La Asociación Americana de Endocrinología Clínica (AAEC) ha publicado su nueva guía para orientar en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de hígado graso no alcohólico (EHGNA) a endocrinólogos y médicos de atención primaria, profesionales de salud y demás partes interesadas.1 Esta guía ofrece unas recomendaciones basadas en la evidencia para el diagnóstico y tratamiento oportuno de esta patología y así evitar su progresión hacia cirrosis o cáncer hepático.

La EHGNA es una dolencia que ha venido en aumento (25% de la población mundial) y guarda estrecha relación con enfermedades como la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2.2 A esto se suma el agravante de que menos del 5% de las personas que la padecen son conscientes de su patología y su desenlace en esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) se encuentra entre las principales causas de cáncer hepático.3Tras la revisión e inclusión de 385 referencias bibliográficas, la guía de la AACE incluye 34 recomendaciones. 1 En la primera parte de esta publicación se abordará todo lo relacionado con las recomendaciones de diagnóstico, y en la segunda parte, el manejo, además del diagnóstico y tratamiento en niños.Diagnóstico. Recomendaciones1Aspectos para considerar el diagnóstico de “alto riesgo” de fibrosis clínicamente significativa y riesgo de cirrosis1<ul><li>Pacientes con obesidad o características de síndrome metabólico, prediabetes o diabetes mellitus (DM2) y esteatosis hepática. Se debe diagnosticar por imágenes o niveles elevados de aminotransferasa en plasma por más de 6 meses. (Evidencia Grado B)</li><li>Personas que se someten a cirugía bariátrica deben ser valoradas para detectar la presencia y la gravedad de EHNA. Debe recomendarse una biopsia hepática si la estratificación prequirúrgica sugiere un riesgo indeterminado o alto de fibrosis hepática. (Evidencia Grado B)</li></ul>Recomendaciones para el uso de análisis de sangre en el diagnóstico de EHGNA con fibrosis clínicamente significativa (etapas F2-F4) en adultos1<ul><li>Usar cálculos de predicción de fibrosis hepática para evaluar el riesgo de EHGNA con fibrosis hepática. La prueba inicial no invasiva preferida es el puntaje de fibrosis-4 (FIB-4). (Evidencia Grado B)</li><li>Considerar a las personas que pertenecen a los grupos de "alto riesgo" que tienen una puntuación FIB-4 indeterminada o alta para realizar elastografía transitoria (LSM) o un examen sanguíneo para evaluar fibrosis hepática (ELF) (mide los niveles de inhibidor tisular de metaloproteinasas 1, propéptido amino-terminal de procolágeno tipo III y ácido hialurónico y se utiliza para estimar la tasa de metabolismo de la matriz extracelular del hígado que refleja la gravedad de la fibrosis hepática) según esté disponible. (Evidencia Grado B)</li></ul>Estudio de imágenes para el diagnóstico de EHGNA con fibrosis clínicamente significativa (etapas F2-F4) en adultos1<ul><li>Se debe preferir el uso de elastografía de transición de vibración controlada (VCTE)  para la identificación de la enfermedad avanzada y predecir los resultados relacionados con el hígado. Además, se pueden considerar enfoques de imagen alternativos, incluida la elastografía por ondas de corte (menos validada) y/o la elastografía por resonancia magnética (más precisa, pero con un alto costo y disponibilidad limitada; es mejor si lo ordena un hepatólogo para casos seleccionados). (Evidencia Grado B)</li></ul>Sugerencias para el diagnóstico de EHGNA en personas con diabetes mellitus y detección de fibrosis1<ul><li>En personas con DM2, se debe considerar la detección de fibrosis clínicamente significativa (etapas F2-F4) mediante el FIB-4, incluso si tienen niveles normales de enzimas hepáticas. (Evidencia Grado B)</li><li>En personas con DM1, se puede considerar la detección de la fibrosis clínicamente significativa (etapas F2-F4) usando el FIB-4, solo si hay factores de riesgo como obesidad, características de síndrome metabólico, niveles elevados de aminotransferasa en plasma (&gt;30 U/L), o esteatosis hepática en las imágenes. (Evidencia Grado C)</li><li>Se debe estratificar el riesgo de las personas con DM2 o DM1 con factores de riesgo cardio metabólicos y/o niveles elevados de aminotransferasa en plasma (&gt;30 U/L) utilizando la prueba FIB-4, elastografía y/o ELF. (Evidencia Grado B)</li></ul>Aspectos para definir la remisión a gastroenterología1<ul><li>Personas con niveles elevados de alanina aminotransferasa (ALT) o aspartato aminotransferasa (AST) de manera persistente y/o con esteatosis hepática en imágenes y riesgo indeterminado (FIB-4, 1.3-2.67; LSM, 8-12 kPa; o prueba ELF, 7.7-9.8) o alto riesgo (FIB-4, &gt;2.67; LSM, &gt;12 kPa; o prueba ELF, &gt;9.8), obtenidos a partir del análisis de sangre y/o imágenes, deben ser remitidos a un gastroenterólogo o hepatólogo para una evaluación adicional. (Evidencia Grado B)</li><li>Se debe remitir a las personas con evidencia clínica de enfermedad hepática avanzada (ascitis, encefalopatía hepática, várices esofágicas o evidencia de disfunción hepática sintética) a un gastroenterólogo/hepatólogo para recibir atención adicional. (Evidencia Grado B)</li></ul>También puede interesarle: <a href="https://www.docred.com/guias/gu-esteatosis-hepatica-alcoholica" target="_self">Esteatosis hepática no alcohólica</a> Comentario EditorialEl número de personas remitidas al gastroenterólogo o endocrinólogo suele ser limitado. Aquí es cuando los equipos de atención primaria en salud se vuelven protagonistas en la detección, tratamiento y remisión oportuna de enfermedades como el hígado graso no alcohólico para evitar el desenlace en cirrosis o cáncer hepático. Con el aumento en la prevalencia de exceso de peso y diabetes mellitus estamos ante un panorama preocupante en la salud hepática, no se puede ni se debe bajar la guardia.

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