Si bien los dispositivos intrauterinos (DIU) son veinte veces más efectivos que los anticonceptivos orales, siguen siendo un método poco utilizado por las mujeres más jóvenes. Se trata de una forma generalmente bien tolerada de anticoncepción reversible de acción prolongada (LARC, por sus siglas en inglés), pero no exenta de riesgos. Se presenta el caso de una mujer joven, que optó por la colocación de DIU posparto (poscesárea), luego acude al servicio de urgencias por dolor abdominal generalizado. El diagnóstico es absceso intraabdominal relacionado con el dispositivo.

Paciente de 39 años, con antecedente de cesárea, colelitiasis y quiste de ovario, que acude a emergencias con dolor abdominal.1 Examen físico de ingreso con sensibilidad abdominal generalizada.1 Signos vitales evidencian fiebre (38.9° C) y taquicardia, sin otros hallazgos significativos.1 La cicatriz de la cesárea está limpia, sin secreciones ni signos de infección.1En ecografía de abdomen se observa una masa en el ovario izquierdo de 9 × 10 × 14 mm.1 La paciente es admitida por sepsis probablemente secundaria a infección pélvica.1 Se inicia tratamiento con metronidazol, gentamicina y líquidos intravenosos.1 La tomografía computarizada (TC) de abdomen y pelvis (figuras 1 y 2) con contraste muestra múltiples abscesos, el más grande de 12.1 × 4.9 × 5.8 cm.1<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1685490046/Figura_1_Tomografia_computarizada_TC_simple_de_abdomen_y_pelvis_26884fb61d.webp" /></figure>A pesar de la reanimación con líquidos y la cobertura con antibióticos, la paciente desarrolla choque séptico, con taquipnea, taquicardia e hipoxia que requiere de oxígeno a través de cánula nasal, 3 litros/minuto.1 En unidad de cuidados intensivos se inicia manejo agresivo con antibióticos de amplio espectro (meropenem y vancomicina)1 y monitorización dado el posible requerimiento de soporte presor.1La paciente es sometida a evaluación laparoscópica diagnóstica y extracción del DIU.1 La laparoscopia muestra líquido pélvico purulento difuso, migración del dispositivo y adherencias abdomino-pélvicas.1 Los cirujanos eliminan las adherencias durante el procedimiento y aspiran los quistes. Se toman muestras para cultivo microbiológico.1<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1685490054/Figura_2_Tomografia_computarizada_TC_de_abdomen_y_pelvis_con_contraste_d9f6acb3be.webp" /></figure>Los drenajes producen diariamente de 10 a 15 cc de líquido purulento.1 El líquido aspirado del quiste es positivo para Streptococcus uberis, sensible a la mayoría de antimicrobianos, mientras que los otros cultivos resultan negativos.1 Días más tarde, la paciente se somete a un drenaje de absceso, asistido por laparoscopia, más colocación de máquina de vacío en la herida.1A medida que los síntomas mejoran, los antibióticos se cambian a levofloxacina (750 mg al día), linezolid (600 mg cada 12 horas) y fluconazol (100 mg al día) por vía oral.1 La paciente es dada de alta después de 16 días de hospitalización.1 A las tres semanas, en una visita de seguimiento de rutina, la TC abdominal muestra completa resolución de los abscesos.1<h3>Discusión</h3>Entre las mujeres en edad reproductiva sexualmente activas, las adolescentes y adultas jóvenes tienen las tasas más altas de embarazo no deseado.2 Dadas sus implicaciones individuales y de salud pública, la importancia de la anticoncepción altamente efectiva en esta población es primordial.2 Sin embargo, mientras que los DIU son veinte veces más efectivos que los anticonceptivos orales, estos últimos siguen siendo el método más utilizado por las mujeres más jóvenes.2, 3Si bien los DIU son una forma eficaz y generalmente bien tolerada de LARC las mujeres jóvenes usuarias no están exentas de riesgos.1, 3 El dolor y el sangrado irregular son las razones más comunes por las cuales se suspende el uso del DIU.1, 3 No obstante, existen otros <a href="https://www.docred.com/casos/ca-caso-clinico-litiasis-vesical-cuerpo-extrano-diu" target="_self">eventos adversos como la perforación uterina, migración, expulsión</a> y/o falla del dispositivo.1, 3<h4>DIU y enfermedad pélvica inflamatoria</h4>Todavía se discute si la inserción o el uso del DIU afecta el riesgo de que una infección del tracto genital inferior ascienda y genere enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) e infertilidad secundaria.3 Es preocupante también que este riesgo pueda ser mayor en las usuarias de DIU más jóvenes en comparación con las de mayor edad.3 El caso presentado ilustra la necesidad de un diagnóstico rápido y preciso de EPI para garantizar mejores resultados.1De los casos de EPI, <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-impacto-anticonceptivos-microbioma-vaginal" target="_self">el 85% son causados por patógenos de transmisión sexual o asociados con la vaginosis bacteriana</a>, y el 15% restante son originados por organismos respiratorios o entéricos.1 El riesgo de EPI en mujeres usuarias de DIU es bajo.1 Se trata de una complicación poco común, incluso en pacientes con resultados positivos para gonorrea y/o clamidia.1 No obstante, puede conducir a la formación de abscesos tubo-ováricos (ATO).1Estos casos de ATO pueden manejarse con antibióticos de amplio espectro, procedimientos laparoscópicos y drenaje percutáneo,1 y se cree que los microorganismos causales más comunes son Escherichia coli, especies de Bacteroides, Peptostreptococcus, Peptococcus y algunos estreptococos aerobios.1 <h4>DIU posparto</h4>Tampoco se cree que el tipo de DIU (hormonal versus cobre) altere el riesgo de perforación.1 Generalmente ocurre en el momento de la inserción y no como resultado de una migración retrasada desde el sitio original.1 Un estudio, que incluyó 18 perforaciones, encontró que era <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-se-debe-promover-aceptacion-anticoncepcion-diu-posparto" target="_self">más probable que ocurriera en pacientes de 0 a 3 meses posparto</a> que en otras mujeres; también se encontró que después de seis meses, no hay un aumento en el riesgo de perforación.1Por ende, es crucial que las pacientes a las que se les inserta un DIU tengan seguimiento dentro de los tres primeros meses y que se les eduque sobre cuándo solicitar atención médica si notan que los síntomas empeoran.1 Se requiere más y mejor investigación para identificar las mejores técnicas para reducir la incidencia de complicaciones asociadas a la inserción del DIU y para identificar qué aspectos de la educación médica son más efectivos.1-3<figure class="poll" data-id="622">{ Poll ID: 622}</figure>Comentario editorialSin tratamiento inmediato, un ATO puede provocar secuelas graves, como abdomen agudo, infertilidad y muerte. En el caso presentado, la paciente fue diagnosticada con EPI, perforación uterina y absceso intraabdominal por migración y perforación del DIU. La demora en buscar atención médica o dar oportunamente con el diagnóstico puede generar resultados irreversibles. Es fundamental que los médicos tengan en mente el posible diagnóstico diferencial al encontrarse con pacientes con una sintomatología similar.

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Caso clínico: absceso pélvico secundario a DIU

¿Sabía usted que la perforación uterina secundaria a la inserción del DIU puede provocar enfermedad pélvica inflamatoria y abscesos? Lea el caso completo acá.