Adolescente femenina de 15 años con dolor abdominal, pérdida de peso y masa abdominopélvica medial heterogénea, con gonadotropina coriónica humana elevada. Los estudios de imágenes muestran una masa en ovario derecho, y se hace diagnóstico histopatológico posquirúrgico. El cáncer de ovario es muy frecuente en mujeres posmenopáusicas, no en personas tan jóvenes, y este caso revisa lo que hay que tener en cuenta en esta población. 

Paciente de 15 años consulta por dolor abdominal, fiebre, pérdida de 6 kg en 2 meses, sin antecedentes médicos, quirúrgicos o familiares. Menarquia a los 12 años con ciclos regulares, vida sexual activa y última menstruación 3 meses antes de la consulta. Niega uso de alcohol, drogas o cigarrillo. Al examen físico, se palpa una masa abdominopélvica en hipogastrio de bordes irregulares de más de 12 cm de largo, sin signos de irritación peritoneal ni rigidez abdominal. Se realiza prueba de gonadotropina coriónica humana (hGC) con nivel de 150 U/mL.  La ecografía abdominal muestra una masa heterogénea de 110 x 101 mm en ovario derecho, con flujo arterial rápido, baja resistencia y líquido libre peritoneal; hCG, útero y resto de anexos normales. Se solicita prueba de antígeno de cáncer 125 (CA125), cuyo nivel es de 293 U/mL. Alfafetoproteína, lactato deshidrogenasa (LDH) y calcio sérico normales.En la tomografía se observa masa ovárica derecha de 100 x 90 x 90 mm, con componentes sólidos y líquidos en su interior, y a su lado, de manera separada, el ovario derecho de características normales. No se reportan metástasis ni linfadenopatías. Por lo anterior, se realiza extracción quirúrgica de la masa por laparoscopia exploratoria. Se observa una masa sólida irregular heterogénea quística con la cápsula rota, venas varicosas, líquido libre peritoneal abundante, no linfadenopatías ni invasión de estructuras adyacentes. También se realiza una salpingo-oforectomía derecha y citología peritoneal. El análisis histopatológico demuestra que la masa es un disgerminoma sin otros componentes tumorales como masa firme, lobulada o café. La citología del líquido peritoneal encuentra células cancerosas, por lo que, de acuerdo con la clasificación de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), se categoriza como FIGO IC, y el tumor-nódulo-metástasis (TNM) como T1C, N0, M0. Se realiza consulta de preservación de fertilidad y luego 3 ciclos de quimioterapia con etopósido, cisplatino y bleomicina, con evolución satisfactoria.<h4>¿Cómo se traduce esto en la práctica clínica?</h4>El cáncer de ovario tiene una incidencia de 6.6 por cada 100 000 mujeres, con una mortalidad de 4.2.2 Cuando es detectado en estadio I, 90% de las pacientes se pueden curar, y en estadio II, tienen una supervivencia de 70% a los 5 años. En estadios III a V se ha observado una supervivencia menor de 20%.3 Se han desarrollado varias maneras de hacer tamizaje para cáncer de ovario, como el estudio de próstata, pulmón, colorrectal y ovario (PLCO); el estudio de tamizaje de ovario de riesgo normal (NROSS), y el estudio colaborativo del Reino Unido en el tamizaje de cáncer de ovario (UCTOCS). En este último se observó que, en pacientes con riesgo normal, realizar ecografía transvaginal y CA125 de rutina incrementa el riesgo de cirugías por falsos positivos, mientras que en pacientes con factores de riesgo (antecedentes familiares de cáncer de ovario y portadoras de mutación del gen BRCA1/2 y de alteraciones cromosómicas) esta estrategia de tamizaje disminuye la mortalidad hasta 20%. Los seminomas ováricos o disgerminomas se desarrollan a partir de las células primordiales germinales y equivalen a 2% de todos los cánceres de ovario y a dos terceras partes de todas las neoplasias de ovario en menores de 20 años. Los disgerminomas son comunes en las mujeres en edad reproductiva, con un pico de incidencia en menores de 30 años.Los disgerminomas pueden ser asintomáticos o tener manifestaciones clínicas como dolor y distensión abdominales, masa abdominopélvica, sangrado vaginal, náuseas o fiebre. El dolor abdominal usualmente es secundario a torsión, ruptura o sangrado intraabdominal de los vasos sanguíneos del tumor. Su diagnóstico se realiza al final por histopatología, la cual usualmente consiste en extracción quirúrgica de la masa. Sin embargo, se realizan pruebas paraclínicas para su clasificación FIGO y TNM mediante LDH, hGC, CA125, fosfatasa alcalina, ecografía y tomografía abdominopélvica. Comentario editorial Aunque sus números parecen pequeños, el cáncer de ovario se considera un problema de salud pública, dada su incidencia, falta de tamizaje y alta mortalidad. Por esta razón, el control con ginecología desde la menarquia es importante para identificarlo tempranamente.<figure class="poll" data-id="916">{ Poll ID: 916}</figure>

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Caso clínico: gonadotropina coriónica humana elevada en una mujer no embarazada

Gonadotropina coriónica humana elevada en una mujer no embarazada es un cáncer sin diagnóstico. Revise aquí.