Mujer de 72 años acude a centro médico por caso clínico de orina lechosa desde hace 6 meses. Concomitantemente reporta disuria, debilidad, inapetencia y pérdida de peso. Como único antecedente de importancia refiere tratamiento por infección urinaria con varios antibióticos, sin mejoría. Examen físico y revisión por sistemas normal.
Los hallazgos positivos en exámenes complementarios son 2+ para proteínas en orina, y células epiteliales con cristales en evaluación microscópica. Urocultivo negativo. Se empieza a sospechar quiluria cuando se observa separación en capas de la muestra de orina.
Se realiza frotis sanguíneo, que revela microfilarias de Wuchereria Bancrofti. Perfil lipídico en ayunas muestra hipocolesterolemia. Se realiza diagnóstico definitivo de quiluria por filariasis.
Se recomendó dieta baja en grasas y alta en proteínas, y aumentar la ingesta de agua a 3-4 litros por día. Se indicó tratamiento oral con ivermectina 9mg STAT, y albendazol 400mg al día por 14 días. Se educó sobre protección contra picaduras de mosquitos.
Se realiza seguimiento una semana después, en la cual paciente reporta que la orina lechosa cesó al segundo día de tratamiento. Se administró otra dosis de ivermectina 9 mg 3 semanas después de primera dosis, y se evaluó regularmente por 6 meses, sin recurrencia.
La quiluria se define como paso de linfa intestinal (quilo) a la orina, debido a reflujo quiloso al tracto urinario (1). Puede ser parasitaria y no parasitaria. La parasitaria está mayormente causada por gusanos de filaria adultos, con Wuchereria bancrofti responsable del 95% de los casos y transmitida por los mosquitos culex.
La quiluria parasitaria se produce por obstrucción de los ductos torácico y linfático intestinal mayor por las filarias, con subsecuente acumulación de linfa, reacción inflamatoria local y desbordamiento de linfa al tracto urinario. Sus síntomas principales son orina de color lechoso, proteinuria e hipocolesterolemia. En el caso presentado no había hipoproteinemia, que suele observarse de forma característica.
El diagnóstico confirmatorio se da por la presencia de quilomicrones en la orina. Se deja reposar la muestra de orina, y podrá observarse una capa superior de grasa, capa media fibrinosa y residuos en el fondo.
En el plan de manejo se incluye recomendar una dieta baja en grasas, pues reduce la absorción de quilo en el intestino y presión intra-linfática. La droga de elección es la dietilcarbamazina en dosis de 6mg/kg/día, por 21 días. Como alternativa, se han reportado resultados satisfactorios con ivermectina y albendazol.
Algunas posibles complicaciones son desnutrición severa, inmunosupresión, depresión, y/o cólicos renales recurrentes.
A pesar de que la quiluria parasitaria es endémica en regiones especificas a nivel mundial, y de que suele presentarse en hombres de entre 15 a 30 años (a diferencia de este caso), se deben tener en cuenta siempre las presentaciones inusuales de cualquier síntoma y patología subyacente.
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[Imagen tomada de caso publicado en African Journal of Primary Health Care & Family Medicine.]
Codigo: CC-CG-3-0352
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