El National Institute for Health and Care Excellence del Reino Unido (NICE) actualizó su guía de práctica clínica sobre la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS). Se destacan allí algunas estrategias claves para reducir las tasas de contagios, como planificar, diseñar e implementar intervenciones con los grupos afectados o con necesidades de acceso a salud sexual; y asegurar disponibilidad de pruebas de detección, vacunas y profilaxis antes de la exposición al virus de inmunodeficiencia humana (VIH). 

<p>El abordaje de las ITS abarca 3 aspectos básicos: detección, tratamiento y prevención. Según los <i>Centers for Disease Control and Prevention</i> (CDC), existen alrededor de 2 millones de casos de clamidia, gonorrea y sífilis en los EE. UU.<sup>1</sup>, y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cantidad de casos nuevos de VIH en América Latina se ha incrementado en 21% desde 2010, con 120.000 nuevos pacientes en 2019.<sup>2</sup> </p><p>En 2022, el NICE publicó la <strong>guía</strong> de <strong>prácticaclínica</strong> actualizada sobre la prevención de lTS, en la cual se abordan 5 aspectos esenciales que se describen a continuación.<sup>3</sup></p><h3><strong>1. Reducir el riesgo de contagio y transmisión<sup>3</sup></strong></h3><ul><li>Brindar acceso a los servicios de salud sexual.</li><li>Estructurar una red que ofrezca atención sanitaria en materia sexual.</li><li>Establecer espacios apropiados que incluyan consultas para la población con más necesidad de acceso a este tipo de servicios.</li><li>Reducir las barreras de acceso a los servicios sin olvidar la confidencialidad, la empatía y los enfoques sin prejuicios.</li><li>Asegurar que el personal entienda que los servicios son gratuitos y están disponibles para todos los individuos.</li><li>Trabajar continuamente para brindar servicios acogedores e inclusivos.</li><li>Identificar necesidades y prioridades para dirigir las intervenciones a estos grupos.</li><li>Comprender estos requerimientos para poder satisfacerlos.</li></ul><h4><strong>1.1. Intervenciones para reducir la transmisión<sup>3</sup></strong></h4><ul><li>Planificar, diseñar, implementar y evaluar servicios e intervenciones con los grupos afectados.</li><li>Corroborar que las intervenciones sean culturalmente competentes, que incluya algunos o todos los siguientes componentes:<ul><li>Informar y educar a los pacientes sobre:</li></ul></li><li>ITS e impacto del alcohol y las drogas en la toma de decisiones sexuales</li><li>Disponibilidad de servicios de salud sexual</li><li>Tasas de ITS para educar sobre la razón por la que algunos grupos están en mayor riesgo</li><li>Impacto del estigma<ul><li>Asesorar sobre uso correcto de métodos de barrera y suministrar condones externos e internos.</li><li>Realizar actividades para evaluar y reducir el riesgo.</li><li>Brindar consultas motivacionales que guíen las conversaciones sobre la reducción de peligros o acerca de las prácticas sexuales seguras.</li><li>Reforzar la autoeficacia sexual.</li><li>Utilizar enfoques cognitivo-conductuales para explorar los vínculos entre emoción y comportamiento sexual.</li><li>Diseñar planes de seguimiento.</li></ul></li></ul><h4><strong>1.2. Entrega y evaluación de las intervenciones<sup>3</sup></strong></h4><ul><li>Brindar las intervenciones en diferentes servicios de salud, como los de atención al aborto, VIH, salud mental, alcohol, etc.</li><li>Las intervenciones pueden integrarse individualmente o en grupo según los objetivos de cada comunidad; tratar de agrupar a las personas por pares o por trasfondos culturales comunes.</li><li>Al momento de las intervenciones:<ul><li>Evitar suposiciones sobre los pacientes.</li><li>Utilizar lenguaje inclusivo.</li><li>Ser positivo en cuanto a sexo e identidad, centrarse en la autoestima de la persona y permitir su empoderamiento.</li></ul></li><li>Evaluar periódicamente las intervenciones.</li></ul><h3><strong>2. Pruebas de ITS<sup>3</sup></strong></h3><ul><li>Ofrecer opciones de pruebas de detección según las necesidades locales: estas pueden incluir automuestreo remoto, asistencia presencial en centros especialistas, atención primaria y servicios de extensión.</li><li>Brindar a los individuos asintomáticos el automuestreo a distancia como alternativa a la asistencia presencial.</li><li>Asegurar que los kits de automuestreo cumplan con los estándares y sean inclusivos.</li><li>Vigilar las tasas de provisión y devolución de los kits.</li></ul><h3><strong>3. Notificación de la pareja<sup>3</sup></strong></h3><ul><li>Brindar asesoramiento a las personas con ITS acerca de la importancia y beneficio de informar a sus parejas sobre el diagnóstico.</li><li>Ayudar a los pacientes en la toma de decisiones sobre cómo notificar a sus parejas sexuales.</li><li>Referir a los individuos que presenten dificultades para comunicar la noticia a su pareja sexual.</li><li>Considerar el uso de aplicaciones de redes geoespaciales para notificar a las parejas.</li></ul><h3><strong>4. Vacunación<sup>3</sup> </strong></h3><ul><li>Ofrecer la vacunación contra el virus de papiloma humano, hepatitis A y B.</li><li>Identificar necesidades y barreras para aceptar las inmunizaciones.</li><li>Promover oportunamente las vacunas.</li><li>Educar a los pacientes sobre estas inmunizaciones.</li><li>Considerar administrar la vacuna contra el VPH y la hepatitis durante citas médicas de rutina.</li><li>Recordar la importancia de completar el esquema en vacunas que ameritan más de una dosis.</li></ul><h3><strong>5. Profilaxis previa a la exposición al VIH (PrEP)<sup>3</sup></strong></h3><h4><strong>5.1. Sensibilización sobre profilaxis<sup>3</sup></strong></h4><ul><li>Generar conciencia entre las comunidades con mayores necesidades de salud sexual.</li><li>Brindar apoyo e información a los grupos comunitarios locales importantes para sensibilizar sobre la importancia de la PrEP.</li></ul><h4><strong>5.2. Diseño de los servicios<sup>3</sup></strong></h4><ul><li>Ofrecer espacios acogedores y accesibles para los diferentes grupos de personas.</li><li>Capacitar y sensibilizar a los profesionales de salud sobre los grupos de individuos que son elegibles para la PrEP.</li></ul><h4><strong>5.3. Acceso a los servicios<sup>3</sup></strong></h4><ul><li>Los servicios sin profilaxis deben conectar con aquellos que sí ofrecen PrEP para referir a los pacientes interesados.</li><li>Asegurar las vías de derivación entre los servicios que brindan profilaxis y aquellos que no.</li></ul><h4><strong>5.4. Prescripción<sup>3</sup></strong></h4><ul><li>Ofrecer la PrEP a pacientes con mayor riesgo de contraer VIH.</li><li>Apoyar a individuos que reciben PrEP en aspectos como decisiones sobre el uso de métodos de barrera, asistencia a seguimiento, realización de pruebas regulares de VIH e ITS cada 3 meses.</li><li>Hacer seguimiento a pacientes que reciben PrEP.</li><li>Vigilar la función renal de quienes siguen este tipo de profilaxis.</li><li>Apoyar la adherencia al tratamiento.</li></ul>

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Guía para la prevención de infecciones de transmisión sexual, 2022

Revise la guía de práctica clínica actualizada de 2022 sobre la prevención de infecciones de transmisión sexual. Lea más acá.   