles de riesgo.</li><li>Las cargas elevadas de trabajo interfieren con el control sobre el ritmo de cumplimiento de tareas y restringen los períodos de descanso, por lo que aumentan el riesgo.</li></ul>PERLAS CLÍNICAS:<ul><li>No se recomiendan los turnos de 24 horas o más.</li><li>No se recomiendan los turnos consecutivos sin días libres.</li><li>Las contramedidas pueden reducir, pero no necesariamente eliminar, los resultados adversos relacionados a la duración del turno laboral. </li></ul> También le podría interesar:<a href="https://www.docred.com/guias/guia-practica-clinica-NICE-2021-toma-de-decisiones-compartida-con-pacientes" target="_self"> Toma de decisiones compartida con pacientes - Guía de práctica clínica NICE 2021</a>

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¿Cuánto debería durar la jornada laboral? - JCSM, 2021 

Una guía de práctica clínica de la Revista de Medicina del Sueño Clínico (JCSM) establece este 2021 principios para determinar la duración del turno. 