Una lesión inflamatoria amarillenta en ojo derecho indica retinocoroiditis por toxoplasma. Se inidica tratamiento con espiramicina y prednisolona y seguimiento ante cambios visuales. 

Paciente masculino de 39 años acudió a Urgencias por visión borrosa progresiva en ojo derecho. Al examen físico, agudeza visual de 20/22 OD y 20/20 OI; presión intraocular de 18 mmHg. En fondo de ojo derecho se evidenció lesión inferotemporal inflamatoria amarillenta del diámetro del disco, sin afectación de fóvea, con vitritis focal. En Tomografía de Coherencia Óptica de Dominio Espectral (SD-OCT) de ojo derecho se observaron fluido subretinal y engrosamiento retiniano, indicativos de retinocoroiditis. Angiografía con fluoresceína mostró hipofluorescencia en fases tempranas de la lesión y afectación vascular con hiperfluorescencia progresiva por filtración de contraste y vasos sanguíneos (vasculitis). Todos los hallazgos son visibles en la figura 1:<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1685393240/Figura_1_A_Fondo_de_ojo_B_SD_OCT_C_Angiografia_con_fluoresceina_D_Fuga_en_sitio_de_lesion_coriorretiniana_7bba8a8d7d.webp" /><figcaption>Figura 1: (A) Fondo de ojo; (B) SD-OCT; (C) Angiografía con fluoresceína; (D) Fuga en sitio de lesión coriorretiniana.</figcaption></figure>Se solicitó serología para Toxoplasma Gondii, la cual resultó positiva para inmunoglobulina G (133 UI/ml), con niveles de inmunoglobulina G normales, indicando exposición previa. Se realizó diagnóstico presuntivo de retinocoroiditis por toxoplasma, y se inició régimen de espiramicina (1 g TID) por 6 semanas. 2 semanas después, por reducción gradual de edema retiniano, se inició prednisolona 1mg/kg/día con dosis decreciente semanal. Un mes posterior a la presentación, se notó disminución leve de agudeza visual en ojo izquierdo al fondo de ojo (20/28), con adelgazamiento y pigmentación de la lesión (cicatrización) así como desarrollo de pliegues retinianos superficiales involucrando a la mácula, indicando tracción en capas maculares superficiales; con solicitud de SD-OCT para confirmarlo (figura 2).<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1685393326/Figura_2_ca6824660e.webp" /><figcaption>Figura 2: (A) Cicatrización de lesión coriorretiniana con formación de tracción vitreomacular; (B) SD-OCT de mácula con tracción superficial involucrando fóvea; (C) SD-OCT con tracción vitreorretiniana. </figcaption></figure>2 meses después de resolución completa, en seguimiento se detectó lesión de coriorretinitis en cicatriz anterior, con hipofluorescencia temprana y filtración tardía a la angiografía con fluoresceína (figura 3):<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1685393297/Figura_3_A_Area_sospechosa_periferica_de_coriorretinitis_en_cicatriz_previa_B_Hiperfluorescencia_temprana_C_Lesion_satelite_activa_fuga_tardia_periferica_a_cicatriz_36906ae516.webp" /><figcaption>Figura 3: (A) Área sospechosa periférica de coriorretinitis en cicatriz previa; (B) Hiperfluorescencia temprana; (C) Lesión satélite activa, fuga tardía periférica a cicatriz.</figcaption></figure>Se determinó lesión satélite coriorretiniana de toxoplasmosis, para la cual se inició otro ciclo de espiramicina por 45 días.DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES:La toxoplasmosis ocular es la causa más común de uveítis posterior a nivel mundial. Su manifestación usual es la retinocoroiditis, frecuentemente localizada en el polo posterior con afectación macular, pero la tracción vitreomacular es muy rara. La tracción vitreomacular se ha reportado como resultado de resolución de coriorretinitis por toxoplasmosis y formación de cicatriz, probablemente como consecuencia de inflamación vítrea. Tiene un espectro que va desde cambios detectables sólo por SD-OCT hasta tracción severa que podría ameritar cirugía en algunos casos clínicos. La tracción vitreomacular por toxoplasmosis es un trastorno progresivo -probablemente debido a episodios de reactivación- que requiere seguimiento estricto con fondo de ojo, SD-OCT, angiografía con fluoresceína y educación a pacientes sobre acudir a urgencias en caso de cualquier cambio en la visión para descartar recurrencia o progresión.

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Tracción vitreomacular por toxoplasmosis ocular: Una complicación inesperada

Un paciente masculino de 39 años acudió a urgencias por caso clínico de visión borrosa progresiva en ojo derecho.  Descubra más aquí.