Por primera vez en una serie de casos clínicos de 3 adolescentes, síntomas neuropsiquiátricos en contexto de positividad para COVID-19 y hallazgos patológicos en líquido cefalorraquídeo llevan a la teoría de neuroinvasión por parte del virus SARS-CoV-2 en este grupo etario, incluso en ausencia de sintomatología respiratoria aguda o de antecedentes patológicos.
Caso clínico 1:
Un adolescente con antecedentes de depresión y ansiedad, así como uso recreativo ocasional de cannabis, acudió a atención primaria por aislamiento social, insomnio, comportamiento errático, ideas delirantes, y paranoia. Se realizó una prueba RT-PCR para SARS-CoV-2, la cual resultó positiva. No se observaron síntomas respiratorios.
Al examen neurológico, se observó hiperreflexia asimétrica en miembros inferiores. En la evaluación del líquido cefalorraquídeo, se apreciaron niveles elevados de proteína y un índice alto de IgG; a la inmunotinción, se encontraron anticuerpos contra el Factor de Transcripción 4 (TCF4, por sus siglas en inglés), un gen que se ha relacionado con otros trastornos psiquiátricos, como esquizofrenia.
En resonancia magnética cerebral se apreciaron áreas de hiperintensidad en materia blanca de los lóbulos frontales, sin realce.
Por la sintomatología subaguda y los hallazgos en líquido cefalorraquídeo en el contexto de COVID-19, se trató al paciente con 2 gramos/kilo de inmunoglobulina endovenosa por 3 días, seguida por 1 gramo de metilprednisolona endovenosa por 3 días y una disminución progresiva con prednisona. 5 días después del inicio de la inmunoterapia (el día 20 desde el inicio de los síntomas), el paciente presentaba pensamientos más organizados, disminución de la paranoia, así como resolución de pensamientos delirantes e hiperreflexia. Por labilidad emocional persistente, el paciente fue dado de alta con valproato.
Caso clínico 2:
Un adolescente con antecedentes de síntomas inespecíficos de ansiedad y tics motores desarrolló fiebre y síntomas respiratorios después de un contacto positivo de COVID-19, los cuales se resolvieron sin tratamiento. Concomitantemente y por 6 semanas adicionales a los síntomas agudos, el paciente tenía dificultad para encontrar palabras, alteración de la concentración, insomnio, ánimo lábil, agresividad e ideación suicida que no respondía a aripiprazol, risperidona ni litio.
10 semanas después, el paciente fue ingresado por persistencia del cuadro clínico. Al examen neurológico, se evidenció bradifrenia, disfunción de memoria, ideación suicida pasiva, ansiedad, insomnio, tristeza y agresividad. Se confirmó infección previa con el virus SARS-CoV-2 por serología IgG, y niveles elevados de proteína en evaluación de líquido cefalorraquídeo. Se administró 1 gramo diario de metilprednisolona por 5 días, y fue dado de alta con risperidona y litio.
El paciente fue reingresado 6 días después por acatisia y corea. Los niveles de proteína persistían elevados en la evaluación de líquido cefalorraquídeo. Por el inicio parainfeccioso de síntomas psiquiátricos, se inició la administración de 2 gramos/kilo de inmunoglobulina endovenosa por 3 días, y fue dado de alta con quetiapina y litio. 6 meses después, a pesar de observarse mejoría de la presentación inicial, el paciente seguía con confusión y “niebla mental” que ameritaron acomodaciones académicas.
Caso clínico 3:
Un adolescente sin antecedentes psiquiátricos acudió a la sala de emergencias por 4 días de comportamiento inusual, anorexia, insomnio, y taquipnea (pero con saturación de oxígeno de 100%). La prueba RT-PCR para SARS-CoV-2 resultó positiva; en los paraclínicos también se halló leucocitosis, así como niveles elevados de proteína C reactiva y creatina quinasa.
Al examen físico, se observó apraxia ideomotora, comportamiento desorganizado, agitación, e hiperreflexia difusa. En el líquido cefalorraquídeo, se encontraron 3 bandas oligoclonales únicas; en video-electroencefalograma se evidenció actividad beta difusa. Se trató con olanzapina y lorazepam, con lo cual se obtuvo adecuada respuesta sin síntomas psiquiátricos residuales.
DISCUSIÓN
La sintomatología respiratoria en niños es generalmente leve, pero se ha reconocido progresivamente que puede haber secuelas parainfecciosas y postinfecciosas, y que 20% de ellos puede desarrollar síndrome inflamatorio multisistémico. Anticuerpos intratecales anti-SARS-CoV-2 han sido detectados en líquido cefalorraquídeo, con lo cual se ha asumido que puede haber neuroinvasión viral.
Por primera vez en la presente serie de casos clínicos, se detectaron cambios en líquido cefalorraquídeo y síntomas psiquiátricos en 3 adolescentes con prueba positiva para COVID-19. Estos hallazgos apuntan a que puede haber síntomas neuropsiquiátricos severos en COVID-19 pediátrico, incluso ante la ausencia de síntomas cardinales iniciales.
La posibilidad de neuroinvasión y autoinmunidad en el sistema nervioso central de pacientes pediátricos con COVID-19 deja patente la necesidad de más investigación médica en esta recientemente vislumbrada asociación.
También le podría interesar: Niña de 4 años con lesiones genitales
Bartley, C., Johns, C., Ngo, T., et al. (2021) Anti–SARS-CoV-2 and Autoantibody Profiles in the Cerebrospinal Fluid of 3 Teenaged Patients With COVID-19 and Subacute Neuropsychiatric Symptoms. JAMA Neurology. Disponible en: https://jamanetwork.com/journals/jamaneurology/fullarticle/2785032
Codigo: CC-CG-2-1293
¿Quiere ser el primero en estar actualizado?
Suscríbase ahora a nuestro Newsletter y no se pierda todo el contenido médico que tenemos para usted.
Ingrese su correo electrónico para seguir explorando contenido de su interés: