Un paciente masculino de 59 años acude al hospital por caso clínico de tos y disnea. Una semana antes recibió un resultado positivo de PCR para el virus SARS-CoV-2. No tiene antecedentes de importancia, niega consumo de cigarrillos, alcohol o medicamentos.  Al examen físico de ingreso se evidencia Índice de Masa Corporal (IMC) normal, presión arterial: 129/74 mmHg, frecuencia cardíaca: 89 latidos/minuto, temperatura: 36.9°C, e hipoxia que requiere 2 litros de oxígeno por cánula nasal. El resto del examen físico está dentro de límites normales. En exámenes de laboratorio se evidencia conteo linfocítico disminuido (1.1 × 109/L) y Proteína C Reactiva elevada (70 mg/L). El resto de los valores se encuentra dentro de parámetros normales. En electrocardiograma se observa ritmo sinusal con frecuencia cardíaca de 79 latidos/minuto (figura 1); y la radiografía de tórax muestra una silueta cardíaca normal y opacidades moderadas bilaterales entre campos pulmonares medios e inferiores.  <figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1620228574/F1_large_7c545e05c6.webp" /><figcaption>Figura 1: Electrocardiograma al ingreso.</figcaption></figure>El paciente es admitido al hospital y se inicia tratamiento médico con 6 mg dexametasona diarios y 40 mg de enoxaparina diarios por vía subcutánea para profilaxis de trombosis venosa profunda. Al día 2 de estadía hospitalaria, se administra plasma de pacientes convalecientes y se inicia régimen de remdesivir con 200 mg EV en dosis de carga, seguidos por 100 mg EV diarios al día 3 y en los siguientes como dosis de mantenimiento.  En el día 4 de estadía hospitalaria (después de tercera dosis de remdesivir) paciente desarrolla bradicardia sinusal -confirmada con electrocardiograma- de 50 latidos/minuto (figura 2), además de debilidad generalizada, fatiga y cefalea.  <figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1620228624/F2_large_50194c44ab.webp" /><figcaption>Figura 2: Bradicardia sinusal evidencia por electrocardiograma.</figcaption></figure>En laboratorio de control sólo fue llamativa ALT elevada (127 u/L) (figura 3). No se administró cuarta dosis de remdesivir, y la frecuencia cardíaca del paciente empezó a aumentar progresivamente. Al día 7, la frecuencia cardíaca era de 62 latidos/minuto y ALT era de 133 u/L. No se reinició el remdesivir, y por condiciones clínicas estables el paciente fue dado de alta.  <figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1620228691/DOCRED_Plataforma_EG_01_01_983238564e.webp" /><figcaption>Figura 3: Relación de frecuencia cardíaca y ALT con administración de remdesivir.</figcaption></figure>DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES:El remdesivir es uno de los medicamentos más comúnmente utilizados en pacientes hospitalizados por COVID-19, y se estima que se han administrado más de 2 millones de dosis a nivel mundial durante la pandemia.  Remdesivir es un profármaco análogo de adenosina que se administra por vía endovenosa e inhibe la polimerasa de ácido ribonucleico (ARN), activo contra una amplia variedad de virus como ébola, MERS, SARS y SARS-CoV-2. Generalmente es bien tolerado, aunque se han reportado efectos adversos como elevación de transaminasas (específicamente ALT), erupción cutánea, cefalea, náuseas, diarrea, arritmias, hipotensión y más recientemente en 5 casos raros como el presente, bradicardia.  Se han propuesto varios mecanismos por los cuales el remdesivir podría inducir efectos adversos cardíacas. Uno de los metabolitos activos del medicamento es similar al trifosfato de adenosina, que ha mostrado reducir el automatismo del nodo sinusal a través de estimulación vagal. Por otra parte, estudios in vitro han mostrado citotoxicidad inducida por remdesivir sobre cardiomiocitos. En el presente caso clínico, la bradicardia inició después del ingreso y poco después de iniciar el remdesivir, mejoró 48 horas luego de suspenderlo, y no había otros medicamentos o factores que explicaran el cambio abrupto en la frecuencia cardíaca del paciente sin antecedentes de importancia.  La edad promedio de los pacientes que son hospitalizados por COVID-19 es de 70 años, y muchos tienen enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial o reciben betabloqueantes, con el riesgo considerable que dichos factores conllevan de desarrollar bradicardia.  Aunque este reporte de un caso no puede establecer causalidad entre el remdesivir y la bradicardia, sí refuerza la necesidad de más estudios clínicos que revelen si existe una verdadera asociación de riesgo a tomar en cuenta en los miles de pacientes que reciben el medicamento para neumonía por COVID-19.  También le podría interesar:  <a href="https://www.docred.com/casos/ca-caso-clinico-reinfeccion-covid-19-medico-primera-linea-hospital-iv-nivel-bogota" target="_self">Caso clínico: Reinfección de COVID-19 en médico de primera línea en hospital IV nivel de Bogotá</a>

Interés general

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Bradicardia por remdesivir en paciente con COVID-19: Caso clínico en estudio 

El remdesivir es uno de los medicamentos más utilizados en COVID-19, y un caso clínico muestra que podría causar bradicardia en un paciente sano de 59 años. 