Este caso clínico se basa en una publicación de la revista BMJ Case Reports

<h3><strong>Impresión diagnóstica: infarto agudo de miocardio - pero las arterias coronarias están completamente normales</strong></h3><p>La paciente presenta dolor precordial con aumento progresivo de la intensidad que inicia hace hora y media. Su tensión arterial es de 130/80 mmHg, la frecuencia cardíaca de 67 /min, la frecuencia respiratoria de 18 /min, la saturación de 98% y la temperatura corporal se encuentra dentro de límites normales. </p><p>La auscultación cardiopulmonar es normal.  </p><p>El ECG muestra un ritmo sinusal con una progresión patológica de la onda R en las derivaciones anteriores y una inversión de la onda T en aVL y DI. </p><p>La función renal y el cuadro hemático están dentro de límites normales. Sin embargo, se evidencian niveles de troponina de 161 y 341 ng/l (valor de referencia &lt; 15 ng/l). Los médicos sospechan de un infarto agudo de miocardio sin elevación del segmento ST, por lo que se inicia la terapia con antiagregantes y anticoagulantes: ácido acetilsalicílico, ticagrelor y fondaparinux. </p><p>La paciente es ingresada al servicio de cardiología, donde se le coloca una infusión de nitroglicerina mientras la precordalgia persiste. Se realiza una angiografía coronaria, pero no se observan cambios patológicos, oclusión o estenosis. Sin embargo, los médicos observan una aquinesia/disquinesia en el segmento medio del ventrículo izquierdo. </p><h3><strong>Diagnóstico: Cardiomiopatía de Takotsubo</strong></h3><p>Un patrón similar se observa en la ecocardiografía, la cual se realiza el mismo día. La fracción de eyección del ventrículo izquierdo se estima entre 40 - 45%. Los cardiólogos establecen el diagnóstico de un síndrome de Takotsubo (también llamado cardiomiopatía de estrés o síndrome del corazón roto). El diagnóstico se confirma con los resultados de la resonancia magnética de corazón.</p><h3><figure class="poll" data-id="110">{ Poll ID: 110}</figure></h3><p>La paciente tiene una miocarditis a la edad de 25 años, sufre de migraña y hace dos años toma enalapril para el control de la tensión arterial. No se puede establecer un desencadenante agudo claro. Sin embargo, la paciente ha estado expuesta a una situación de estrés emocional durante un tiempo prolongado (su trabajo es exigente, su hijo tiene una enfermedad neuropsiquiátrica y epilepsia, su esposo tiene un síndrome de fatiga crónica, además ella cuida sus padres). En el 70% de los pacientes se puede identificar un desencadenante de<a href="https://www.docred.com/noticias/ne-pandemia-covid-19-eleva-niveles-estres-disminuye-resiliencia" target="_self"><span style="color:hsl(210,75%,60%)"> estrés </span></a>físico o emocional. </p><p>La paciente niega antecedentes de enfermedad cardiovascular en la familia, pero recuerda que su hermana gemela presentó síntomas similares hace unos años. En un control a los dos meses posterior al egreso, la paciente se ha recuperado completamente. </p><h3><strong>El médico duda del diagnóstico</strong></h3><p>A los 47 años, la hermana de la paciente acude al servicio de urgencias por presentar <a href="https://www.docred.com/casos/ca-adulto-joven-astenia-palpitaciones" target="_self"><span style="color:hsl(210,75%,60%)">palpitaciones</span></a> y dolor torácico. La profesora de kinder está pasando por la separación de su esposo y los síntomas aparecen después de una reunión laboral muy frustrante. </p><p>En el servicio de urgencias, los médicos registran una tensión arterial de 170/105 mmHg y en el ECG se observa un ritmo sinusal con una frecuencia cardíaca de 56 /min y una elevación del segmento ST apenas significativa junto una inversión de la onda T en varias derivaciones. Los médicos establecen el diagnóstico de infarto agudo de miocardio con elevación del ST. Sin embargo, en la angiografía coronaria no se observa oclusión de las arterias coronarias. Además, los hallazgos ecocardiográficos del ventrículo izquierdo son sugestivos un síndrome de Takotsubo. </p><p>La paciente es remitida a un hospital local más pequeño para continuar el manejo. Dado que en la ecocardiografía de control se observa una recuperación completa de la función ventricular, el médico tratante tiene dudas sobre el diagnóstico de IAM. La paciente se siente incomprendida. Seis años más tarde, los síntomas vuelven a aparecer durante un periodo estresante (cambio de trabajo y el cumpleaños).</p><h3><strong>¿Predisposición genética?</strong></h3><p>Los casos presentados son la primera descripción de un síndrome de Takotsubo en gemelos. Otros reportes de casos sugieren una predisposición genética para padecer esta cardiomiopatía. Diferentes estudios han evaluado el papel de varios polimorfismos de un solo nucleótido (SNP), por ejemplo, en los genes que codifican para: </p><ul><li>Adrenoreceptores β1 y β2</li><li>Proteinkinasa 5 asociada a receptores acoplados a proteínas G</li><li>Catecol O-metiltransferasa (COMT)</li><li>Receptor de estrógeno α</li></ul><p>Sin embargo, los estudios disponibles en el momento son pequeños y, en ocasiones, los resultados son contradictorios. Los autores del <strong>caso clínico</strong> sugieren que además de los genes del sistema nervioso simpático y de la regulación de estrógenos (la enfermedad predomina en mujeres posmenopáusicas), la función del endotelio podría tener un papel relevante. </p>

Genética Médica

Medicina Interna

Cardiología

Docred

Caso clínico: gemelas con los corazones rotos

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