El ejercicio aeróbico y de resistencia, el yoga, el taichí, el qi gong, el aceite de lavanda y la meditación basada en mindfulness tienen algo en común: en menor o mayor medida, contribuyen a controlar los síntomas de depresión y ansiedad, según estudios científicos de medicina basados en evidencia.

Los trastornos por depresión y ansiedad son las condiciones psiquiátricas más comunes tratadas por los médicos. Los síntomas agotadores y angustiantes que no tienen una duración o intensidad constante dificultan el enfoque adecuado para el tratamiento. De ahí que este último se complemente con terapias integrativas para mejorar la calidad de vida de los afectados.1 Las siguientes alternativas buscan ser eficaces como intervenciones. Si bien la mayoría logra una mejoría de la condición psiquiátrica, difícilmente las conclusiones al respecto son contundentes puesto que la literatura relacionada es limitada.1 No obstante, estas opciones son las más comunes y las más adecuadas para el tratamiento de la depresión y la ansiedad: <h3>1. Ejercicio y actividad física1 </h3>Los ejercicios aeróbicos y de resistencia tienen una efectividad de leve a moderada en el tratamiento de la depresión, pero no tanto en el manejo de la ansiedad. El ejercicio tiene un efecto positivo en el trastorno depresivo mayor e incluso en quienes sufren depresión resistente al tratamiento y trastorno de estrés postraumático (TEPT). 2. Yoga1 Esta práctica antigua, que combina posturas físicas, control de respiración y meditación, tiene diferentes alcances según la intensidad, duración y énfasis. El yoga es efectivo para tratar la depresión, y a largo plazo puede ser un tratamiento complementario para las mujeres con depresión persistente e incluso aliviar la depresión en el periodo perinatal. Su eficacia frente a la ansiedad no es tan clara, por lo que es mejor usar el yoga como complemento de la terapia cognitivo-conductual, de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o de otros medicamentos contra la ansiedad. 3. Taichí y qi gong1 Se trata de ejercicios chinos tradicionales de movimientos suaves que se centran en la concentración de la mente, la respiración y la relajación. Estos movimientos pueden practicarse mientras se camina, se está de pie o sentado. Al parecer alivian los síntomas de la depresión, y en particular el taichí reduce la ansiedad en los adultos mayores que además reciben terapias farmacológicas. <h3>4. Aceite de lavanda2,3 </h3>La lavanda es una planta con más de 30 especies diferentes, con la cual se produce un aceite que normalmente se administra de forma oral. Sin embargo, también es empleada en aromaterapia, masajes y baños aromáticos. Sus propiedades anticonvulsivas, antidepresivas, ansiolíticas, sedativas y calmantes la hacen bastante llamativa para la investigación. Un estudio encontró que su uso diario en dosis de 80 mg en quienes sufren trastorno de ansiedad subsindrómica y trastorno de ansiedad generalizada contribuye a reducir la inquietud y la agitación. Además, su empleo clínico es efectivo en la disminución del dolor cuando se aplican inyecciones epidurales lumbares y bloqueos de rama medial. <h3>5. Meditación basada en mindfulness1 </h3>El entrenamiento mental que lleva a tranquilizar la mente y lograr un estado de "observación desapegada" es el gran objetivo de las intervenciones basadas en mindfulness. Según la literatura disponible, aunque este tipo de entrenamiento suele integrarse a un marco terapéutico más amplio, no es claro si de forma independiente es más beneficioso. Sin embargo, la eficacia del mindfulness es superior a la de otras terapias activas alternativas. Es tan eficaz como el uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Incluso existe evidencia creciente que apoya las intervenciones en mindfulness para prevenir recaídas depresivas y ansiosas. Comentario editorial Recuerde siempre a sus pacientes que este tipo de terapias alternativas son efectivas si se complementan con otro tipo de tratamientos. No existe una sola respuesta para el manejo de las condiciones psiquiátricas y siempre debe elegirse la opción alternativa con el acompañamiento del especialista encargado.

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