La endometriosis se define como la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina. Tiene una prevalencia estimada de 10% al 15%, con un pico en mujeres en edad reproductiva. Aunque la endometriosis extragenital es relativamente rara, en 1975 se informó por primera vez que se pueden detectar focos alrededor de la cicatriz de la incisión de Pfannenstiel en pacientes que se sometieron a cesárea o cirugía ginecológica. Se presenta el caso de una mujer de 32 años que consulta por masa palpable y dolor abdominal cíclico secundario a endometriosis del músculo recto del abdomen.

Una mujer de 32 años acude a consulta con masa palpable y dolor cíclico en la pared abdominal inferior derecha.1 El dolor es de un año de evolución, generalmente con exacerbaciones durante la menstruación. La masa creció demasiado y se volvió aún más palpable durante los últimos cuatro meses, y también el dolor empeoró y se volvió continuo, con una mayor intensidad.1 Tiene antecedente quirúrgico de tres cesáreas, la última hace tres años.1No tiene otras condiciones médicas concomitantes ni antecedente de endometriosis.1 El examen físico muestra una masa irregular palpable y dolorosa de 4-5 cm a nivel de la pared abdominal inferior derecha por debajo de la incisión de Pfannenstiel.1 La ultrasonografía revela una estructura sólida hipoecoica heterogénea de 42 x 43 x 17 mm en el músculo recto abdominal derecho en la región púbica.1 La ecografía Doppler revela riego sanguíneo que apoya la interpretación de la lesión como endometriosis.1Se realiza una resonancia magnética pélvica que muestra una lesión relativamente bien definida de 50 x 35 x 15 mm en el músculo recto.1 La lesión tiene una baja intensidad en T1 y T2, sugestiva de fibrosis y una alta intensidad “punteada” dentro de la lesión en T1 y T2, más significativa en las imágenes con supresión de grasa (figura 1).1 Se realiza la escisión completa del foco endometriósico con márgenes de resección quirúrgicos de 10 mm y no se encuentra conexión con estructuras intraabdominales.1<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1678388652/Figura_1_Imagen_de_resonancia_magnetica_a2e889a0e6.webp" /></figure>El informe histopatológico muestra macroscópicamente un tejido fibroso nodular de 5 x 4 x 3 cm, bien delimitado, y microscópicamente glándulas inactivas y estroma endometrial con macrófagos cargados de hemosiderina, de varios tamaños, dispersos aleatoriamente entre los haces musculares, lo que concuerda con el diagnóstico de endometriosis del músculo recto abdominal.1 La paciente es dada de alta en el postoperatorio, con alivio de los síntomas, y ha estado en seguimiento durante doce meses sin signos de recurrencia.1<h3>Discusión</h3>La definición clásica de endometriosis indica la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina.1, 2 <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-vinculo-endometriosis-menopausia-temprana" target="_self">Tiene una prevalencia estimada de 10% al 15%,</a> con un pico en mujeres en edad reproductiva,1 y en aquellas con historia de dismenorrea, dispareunia e infertilidad.2 Los sitios de implantación más comunes son los órganos pélvicos, incluidos los ovarios, los ligamentos del útero y la bolsa de Douglas. La endometriosis extragenital es relativamente rara.1Puede localizarse en el intestino, el diafragma, la cavidad pleural y la pared abdominal1 y representa el 6% de todas las pacientes con endometriosis externa.3 Se han formulado varias teorías para la implantación extragenital, incluida la menstruación retrógrada, la transferencia mecánica y la metástasis vascular/linfática.1 Los síntomas de la endometriosis tienen un gran impacto en la vida social y sexual.1 El dolor empeora la calidad de vida, mientras la dispareunia y la infertilidad afectan las relaciones de pareja.1<h3>Endometriosis y cirugía abdominal</h3>Un foco confinado únicamente al músculo recto del abdomen es una forma muy rara de endometriosis extragenital, descrita por primera vez en 1984 por Amato y Levitt.1 Suele localizarse en el tejido subcutáneo, con o sin extensión a la fascia.1 El caso presentado es una forma poco usual de endometriosis de la pared abdominal que se localiza dentro del músculo recto.1 Generalmente es iatrogénica, muy relacionada con cirugías abdominales como cesárea, histerectomía, apendicectomía y procedimientos laparoscópicos.1En 1975 se informó por primera vez que se pueden detectar focos alrededor de la cicatriz de la incisión de Pfannenstiel<a href="https://www.docred.com/guias/guia-practica-clinica-nice-2021-cesarea" target="_self">en pacientes que se sometieron a cesárea o cirugía ginecológica</a>.3 Por ende, el historial de cirugías abdominales, los síntomas y el examen físico desempeñan un papel importante en el diagnóstico de la endometriosis de la pared abdominal.1 La presencia de una masa palpable en el abdomen y dolor cíclico es altamente sugestiva.1<h3>Diagnóstico diferencial</h3>El diagnóstico diferencial incluye abscesos, hernias incisionales, hematomas, granulomas, linfadenitis e incluso cáncer metastásico.1 La biopsia guiada por ecografía se puede realizar para apoyar el diagnóstico en mujeres en edad reproductiva, si los síntomas son recurrentes y se relacionan con el ciclo menstrual.3 La biopsia con aguja es útil tanto para este abordaje diagnóstico como para guiar al cirujano durante el procedimiento quirúrgico.1 Si el informe confirma la endometriosis, debe extirparse.3<h3>En conclusión</h3>El <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-endometriosis-novedades-sobre-origen" target="_self">tiempo de aparición del foco de endometriosis</a> sintomática en el músculo recto abdominal puede variar, por lo que es un reto en el diagnóstico.1,2 La ultrasonografía es la herramienta diagnóstica de primera línea,1 aunque la tomografía y la resonancia magnética también proporcionan información valiosa. Se sabe que la escisión quirúrgica es el tratamiento definitivo para esta condición, incluyendo al menos 10 mm de márgenes de resección limpios para minimizar el riesgo de recurrencia.1La endometriosis de la pared abdominal debe tenerse en cuenta como uno de los diagnósticos diferenciales en mujeres en edad reproductiva que presentan dolor abdominal.1 A pesar de la rareza de la lesión, el aumento significativo del porcentaje de cesáreas observado en los últimos años hace necesaria la inclusión de esta rara forma de endometriosis entre todas las masas dolorosas de la pared abdominal, permitiendo así un diagnóstico precoz y evitando intervenciones diagnósticas y terapéuticas innecesarias.2<figure class="poll" data-id="481">{ Poll ID: 481}</figure>Comentario editorialDebido al número creciente de partos por cesárea y dado el riesgo de transferencia mecánica de tejido endometrial, un dolor abdominal cíclico en mujeres en edad reproductiva con antecedente de cesárea, debe hacer sospechar la endometriosis extragenital o extrapélvica. El principal reto radica en la comprensión de la epidemiología de la entidad, para garantizar un diagnóstico y tratamiento oportunos.

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Caso clínico: endometriosis de la pared abdominal

¿Sabía usted que en 1975 se informó, por primera vez, que es posible detectar focos de endometriosis alrededor de una cicatriz abdominal? Lea más acá.