La Asociación para la Educación Médica en Europa (AMEE), consolidada hoy como referente mundial en la educación médica y de los profesionales de la salud, aborda a través del desarrollo de esta guía la mentoría como una relación bidireccional que se fundamenta en cuatro fases: iniciación, cultivación o crecimiento, separación, redefinición. Esto puede vivenciarse de acuerdo con las necesidades en una variedad de principios teóricos y estrategias prácticas. De igual manera, se reconocen los desafíos y las diferencias que pueden fortalecer el vínculo mentor-aprendiz.

La mentoría puede definirse como el proceso en el que se guía (mentor) a otro individuo (aprendiz) para que, potencialmente, se desarrolle y reflexione sobre su horizonte personal y profesional1.En la formación y educación de profesionales de la salud (EPS), se ha reconocido ampliamente el rol de la mentoría como parte del éxito laboral y personal.1 Se considera un proceso bidireccional que ofrece beneficios tanto al mentor como al aprendiz. También se concibe como una herramienta que permite mejorar el desempeño, el compromiso y la colaboración multidisciplinar en las instituciones.2-3<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1704517542/Tabla_1_Tablas_guia_AMEE_Mesa_de_trabajo_1_copia_18_01_4220c1a030.webp" /></figure><h3>Principios teóricos de la mentoría</h3>El marco conceptual de la mentoría se fundamenta en las teorías psicosociales y de aprendizaje, las cuales se resaltan en la tabla 2.<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1704517585/Tabla_2_Tablas_guia_AMEE_Mesa_de_trabajo_1_copia_18_02_6837a2d1c0.webp" /></figure><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1704517598/Figura_1_Tablas_guia_AMEE_Mesa_de_trabajo_1_copia_18_03_de59c20f52.webp" /></figure><h3>Fases de la mentoría</h3>Se reconocen generalmente cuatro fases en la relación mentor-aprendiz (tabla 3).<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1704517610/Tabla_3_Tablas_guia_AMEE_Mesa_de_trabajo_1_copia_18_04_4f8393c8e3.webp" /></figure><h4>Perlas clínicas</h4><ul><li>De manera habitual, la mentoría es de estructura diádica (trabajo uno a uno); no obstante, esta dinámica ha evolucionado y se cuenta con formatos como grupo de mentores, tutoría entre pares, red de mentoría.</li><li>La relación de mentoría plantea grandes desafíos, por lo que es necesario mantener compromiso, metas reales, evaluar progreso y crecimiento, y retroalimentar.</li><li>Este proceso bidireccional puede nublarse por superposición de roles o sobrecarga laboral del mentor (especialmente en instituciones con pocos recursos y falta de personal capacitado), así como por el aumento de la carga emocional cuando el aprendiz atraviesa por dificultades personales, académicas o profesionales profundas.</li><li>La integridad de la relación mentor-aprendiz puede fracturarse cuando hay falta de conciencia cultural o sesgos por estereotipos, así como baja compatibilidad entre las partes. </li><li>Se resaltan retos éticos de la mentoría: confidencialidad, conflicto de intereses, desequilibrios de poder, dificultades en mantener los límites.</li></ul>ConclusiónLa mentoría hace parte de la formación y enseñanza de tutores y aprendices, y permite el desarrollo de conocimiento, habilidades, fortalecimiento de valores, así como el perfeccionamiento profesional y la reflexión personal en los escenarios de práctica. Las instituciones de educación para profesionales de la salud deben propender por una cultura de seguridad psicológica y la capacitación de sus colaboradores, para minimizar los riesgos éticos de la relación mentor-aprendiz.<figure class="poll" data-id="950">{ Poll ID: 950}</figure>

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Educación para profesionales de la salud: Guía AMEE 167 para mentores y aprendices

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