Existen diversos factores de riesgo para desarrollar infarto agudo de miocardio (IAM) posterior a trasplante renal (TR). Algunos de ellos son, el tratamiento con prednisona y tacrolimus, la hipertensión arterial crónica y la concentración plasmática elevada de ácido úrico. El siguiente caso clínico se trata de una mujer que posterior a una cirugía de TR presentó dolor torácico sugestivo de IAM y desarrolló una úlcera duodenal. La evolución fue favorable gracias a la intervención coronaria percutánea y el tratamiento con antiagregante plaquetario.

<figure class="poll" data-id="192">{ Poll ID: 192}</figure>Mujer de 56 años con historial de 48 horas de dolor torácico repetido que acude al servicio de urgencias. Dentro de los antecedentes médicos personales destacan hipertensión arterial desde hace 11 años, enfermedad renal en etapa terminal desde hace 3 años y trasplante renal hace 2 meses.  No se informaron antecedentes familiares importantes. Se realizó un electrocardiograma (ECG) que reportó elevación del ST en las derivaciones V1 a V4, y los resultados de las pruebas de laboratorio mostraron una elevación de la troponina I de alta sensibilidad, niveles altos de péptido natriurético cerebral amino terminal, así como de la creatina quinasa. El diagnóstico inicial fue de infarto agudo de miocardio (IAM).  La paciente se sometió a una intervención coronaria percutánea (ICP) después de la angiografía coronaria. Se colocó un stent liberador de fármaco en la lesión estenótica de la arteria descendente anterior izquierda.  Se inició doble antiagregación plaquetaria con aspirina 300 mg de carga y 100 mg/día de mantenimiento, y clopidogrel 300 mg de carga, y 75 mg/día de mantenimiento. Fue dada de alta del hospital 6 días después.  Un mes posterior de la ICP volvió a ingresar por oliguria y aumento de creatinina plasmática. Una ecografía doppler color mostró formación de cálculos renales en el riñón trasplantado. Los resultados de pruebas de laboratorio mostraron un nivel de ácido úrico (AU) en plasma de 553 µmol/L. Cuatro meses después, refirió antecedentes de melena y hematemesis de 24 horas y fue reingresada al hospital nuevamente. Recibió una infusión de 6 unidades de hematíes concentrados, y los resultados de la gastroscopia indicaron que había desarrollado una úlcera duodenal.  Un año después de la ICP, se cambió la terapia antiplaquetaria a solo clopidogrel 75 mg al día, y la paciente no desarrolló hemorragia gastrointestinal ni IAM.  <h3>DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES </h3>La revisión de este caso clínico identificó 3 características importantes, el IAM ocurrido 1 mes después del trasplante renal (TR), el cálculo renal desarrollado 1 mes después de la ICP y, la hemorragia digestiva alta desarrollada 4 meses después de la ICP.  Los factores de riesgo de IAM post-TR son los siguientes: <ul><li>Pacientes que reciben tratamiento con prednisona y tacrolimus.</li><li>Hipertensión arterial crónica.</li><li>Concentración plasmática elevada de ácido úrico.</li></ul>Además de estar presentes estos factores de riesgo, es probable que la paciente haya desarrollado lesiones en las arterias coronarias antes de su TR, aunque no presentaba manifestaciones clínicas.  Por lo tanto, es necesario fortalecer la monitorización de los factores de riesgo de IAM en el período de TR perioperatorio para reducir la incidencia de esta. Durante varios meses después de la ICP, se debió haber llevado a cabo una mayor monitorización de los niveles plasmáticos de creatinina y ácido úrico, así como exámenes de ecografía doppler renal durante varios meses.  La mejor monitorización permite identificar un nivel elevado de ácido úrico en plasma, lo que, a su vez, disminuye el riesgo de formación de cálculos renales en el riñón trasplantando y reduce el nivel de creatinina plasmática. Por otro lado, para prevenir la aparición de hemorragia digestiva alta debido a ulceración en estos pacientes, se deben realizar exámenes de laboratorio pertinentes en el período perioperatorio de ICP de emergencia para identificar infección por Helicobacter pylori.  Este caso clínico indica que se debe fortalecer el manejo de seguimiento de los pacientes con IAM post-TR con tratamiento ICP.

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Infarto agudo de miocardio posterior a trasplante renal

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