La gastroscopia es un procedimiento médico común con una baja tasa de complicaciones. La mayoría de las complicaciones están relacionadas con problemas respiratorios o incidentes cardiovasculares, especialmente en pacientes sedados. La embolia gaseosa sistémica secundaria a gastroscopia es una de las complicaciones más graves. A continuación, se describe un caso de embolia gaseosa sistémica relacionada con una gastroscopia en un paciente de 73 años:<h3>Introducción</h3>La embolia gaseosa vascular surge como consecuencia de la entrada de aire o gas suministrado exógenamente desde una comunicación con el medio ambiente y la vasculatura venosa o arterial, produciendo efectos sistémicos.  La verdadera incidencia de la embolia gaseosa venosa se desconoce, debido a que en muchos casos es subclínica y, por lo tanto, no se reporta.  La embolia gaseosa es una complicación endoscópica rara con una alta tasa de mortalidad y se manifiesta como inestabilidad cardiopulmonar y síntomas neurológicos. El diagnóstico no es fácil y los síntomas pueden superponerse con los síntomas cardiopulmonares relacionados con la sedación. Los síntomas neurológicos pueden ser atribuidos a un accidente cerebrovascular isquémico o hemorrágico. <h3>Caso clínico </h3>Varón de 73 años que fue remitido para gastroscopia por dolor epigástrico, náuseas y vómitos recurrentes. El examen físico reveló una masa palpable en la región epigástrica. Como antecedente de importancia, presentaba un cáncer gástrico con metástasis al colon transverso y ganglios regionales, por lo que se le había realizado una gastrectomía total con resección de colon transverso.  Después de la resección, una tomografía computarizada (TC) de control mostró un área nodular heterogénea de 18 mm, sugerente de tumor residual. El paciente no había asistido a controles en los últimos 2 años. Se realizó una gastroscopia con aire ambiente. El esófago tenía un aspecto normal, y se encontró una masa que obstruía completamente la luz distal a la anastomosis yeyuno-yeyunal. Se obtuvieron varias biopsias de la masa con sangrado autolimitado. Poco después del procedimiento, el paciente sufrió in síncope, fue colocado inmediatamente en la posición de Trendelenburg e ingresado a la unidad de cuidados intensivos. Al examen físico estaba somnoliento, bradicárdico e hipotenso, con palidez, diaforesis y una amplitud de pulso débil.  <figure class="poll" data-id="169">{ Poll ID: 169}</figure> El electrocardiograma mostró una elevación del segmento ST en las derivaciones II, III y aVF. (Imagen 1) <figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1631577434/Imagen_1_ELECTROCARDIOGRAMA_PREVIO_d323b542ac.webp" /><figcaption>Imagen1: electrocardiograma compatible con infarto agudo de miocardio de cara inferior.</figcaption></figure>El ecocardiograma transtorácico y la ecografía abdominal (Imágenes 2 y 3) evidenciaron gran cantidad de émbolos aéreos tanto en cavidades derechas e izquierdas y signos de neumobilia. <figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1631577502/Imagen_2_ECOCARDIOGRAMA_625a345f6b.webp" /><figcaption>Imagen 2: se pueden observar émbolos aéreos a nivel cardiaco. </figcaption></figure><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1631577571/Imagen_3_ECOGRAFIA_ABDOMINAL_f17469b128.webp" /><figcaption>Imagen 3: ecografía abdominal que muestra neumobilia.</figcaption></figure><h3>Evolución</h3>Se administró inmediatamente oxigenoterapia al 100% junto con heparina de bajo peso molecular, terapia antiplaquetaria e hidratación intravenosa con solución salina isotónica. Poco después de la reanimación, el paciente recuperó su nivel de conciencia manteniendo estabilidad hemodinámica, con un ritmo cardíaco regular y una frecuencia cardiaca de 100 latidos / min. El electrocardiograma de seguimiento no evidenció signos de isquemia. (Imagen 4) <figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1631577689/Imagen_4_ELECTROCARDIOGRAMA_LUEGO_DEL_TRATAMIENTO_6aa63ac6d6.webp" /><figcaption>Imagen 4: electrocardiograma de control luego del tratamiento.</figcaption></figure> El ecocardiograma de control evidenció menos émbolos aéreos. Los niveles de troponina fueron normales. Al día siguiente, la tomografía computarizada no mostró signos de isquemia aguda, mientras que la TC abdominal confirmó una lesión sólida expansiva del páncreas con infiltración del hígado, colon transverso y grandes vasos cercanos. El paciente permaneció hemodinámicamente estable y fue dado de alta 14 días después.<h3>Discusión</h3>Las principales contraindicaciones para realizar una gastroscopia incluyen perforación, inestabilidad hemodinámica, distrés respiratorio y cooperación inadecuada del paciente.  Las complicaciones cardiopulmonares representan aproximadamente la mitad de la morbilidad y la mortalidad relacionada con los procedimientos endoscópicos, la mayoría de los cuales se evidencian en pacientes sedados. Ninguna de las contraindicaciones mencionadas anteriormente estaba presente en este paciente, y el procedimiento no se realizó bajo condiciones de anestesia general. En 2013, Donepudi et al. realizaron una revisión sistemática de embolización aérea relacionada con el procedimiento endoscópico. Ellos evaluaron 26 casos de embolia gaseosa sistémica tras colangiopancreatografía endoscopia retrógrada y 8 casos relacionados con gastroscopia. Los autores también informaron algunos casos de embolia gaseosa sistémica después de sigmoidoscopia y colonoscopia y un caso que ocurrió durante una ecografía endoscópica. En una revisión de 2009, Jennifer et al. analizaron 14 casos de embolización aérea relacionados con procedimientos endoscópicos. La presentación clínica más común de la embolización sistémica fue accidente cerebrovascular (n = 9), seguido de paro respiratorio (n = 7), parada cardiaca (n = 4) e inestabilidad hemodinámica (n = 3). La mayoría de los autores están de acuerdo en que es muy importante reconocer la embolización aérea como la causa de los síntomas cardiopulmonares y neurológicos que ocurren durante la gastroscopia.  Sin embargo, esto puede ser muy difícil porque la embolia gaseosa se manifiesta como una variedad de síntomas dependiendo de la cantidad de aire introducida en el torrente circulatorio. Los casos graves se caracterizan por enfermedades cardiovasculares, colapso y / o insuficiencia vascular aguda de varios órganos específicos, incluidos, entre otros, el cerebro, la médula espinal, el sistema cardiovascular y la piel. Aunque la electrocardiografía tiene una baja sensibilidad para la detección de embolia gaseosa, los hallazgos son similares los vistos con el tromboembolismo venoso e incluyen taquicardia, un patrón de distensión ventricular derecha y depresión del segmento ST.  También puede ocurrir isquemia miocárdica, como en este paciente. La ecocardiografía transesofágica tiene la mayor sensibilidad para detectar la presencia de aire en el tracto de salida del ventrículo derecho o en los principales vasos pulmonares. Una de las pruebas más utilizadas y sencillas para detectar embolia gaseosa es el ecocardiograma transtorácico, el cual fue muy útil en este caso clínico. La tomografía computarizada puede detectar el aire intravascular, pero tiene baja sensibilidad y especificidad (81% y 47%, respectivamente) y puede ser difícil de realizar en pacientes que están críticamente enfermos. La sospecha clínica más la importancia de la ecocardiografía como herramienta de diagnóstico para detección de embolia gaseosa es de suma importancia cuando se realizan procedimientos endoscópicos. También le puede interesar: <a href="https://www.docred.com/casos/ca-supervivencia-embolia-grasa-cirugia-estetica-primer-caso-reportado" target="_self">Supervivencia a embolia grasa por cirugía estética: Primer caso reportado</a>

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Embolismo sistémico como complicación de gastroscopia

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