La comunicación médica efectiva mejora la gestión de la enfermedad y los resultados en salud. En la práctica clínica se recomienda una comunicación auténtica y transparente para crear relaciones médico-paciente de confianza que logren cambios positivos en el comportamiento de este último. Asimismo, permite entrenar líderes comunitarios para educar en salud, y ajustar el mensaje de acuerdo con el contexto social y las creencias individuales, para así lograr una adecuada aceptación. 

La comunicación médica incluye la provisión de información sobre la prevención, diagnóstico y manejo de la enfermedad, así como los beneficios y riesgos del tratamiento.1-3 Engloba la comunicación clínica (p. e., médico-paciente) y a través de medios de comunicación (p. e., redes sociales).1Una comunicación efectiva mejora la gestión de la enfermedad y los resultados en salud, y disminuye los costos en salud.1-3 Genera mayor satisfacción con la atención (paciente) y con el ejercicio profesional (médico), y disminuye el riesgo de errores médicos.2Es una competencia clínica básica para la comprensión de los síntomas del paciente y sus preocupaciones, la promoción de la salud y la adherencia al tratamiento.2 Requiere de entrenamiento, no es un rasgo de personalidad o una habilidad innata.3 Se recomiendan estrategias de mejora para cada componente de la comunicación:<ul><li>Mensaje: una comunicación precisa y auténtica, en especial frente a la incertidumbre, crea relaciones médico-paciente de confianza.1 Se recomienda combinar información basada en la evidencia y narrativas para crear conexión, como también brindar recomendaciones constructivas y prácticas que produzcan cambios positivos en el comportamiento del paciente.1</li><li>Mensajero: no solo pueden comunicar médicos y enfermeras, sino también miembros de la comunidad (clérigos, activistas, líderes comunitarios) educados por los médicos.1 Sin embargo, información médica específica debe ser dada solo por médicos expertos en el tema.1</li><li>Contexto social (sistema de creencias del paciente): el contexto cultural y religioso influencia las creencias en salud y su respuesta a la información médica.1,2 Se deben tener en cuenta en la comunicación individual y con grupos poblacionales afectados por las inequidades en salud.1,2</li></ul><h3>Estrategias para la comunicación efectiva (figura 1)1</h3>La comunicación mediante narrativas le permite al paciente reconocerse a sí mismo en la historia que se cuenta y lo persuade de modificar su conducta. Por ejemplo, brindar recomendaciones a un paciente diabético sobre cambios en el estilo de vida mediante testimonios de otros pacientes, en lugar de fichas informativas, logra una mayor aceptación de las recomendaciones y menor sensación de imposición de estas. Asimismo, formular mensajes desde la empatía, en lugar del miedo, disminuye la reticencia sobre las recomendaciones dadas. Los mensajes antitabaquismo que permiten percibir las emociones de la persona retratada incrementan la empatía, lo que genera mayor persuasión.Un reto de la comunicación es la lucha contra la desinformación. Se propone la estrategia de inoculación psicológica, que plantea la "inmunización" contra mensajes falsos persuasivos mediante la exposición previa ("vacunación") a información veraz y aclaratoria sobre temas controversiales. La educación previa del paciente y el entrenamiento en la detección de noticias falsas aumenta el discernimiento sobre la información recibida. Se propone también la estrategia de mensajes de reducción de daños para mejorar la salud mediante la disminución, en lugar de la cesación, de comportamientos de riesgo. Esta estrategia resalta los efectos negativos del comportamiento, en lugar del comportamiento en sí. Busca mejorar la salud de manera escalonada y minimizar los resultados adversos asociados al riesgo. Trata al paciente con respeto y dignidad, y le provee autonomía y responsabilidad sobre sus acciones. Se ha usado en poblaciones estigmatizadas (con virus de la inmunodeficiencia humana [VIH] o abuso de sustancias), pero puede utilizarse de manera más general para mejorar los comportamientos en salud. <figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1703714915/Figura_1_Comunicacion_medica_estrategias_de_mejora_f0ab3de81b.webp" /></figure><h3>Conclusión </h3>La comunicación médica efectiva debe ser clara, empática y ajustada a las características del receptor del mensaje.1 Se recomienda implementar estrategias basadas en la evidencia para mejorar la comunicación clínica y lograr aceptación de la información por parte del paciente y disminución de las barreras culturales y sociales.1,2Comentario editorial La comunicación médica es una competencia que requiere entrenamiento para lograr ser efectiva y debe ser incluida en los programas de educación médica. Aplicar estrategias basadas en la evidencia puede mejorar las relaciones médico-paciente e inducir cambios en el comportamiento positivos.Conocer al receptor del mensaje, en este caso el paciente, nos permite ajustar la información y la forma de comunicarnos para lograr mayor aceptación. La empatía es clave para lograr relaciones médico-paciente de confianza, y credibilidad en el médico y el sistema de salud.

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Comunicación médica: estrategias de mejora en la práctica clínica

¿Sabía que existen estrategias basadas en la evidencia para mejorar la entrega de información y optimizar los resultados? Conózcalas en este artículo.