Los traumas oculares con cuerpos extraños pueden ser graves y mortales. Este caso excepcional de extracción sin daño ni pérdida visual causado posiblemente por accidente de tráfico y trabajo, materiales comunes: madera, metal, vidrio.
Paciente masculino de 36 años ingresa al hospital luego de ser víctima de agresión física, por una lesión en región temporal izquierda con un orificio de entrada en el que se observa pedazo de madera.
Al examen físico, la evaluación ocular no pudo realizarse a profundidad debido a inflamación palpebral severa, ptosis, quemosis y protrusión del globo ocular, así como dolor intenso. Se solicita tomografía computarizada (figura 1):
Figura 1: En parte superior de la imagen, inspección de paciente al ingreso. En parte inferior, tomografía computarizada muestra cuerpo extraño en región retroorbitaria izquierda, extendiéndose a borde derecho de hueso etmoides y pasando por septo nasal. Se evidencian fracturas múltiples en paredes orbitarias. Se solicita ecografía (figura 2):
Figura 2: En ecografía se evidencia integridad del nervio óptico y globo ocular. Se admite paciente para manejo quirúrgico (figura 3):
Figura 3: Remoción quirúrgica a través de acceso suprapalpebral, con preservación del globo ocular y nervio óptico.
Unos días después se realiza segunda intervención quirúrgica por cirugía plástica, para reducir y corregir fracturas orbitarias. En seguimiento 6 meses después se evidencia evolución satisfactoria (figura 4) con agudeza visual de 1,0 en ojo izquierdo, ortotropia y ligera limitación en infraducción y abducción.
Figura 4: Seguimiento 6 meses después de cirugía.
Los traumas que involucran cuerpos extraños impactados en la cavidad orbitaria usualmente resultan en lesiones oculares, y tienen una mortalidad mucho más alta que otros tipos de traumas de la cabeza. En este caso clínico excepcional, existe alojamiento y extracción del cuerpo extraño sin daño estructural ni compromiso visual resultante.
Las causas más comunes de trauma ocular son los accidentes de tráfico y de trabajo; y la madera es el material mayormente involucrado, seguido por metal y partículas de vidrio. Los hombres de 16 a 45 años son el grupo etario más frecuentemente afectado.
El examen complementario de elección es la radiografía, especialmente si el cuerpo extraño es metálico. En el caso de la madera (como en este paciente), se visualiza mejor en tomografía computarizada por su naturaleza radiotransparente. Por otro lado, la ecografía es más eficiente mostrando objetos intraoculares que intraorbitarios.
Entre las posibles complicaciones de cuerpos extraños en la órbita están proptosis, absceso, celulitis, desarrollo de fístula crónica, daño de los músculos extraoculares o el nervio óptico, absceso cerebral y un 25% de tasa de mortalidad dependiendo de la extensión de la lesión. La remoción quirúrgica de estos objetos está formalmente indicada.
En todo paciente tratado por cuerpos extraños orbitarios, tomando en cuenta la contaminación de estos, se debe iniciar terapia antibiótica si hay sospecha o probabilidad de infección local y diseminación hematógena o meníngea.
La presentación clínica de cuerpos extraños intraorbitarios varía ampliamente y depende del mecanismo de lesión, material involucrado, y localización. Usualmente ameritan un manejo multidisciplinario, y deben ser tratados en base a características individuales del paciente y su caso clínico, pero priorizando la integridad de la visión.
Codigo: CC-CG-3-0363
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