Los irritantes secundarios al despliegue de un airbag pueden producir crisis asmáticas o inducir asma de novo en pacientes susceptibles. A continuación, se describe el caso de un hombre de 47 años con sintomatología respiratoria sugestiva de hiperreactividad bronquial tras dos años de haber tenido un accidente automovilístico con despliegue de dos airbags e inhalación de sus componentes por tres minutos. 

Presentación del casoHombre de 47 años con historia de dos años de opresión torácica, disminución en tolerancia al ejercicio, tos nocturna o asociada a actividad física que empezó tras una colisión vehicular en la que se desplegaron los airbags duales del piloto.1 <figure class="poll" data-id="387">{ Poll ID: 387}</figure> El paciente permaneció dentro del automóvil por tres minutos con los vidrios cerrados, tras lo cual presentó disnea y dolor torácico opresivo, todo lo cual mejoró significativamente tras salir del automóvil. Tiene historial de tabaquismo pesado, sin antecedentes exposicionales respiratorios ocupacionales o en su lugar de residencia. Antes del accidente, practicaba 30 minutos diarios de ejercicio cardiovascular sin dificultad.1El examen físico y los resultados de la espirometría fueron normales. El test de reactividad en piel únicamente detectó sensibilidad al polvo. La videolaringoscopia reveló normalidad en sus cuerdas vocales. Finalmente, el test de metacolina fue positivo.1 <figure class="poll" data-id="388">{ Poll ID: 388}</figure> Dados los síntomas, se le dio manejo con fluticasona inhalada y salmeterol. Sin embargo, presentaba broncoespasmo tras la exposición a agentes como perfumes, limpiadores o solventes.1DiscusiónLos airbags constituyen uno de los mayores avances en seguridad automovilística de los últimos 20 años, pero han traído también una serie de problemas médicos como fracturas, lesiones corneales, quemaduras, reacciones de hipersensibilidad en piel, neumotórax, contusiones cardíacas, ruptura o disección aórtica, problemas respiratorios, entre otros.1,2El sistema de airbags incluye sensores para choque, módulos de control, un encendedor o disparador y un propulsor que tradicionalmente está compuesto de azida sódica. Los sensores de choque detectan desaceleraciones abruptas durante una colisión, lo que induce el despliegue del airbag.1Dentro del airbag existe un generador de gas que contiene azida sódica, nitrato de potasio y dióxido de silicio. Una serie de reacciones químicas dentro del generador de gas producen nitrógeno, que llena el airbag y permite la conversión de la azida sódica, la cual es tóxica.1Todo el proceso, desde el impacto inicial hasta el despliegue completo del airbag, ocurre en 30 a 40 milisegundos. Lo preocupante en términos de salud son los materiales resultantes de la combustión para el despliegue del dispositivo de seguridad, que en condiciones normales se encuentran en pequeñas cantidades en la atmósfera.1Dado que los airbags se han convertido en parte de la seguridad estándar de los vehículos, gran parte de la población se ha expuesto a ellos y sus aerosoles, y se estima una prevalencia de 100 casos por millón a nivel mundial de pacientes expuestos a los tóxicos de este sistema.1Se han descrito exacerbaciones de asma en pacientes con historia previa de esta patología tras el despliegue de airbags. En un estudio, 24 pacientes con diagnóstico de asma expuestos a los contenidos del airbag por 20 minutos presentaron broncoespasmo severo, con una disminución significativa del volumen espirado máximo en el primer segundo de la espiración forzada (FEV1), a 24%.1Posteriormente, fueron expuestos a los contenidos del airbag con máscara de alta eficiencia y se halló un incremento en el FEV1 de 3%. De esta manera, se concluyó que la concentración particulada de los contenidos del airbag es responsable de la respuesta asmática.1¿Qué pasa en los individuos sin historia previa de asma?Hay muy pocos casos reportados en la literatura de asma de novo tras la exposición a los contenidos del airbag. Solo se documenta uno en Francia: un paciente de 27 años con la característica de que se autolimitó a las doce horas de la exposición. Este paciente es el primero en presentar asma persistente o Síndrome de disfunción reactiva de las vías aéreas (SDRVA).1En la tabla 1 se exponen los criterios diagnósticos de SDRVA definidos por el Colegio Americano de Médicos del Tórax.1,3<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1674051086/Tabla_caso_clinico_asma_d6771db4c7.webp" /></figure>En conclusión, el paciente en mención presentaba asma de novo inducida por irritantes tras el despliegue de un airbag. Los clínicos deberían conocer la posibilidad de que se desarrolle esta patología tras un accidente automovilístico.1Comentario editorialAunque existan contados casos de asma de novo inducida por irritantes secundarios al despliegue del airbag, es importante que el galeno reconozca la posibilidad de que se desarrolle esta patología tras un accidente automovilístico, y debe estar atento a una posible exacerbación del asma en pacientes con este diagnóstico previo. Su identificación temprana y su manejo oportuno podrían prevenir la ocurrencia de desenlaces fatales.

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Caso clínico: asma inducida por irritantes tras despliegue de airbag

Los contenidos del airbag actúan como irritantes bronquiales y pueden inducir asma de novo. Entérese aquí. 