Los problemas del sueño pueden agruparse en: insomnio, somnolencia diurna excesiva, problemas con el ritmo del sueño y conductas que interrumpen el sueño, estas dificultades eventualmente causan problemas físicos y emocionales que ocasionalmente debilitan el sistema inmune. ¿Qué se puede hacer desde la atención primaria? Fomentar una higiene de sueño que elimine ciertas prácticas modernas que son poco saludables como el exceso de cafeína, trasnochar, uso indebido de los dispositivos electrónicos y no tener horario regulado para descansar.

Al menos 1 de cada 4 personas no tienen sueño reparador debido a alguno de los casi 90 trastornos del sueño existentes, estas alteraciones suelen afectar la vida cotidiana, sus relaciones personales y su salud física y mental. Los síntomas pueden ser divididos entre habituales y específicos:<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1654004312/Tabla_Trastorno_del_sueno_4720afd0eb.webp" /></figure>Para el paciente, puede ser difícil reconocer los síntomas y asociarlos a problemas de sueño, lo importante es hacerle ver que el trastorno sucede cuando los síntomas se prolongan durante semanas o meses, además constatar que los problemas de sueño están relacionados con la disminución de la cantidad de horas de sueño, como la calidad del mismo. <h3>El aumento en la incidencia de los trastornos de sueño </h3>La frecuencia de estas alteraciones involucra diversos factores, y es que el estilo de vida actual lleva a realizar prácticas poco amables: se sacrifican horas de sueño para realizar más actividades nocturnas, las exigencias académicas empujan a los estudiantes a pasar más tiempo leyendo en la noche, el uso continúo de los diferentes dispositivos electrónicos y el trabajo excesivo hacen vulnerable a la población moderna a este tipo de trastornos. Asimismo, los trastornos de sueño están asociados a enfermedades crónicas que afectan directamente la calidad y la expectativa de vida, pues estos malos hábitos agravan la forma en cómo las personas duermen; las dificultades relacionadas del sueño pueden agruparse en: insomnio, somnolencia diurna excesiva, problema con el ritmo del sueño, conductas que interrumpen el sueño.<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1654004347/Trastorno_del_sueno_1_80985998c7.webp" /></figure>Es común que quienes sufren de cualquier tipo de trastorno del sueño sientan ansiedad anticipada a dormir, ya que la sola idea de pasar otra mala noche seguida de otro día de cansancio es agotadora física y mentalmente. En general, estas personas, varias veces, llegan a su cama a pensar en su dificultad para dormir a tal punto que no duermen bien, estén o no en sus propios hogares. Alrededor del 80% de las personas con depresión mayor reportan somnolencia diurna excesiva e insomnio, lo que asocia también los trastornos mentales con los problemas del sueño; entonces, ¿cómo cuidar del sueño del paciente? Seguramente las prácticas que permiten asegurar un sueño descansado y efectivo alineadas con la higiene del sueño pueden mejorar las dificultades del enfermo. <h3>Medidas de higiene del sueño que pueden ayudarle a su paciente </h3><ul><li>Procurar levantarse y acostarse siempre a la misma hora, incluso los fines de semana o en vacaciones</li><li>Dormir el número de horas recomendadas según su edad (6 a 8 horas)</li><li>Procurar dormir en ambientes favorables (cama confortable, luz totalmente apagada y en silencio)</li><li>Evitar el consumo de sustancias como alcohol, cafeína u otros estimulantes (bebidas energéticas, chocolate, refrescos de cola), por lo menos 4 horas antes de dormir</li><li>Evitar dormir durante el día (siestas), si se da el caso, evitar exceder los 30 minutos de duración</li><li>Evitar permanecer en cama en actividades ajenas al sueño (por ejemplo, estudiar, hacer tareas o comer en la cama)</li><li>No realizar ejercicio vigoroso minutos antes de dormir</li><li>No realizar trabajo o tareas importantes minutos antes de dormir</li><li>Evitar realizar actividades sensorialmente estimulantes antes de acostarse (videojuegos, internet, televisión)</li><li>Evitar pensar sobre sus actividades del día u organizar y planear sus actividades futuras mientras trata de dormir</li><li>Evitar ir a dormir si se está estresado, enojado o preocupado</li></ul>Establecer con claridad la causa de las dificultades para dormir permite mejorar los hábitos negativos, pues la falta de sueño reparador debilita el sistema inmune, lo que se traduce en aumento del riesgo de sufrir diabetes, hipertensión, enfermedades del corazón y obesidad. La importancia médica en el cuidado del sueño del paciente resulta prioritaria en la concientización sobre la necesidad de mejorar la calidad de vida en un mundo moderno que se rehúsa a frenar; además, la relación entre los trastornos del sueño y diversas enfermedades crónicas, también puede ser un enfoque de promoción y prevención para erradicar a largo plazo todos aquellos malos hábitos y conductas que no permiten que las personas duerman bien.

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Trastornos Del Sueño, Cuidar el Sueño del Paciente

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