La dismenorrea es una afección común que afecta a muchas mujeres durante sus años reproductivos. Su evaluación incluye revisión exhaustiva de síntomas y antecedentes médicos, y el tratamiento comprende antiinflamatorios no esteroides (AINE) como primera línea y anticonceptivos orales. También se recomienda reevaluación en 3 y 6 meses para verificar si los síntomas persisten. Esta enfermedad impacta la calidad de vida de las pacientes, por esto, su importancia de abordaje y gestión oportunas. 

<h3><strong>Generalidades</strong></h3><p>La dismenorrea se define como menstruación dolorosa que afecta a las adolescentes y mujeres durante sus años de menstruación. La prevalencia varía de 45 a 95% de todas las pacientes que menstrúan.<sup>1</sup> </p><p>Esta enfermedad tiene repercusiones significativas en los ámbitos social, educativo y económico. Es la causa principal del ausentismo recurrente y de corta duración en la escuela o el trabajo entre las mujeres en edad fértil.<sup>1</sup></p><p>Estudios señalan que 20% de las niñas y mujeres falta a la escuela o la universidad debido a la dismenorrea, y 40% experimenta impacto negativo en su rendimiento académico o su capacidad de concentración. Además, 37% reduce su participación en otras actividades, como eventos sociales o deportivos.<sup>1</sup> </p><h3><strong>Tipos de dismenorreas<sup>1,2</sup></strong></h3><h4><strong>Primaria </strong></h4><p>El mecanismo principal implica la hipercontractilidad y vasoconstricción del miometrio uterino debido a niveles elevados de prostaglandinas, sobre todo la prostaglandina F2α (PGF2α) y la prostaglandina E2 (PGE2). La PGF2α parece tener efecto directo en la sensibilización de los receptores del dolor, y su concentración elevada en el fluido menstrual está asociada con mayor intensidad del dolor.<sup>1</sup> Los síntomas clásicos incluyen dolor pélvico tipo cólico en la parte inferior del abdomen con ciertas características y manifestaciones adicionales (figura 1).<sup>2</sup> </p><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1717773750/Figura_1_Sintomas_clasicos_de_dismenorrea_primaria_76fd941803.webp" /></figure><h4><i><strong>Factores de riesgo<sup>1</sup></strong></i></h4><p>Aunque existen factores de riesgo (figura 2), también se informan elementos protectores como el aumento de la edad, la paridad, el ejercicio y el uso de anticonceptivos orales (ACO).</p><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1717773757/Figura_2_Factores_de_riesgo_de_dismenorrea_primaria_b421814711.webp" /></figure><h4><strong>Secundaria<sup>1</sup> </strong></h4><p>Es el dolor menstrual atribuido a una patología pélvica subyacente. La endometriosis es la etiología más común, pero otras incluyen anomalías obstructivas y no obstructivas congénitas o adquiridas, como malformaciones müllerianas, adenomiosis, leiomiomas, masas pélvicas e infecciones.</p><p>Los síntomas incluyen el empeoramiento del dolor pélvico, sangrado anormal, flujo vaginal, dispareunia y la falta de respuesta a los AINE o tratamientos hormonales.</p><h3><strong>Evaluación<sup>1</sup></strong></h3><p>Abarca revisión exhaustiva de síntomas e historial médico completo, que incluye antecedentes médicos, quirúrgicos, ginecológicos, menstruales y familiares, así como el tratamiento recibido hasta la fecha. </p><p>El examen pélvico no es necesario de manera rutinaria si los antecedentes sugieren dismenorrea primaria, aunque debe llevarse a cabo, junto con ecografía pélvica, si hay indicadores de dismenorrea secundaria. </p><p>En mujeres sexualmente activas, se debe descartar embarazo y considerar la detección de infecciones. Dado que tanto la dismenorrea primaria como la secundaria suelen responder a la misma terapia, el inicio del tratamiento no debe esperar a la confirmación del diagnóstico.</p><h3><strong>Tratamiento<sup>1,3</sup></strong></h3><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1717773772/Figura_3_Algoritmo_para_tratamiento_de_dismenorrea_c6f835c50b.webp" /></figure><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1717773777/Figura_4_Otros_agentes_terapeuticos_962463d421.webp" /></figure><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1717773786/Figura_5_Opciones_quirurgicas_para_dismenorrea_a9ef486748.webp" /></figure><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1717773789/Tabla_1_Dosis_de_antiinflamatorios_no_esteroideos_81d66bd262.webp" /></figure><h3><strong>Perlas clínicas</strong></h3><ul><li>Entre 45 y 95% de las mujeres en edad reproductiva experimenta dismenorrea.<sup>1</sup></li><li>Diferenciar entre dismenorrea primaria (sin patología subyacente) y secundaria (con patología pélvica).<sup>1</sup></li><li>Síntomas de dismenorrea primaria: dolor pélvico tipo cólico, náuseas, vómitos, fatiga, cefaleas y diarrea.<sup>2</sup></li><li>Tener en cuenta factores de riesgo como menarquia temprana, nuliparidad, antecedentes familiares, y trastornos psicológicos.<sup>1</sup></li><li>Realizar historial médico completo y, si es necesario, examen pélvico y ecografía.<sup>1</sup></li><li>Iniciar tratamiento primera línea AINE, y ACO combinados.<sup>3</sup></li></ul><p> </p><figure class="poll" data-id="1100">{ Poll ID: 1100}</figure><p> </p>

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