La guía publicada en 2023 por la Academia Coreana de Medicina de Rehabilitación ofrece un conjunto de recomendaciones y sugerencias basadas en evidencia para el abordaje de la disfagia orofaríngea (DO) en población adulta sin enfermedad neurológica progresiva de base. El diagnóstico etiológico temprano reduce el riesgo de complicaciones graves como la neumonía aspirativa, la malnutrición y la asfixia. 

La guía publicada en 2023 por la Academia Coreana de Medicina de Rehabilitación ofrece un conjunto de recomendaciones y sugerencias basadas en evidencia para el abordaje de la disfagia orofaríngea (DO) en población adulta sin enfermedad neurológica progresiva de base. El diagnóstico etiológico temprano reduce el riesgo de complicaciones graves como la neumonía aspirativa, la malnutrición y la asfixia. Lo más importante de las guías  <ul><li>La DO es un trastorno en la deglución que dificulta o impide el tránsito del bolo alimenticio a nivel de la boca o la faringe.1</li><li>Puede afectar a más de la mitad de las personas &gt; de 65 años hospitalizadas.1,2 </li><li>Los pacientes suelen desatender la DO en sus etapas tempranas, lo que conlleva retraso en el diagnóstico causal.1</li><li>Es recomendable contar con protocolos institucionales para la detección precoz de los pacientes en riesgo.1 </li><li>El tamizaje se efectúa con pruebas autoadministradas, como el <a href="https://d.docs.live.net/d78f632b1aa18cf1/Documentos/1.%09https:/www.docred.com/articulos/EAT-10-disfagia-10-preguntas" target="_self">cuestionario EAT-10</a>.1,2</li><li>También se puede hacer tamizaje con estrategias de examen al pie de la cama, como el test del agua (90 mL) o el método mediante volumen-viscosidad, entre otros.1,2</li><li>La videofluoroscopia es el examen de referencia, si bien existen otras opciones para confirmar el diagnóstico.1 </li><li>Es primordial localizar la fase de la deglución, en la que se produce la DO, porque los tratamientos se definen según si el problema es mecánico, obstructivo o farmacológico.2</li><li>En general, es necesario vigilar el compromiso nutricional y psicológico de los pacientes, por cuanto los equipos multidisciplinarios son la mejor alternativa para el tratamiento de la DO.1-3   </li></ul><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1717079548/Tabla_1_Principales_causas_no_farmacologicas_de_la_DO_3_f4218ee289.webp" /></figure>Durante la anamnesis, hay cuatro características de la DO que deben interrogarse:<ol><li>Problemas para iniciar la deglución</li><li>Tos asociada a la deglución</li><li>Regurgitación postnasal</li><li>Varios esfuerzos para deglutir un mismo bolo alimenticio.2</li></ol>Tratamiento<ul><li>La valoración nutricional temprana siempre está indicada. Se debe revisar el aporte de nutrientes requerido y el cambio en la textura de los alimentos y fluidos, para facilitar la ingesta y reducir el riesgo de complicaciones. 1,2</li><li>Eliminar la causa desencadenante de la disfagia es tan importante como garantizar la rehabilitación del paciente y prevenir las complicaciones graves.1,3</li><li>Los ejercicios de fortalecimiento de la musculatura oral y faríngea suelen reducir el riesgo de neumonía por aspiración.1,2</li><li>Las medidas posturales compensatorias y los ejercicios de cabeza y cuello recomendados por fisiatría y fonoaudiología son efectivos para mejorar la deglución, una vez corregida la causa primaria de la disfagia.1,2</li><li>La estimulación eléctrica de los nervios sensoriales periféricos de faringe y laringe también puede ayudar a proteger a los pacientes de una eventual aspiración, siempre que la disfagia no sea de causa neurodegenerativa.1,2</li><li>Medicamentos como capsaicina o mentol pueden estimular los canales de receptores de potencial transitorio (TRP), con lo que se mejoran los reflejos protectores de la vía aérea superior y se puede acortar el tiempo de la deglución.1</li><li>La inyección con toxina botulínica en el músculo cricofaríngeo puede ser una alternativa frente a la indicación de miotomía o de dilatación con balón.1 </li><li>Cuando se les proporciona información a los pacientes sobre su desempeño, mediante electromiografía o ultrasonido, las intervenciones de rehabilitación tienen mejores resultados.1</li><li>La valoración odontológica es esencial para corregir los problemas que impiden el sellado adecuado de la boca durante la deglución 1,2</li><li>En aquellos pacientes donde la condición desencadenante de la disfagia es crónica puede requerirse la alimentación enteral. La sonda nasogástrica tiene complicaciones como la neumonía aspirativa, la esofagitis por reflujo y la úlcera mecánica esofágica, por lo que la gastrostomía es una alternativa para mejorar el pronóstico y la sobrevida en pacientes con condiciones neurológicas que no pueden resolverse en el corto plazo.1</li></ul><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1717079572/Figura_1_Abordaje_institucional_de_la_DO_1_75535dfd05.webp" /></figure>Perlas clínicas<ul><li>El tamizaje temprano es una recomendación fuerte para reducir el riesgo de complicaciones graves, especialmente el de neumonía aspirativa.1-3</li><li>El estándar de oro para el diagnóstico imagenológico de la disfagia es la videofluoroscopia, que permite visualizar la deglución en tiempo real.1-3</li><li>Las pruebas diagnósticas simples involucran la ingesta de agua o comida para verificar las características de la disfagia. Son adecuadas cuando no existe un riesgo inminente de aspiración o asfixia.1</li><li>En pacientes en quienes se identifica dificultad para tragar saliva o riesgo inminente de aspiración, las pruebas diagnósticas estandarizadas suelen ser mejor alternativa.1</li></ul><figure class="poll" data-id="1099">{ Poll ID: 1099}</figure>

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ARM 2023: guías de práctica clínica sobre diagnóstico y tratamiento de la disfagia orofaríngea

La disfagia orofaríngea es potencialmente fatal. Complicaciones graves como malnutrición y neumonía por aspiración se previenen con tamizaje precoz.