El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) brinda nuevas recomendaciones sobre el tratamiento de los trastornos premenstruales. Lea más acá.  

Los trastornos premenstruales comprenden un espectro de afecciones que incluyen el síndrome premenstrual (SPM) y el trastorno disfórico premenstrual (TDPM). Son dos condiciones que afectan a algunas mujeres durante la fase lútea y están presentes en aproximadamente el 90% de las mujeres. 1¿Qué es el síndrome premenstrual (SPM)?El SPM se caracteriza por la aparición de síntomas físicos, emocionales y conductuales que ocurren en la segunda mitad del ciclo menstrual, típicamente de una a dos semanas antes de la menstruación. Los síntomas varían de leves a moderados y pueden incluir: 1<ul><li>Síntomas emocionales y conductuales: como irritabilidad, ansiedad, tristeza, cambios de humor, fatiga, dificultad para concentrarse, alteraciones del sueño y deseos intensos de ciertos alimentos.1</li><li>Síntomas físicos: como sensibilidad o dolor en los senos, hinchazón abdominal, dolor de cabeza, aumento de peso, retención de líquidos, dolor muscular o articular y acné.1</li></ul>Los síntomas del SPM suelen mejorar o desaparecer con la llegada de la menstruación. Aunque el SPM es común y puede ser molesto, generalmente no interfiere de manera significativa con la vida diaria.1¿Qué es el trastorno disfórico premenstrual (TDPM)?El TDPM es una forma más grave del SPM. Mientras que este último puede causar molestias, el TDPM provoca síntomas emocionales y físicos tan intensos que interfieren significativamente con la vida cotidiana, el trabajo, las relaciones sociales y la calidad de vida en general. Los síntomas del TDPM pueden incluir: 1<ul><li>Síntomas emocionales y conductuales más intensos: depresión grave, sentimientos de desesperanza, ansiedad extrema, irritabilidad severa, cambios de humor extremos, ataques de llanto, enojo o tensión interpersonal y pensamientos suicidas. 1</li><li>Síntomas físicos intensos: dolor en los senos, dolores de cabeza, hinchazón, dolor muscular y articular, y fatiga extrema. 1</li></ul>Para ser diagnosticado con TDPM, los síntomas deben ser lo suficientemente graves como para interferir significativamente con la vida social, laboral y otros aspectos importantes del funcionamiento diario, y deben ocurrir de manera consistente en la mayoría de los ciclos menstruales durante el último año.2<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1725975493/Figura_1_Guia_para_el_tratamiento_de_los_trastornos_premenstruales_GRAF_Mesa_de_trabajo_1_copia_18_01_76cdf68af6.webp" /></figure> <figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1725975520/Figura_2_Guia_para_el_tratamiento_de_los_trastornos_premenstruales_GRAF_Mesa_de_trabajo_1_copia_18_02_90d2a21f8a.webp" /></figure>¿Cómo se realiza el diagnóstico de los trastornos premenstruales?Se hace principalmente mediante un proceso de exclusión, donde se descartan otras posibles causas de los síntomas premenstruales, como distintos trastornos del estado de ánimo o condiciones médicas generales.2<ol><li>Se realiza una evaluación completa del historial médico del paciente y de sus síntomas. Esto incluye la documentación de la frecuencia, duración y severidad de los síntomas.2</li><li>Se recomienda el monitoreo prospectivo de los síntomas durante mínimo dos ciclos menstruales consecutivos con un diario de síntomas o un calendario para identificar el patrón y la severidad de los síntomas a lo largo del ciclo menstrual. Este registro ayuda a mitigar el sesgo de recuerdo y la atribución incorrecta de los síntomas únicamente a la fase premenstrual. 2</li><li>Para diagnosticar el TDPM, los criterios del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) requieren la presencia de mínimo cinco síntomas en la semana previa al inicio de la menstruación, mejorando unos días después del inicio del periodo menstrual y desapareciendo en la semana posterior. Al menos uno de los síntomas debe ser afectivo clave, como labilidad emocional, irritabilidad, depresión marcada o ansiedad. 2</li><li>Se deben descartar otros trastornos del estado de ánimo o condiciones médicas que puedan explicar los síntomas. Esto incluye el uso de herramientas de detección para evaluar pensamientos y comportamientos suicidas, ya que los trastornos premenstruales están asociados con una mayor probabilidad de suicidio y autolesiones no suicidas. 2</li><li>Si los resultados del diario de síntomas son inconclusos, se puede considerar el uso de una prueba de tratamiento con agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) durante tres meses para suprimir la función hormonal ovárica, lo que puede ayudar a confirmar el diagnóstico. 2</li></ol>Recomendaciones clínicas para el tratamientoSegún las guías de práctica clínica del ACOG, existen varias opciones de tratamiento basadas en la evidencia:1<ul><li>Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): recomendados para el manejo de los síntomas afectivos premenstruales, como la irritabilidad y la ansiedad. Se consideran una opción de primera línea debido a su eficacia comprobada. Algunos son sertralina, paroxetina y fluoxetina.1,3</li><li>Anticonceptivos orales combinados (ACOS): sugeridos para el manejo general de los síntomas premenstruales. Su eficacia es más notable en la reducción de los síntomas físicos y funcionales, aunque pueden no ser tan efectivos para los depresivos premenstruales. 1,3</li><li>Terapia cognitivo-conductual (TCC): útil para el manejo de los síntomas afectivos premenstruales. La TCC ayuda a reestructurar los patrones de pensamiento negativos y proporciona técnicas de manejo del estrés y habilidades de afrontamiento. 1</li><li>Agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH): sugeridos en conjunto con terapia hormonal de respaldo para adultos con síntomas premenstruales severos y refractarios. Esta opción se considera cuando otros tratamientos han fallado. 1,3</li><li>Ejercicio regular: ayuda a manejar los síntomas físicos y afectivos premenstruales. El ejercicio moderado regular puede tener beneficios generales para la salud y para los síntomas premenstruales. 1</li><li>Suplementación de calcio: mitiga los síntomas físicos y afectivos premenstruales. La suplementación diaria de 1.000-1.200 mg puede ser parte de un enfoque integral para su manejo. 1,3</li><li>Acupuntura: indicada como parte de un enfoque holístico para el manejo de los síntomas premenstruales, especialmente para aquellos pacientes que rechazan o no pueden recibir tratamiento médico convencional.1</li><li>Antiinflamatorios no esteroideos (AINE): recomendados para el manejo de los síntomas de dolor premenstrual. Pueden ayudar a reducir el dolor abdominal y otros síntomas físicos relacionados con la menstruación, así como algunos síntomas relacionados con el estado de ánimo, que puede ser un efecto indirecto de la mejoría del dolor. 1</li></ul>Por lo tanto, el uso de  AINE durante la fase lútea tardía o cuando aparecen los síntomas son una opción de tratamiento de bajo riesgo y fácilmente disponible. 1<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1725975577/Tabla_1_Guia_para_el_tratamiento_de_los_trastornos_premenstruales_GRAF_Mesa_de_trabajo_1_copia_18_03_4bb6e8f51f.webp" /></figure><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1725975614/Figura_3_Guia_para_el_tratamiento_de_los_trastornos_premenstruales_GRAF_Mesa_de_trabajo_1_copia_18_04_e444c0995d.webp" /></figure>Tratamiento quirúrgicoLas indicaciones para el tratamiento quirúrgico de los trastornos premenstruales, según las guías de práctica clínica del ACOG, se reservan para casos específicos en los que otros tratamientos no han tenido éxito. El tratamiento quirúrgico considerado es la ooforectomía bilateral con o sin histerectomía.1La ooforectomía bilateral puede considerarse para pacientes adultas que presentan síntomas premenstruales severos que no han respondido a otros tratamientos médicos.1Las pacientes deben ser debidamente informadas sobre los riesgos asociados con la cirugía, incluidos los riesgos de menopausia prematura, efectos a largo plazo sobre la salud ósea, salud cardiovascular y la irreversibilidad del procedimiento.Se aconseja un periodo de prueba de terapia con agonistas de GnRH (con o sin tratamiento adicional con estrógenos) antes de la cirugía para predecir la respuesta de la paciente al manejo quirúrgico. Esto ayuda a determinar si la supresión hormonal es eficaz para aliviar los síntomas, lo que puede predecir una respuesta favorable a la ooforectomía. La cirugía debe considerarse como una opción de último recurso para el manejo de los trastornos premenstruales graves y solo después de un exhaustivo proceso de toma de decisiones compartida con la paciente.1Perlas clínicas<ul><li>Los trastornos premenstruales comprenden un espectro de afecciones que incluyen el síndrome premenstrual (SPM) y el trastorno disfórico premenstrual (TDPM).1</li><li>El SPM se caracteriza por la aparición de síntomas físicos, emocionales y conductuales que ocurren en la segunda mitad del ciclo menstrual, típicamente de una a dos semanas antes de la menstruación. 1</li><li>El TDPM es una forma más grave del SPM. Mientras que este último puede causar molestias, el TDPM provoca síntomas emocionales y físicos tan intensos que interfieren significativamente con la vida cotidiana. 1</li><li>El estrés y los factores emocionales pueden agravar los síntomas de los trastornos premenstruales.1</li><li>Los ISRS están recomendados para el manejo de los síntomas afectivos premenstruales, como la irritabilidad y la ansiedad.1</li><li>La acupuntura está indicada como parte de un enfoque holístico para el manejo de los síntomas premenstruales, especialmente para aquellos pacientes que rechazan o no pueden recibir tratamiento médico convencional.1</li></ul> <figure class="poll" data-id="1184">{ Poll ID: 1184}</figure>

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Guía para el tratamiento de los trastornos premenstruales, ACOG 2024

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