Aunque se han descrito algunas pautas para realizar consejería en estilo de vida saludable y se ha demostrado que puede fomentar la pérdida de peso entre los pacientes, lo cierto es que cuando esta actividad se relaciona con el peso corporal, ocurre a un ritmo lento y no se suele alinear con los métodos recomendados que pueden apoyar el cambio de comportamientos. Uno de los hitos más interesantes que se han podido evidenciar es el impacto que tiene el estilo de vida adoptado por el profesional que oferta esta consejería, pero ¿son los profesionales conscientes de esta necesidad?

La creciente prevalencia de obesidad se ha convertido en la principal causa de trastornos metabólicos y en un factor de riesgo independiente de enfermedades cardiovasculares y mortalidad por todas las causas en el mundo.1-3 Por tanto, la obesidad se asocia con una calidad de vida relacionada con la salud significativamente menor en todas las poblaciones.1Se trata de <a href="https://www.docred.com/noticias/noticia-medica-cuidar-peso-corporal-elixir-longevidad" target="_self">una condición muchas veces prevenible</a> que afecta aproximadamente a una de cada 10 personas1 y no hay duda de que los profesionales de la salud podemos llegar a ser modelos a seguir para, a través de un estilo de vida saludable, generar mayor conciencia entre la población general, y poder prevenir el aumento de peso.1-3<h3>La importancia de la consejería en consulta</h3>Esta premisa aplica de manera particular a los profesionales de la salud de primer contacto, que día a día buscan abordar esta epidemia identificando personas con obesidad, o en riesgo de padecerla, durante las visitas ambulatorias y brindando consejería sobre reducción del peso, nutrición y actividad física a sus pacientes.3Si bien existen varias pautas para hacerlo y hay una creciente evidencia que demuestra que esta actividad puede fomentar la pérdida de peso entre los pacientes, la consejería relacionada con el peso corporal ocurre a un ritmo muy modesto y no suele estar alineada con los métodos recomendados que han demostrado apoyar el cambio de hábitos.3<h4>¿Cuáles son las barreras para la implementación?</h4>La creciente prevalencia del sobrepeso y la obesidad ha afectado también a los trabajadores de la salud, conduciendo así a fenómenos como la jubilación anticipada y la morbilidad y mortalidad por enfermedades crónicas entre estos profesionales.1 En un estudio reciente se encontró que uno de cada tres profesionales sanitarios tiene sobrepeso y uno de cada cinco, obesidad.1Otra investigación, centrada en el sobrepeso entre los trabajadores de la salud, evidenció que la prevalencia de la obesidad era, por ejemplo, mayor entre las enfermeras (25.1%).1 Estas condiciones, además de comprometer la utilidad y sostenibilidad de los sistemas de salud del mundo, se convierten en una barrera para que los profesionales puedan abordar a sus pacientes desde el ejemplo.1Si efectivamente esperamos que los trabajadores de la salud actúen como modelos a seguir para la sociedad en general,1 se requiere de una evaluación amplia, pero a la vez precisa, de la frecuencia y la conciencia del sobrepeso y la obesidad en esta población puntual1 en regiones como Latinoamérica, y de las acciones que, a nivel colectivo e individual, se están tomando para revertirlo.<h3>¿Qué están haciendo los profesionales para conservar un peso ideal?</h3>Estos estudios deben determinar los factores de riesgo más prevalentes entre los trabajadores de la salud y adoptar intervenciones para reducirlos.1 Aumentar la conciencia sobre la obesidad en esta población parece ser un buen primer paso para delimitar mejor el problema.1 En un estudio, por ejemplo, casi uno de cada tres participantes se definió con sobrepeso u obesidad.1En el mismo estudio, más de la mitad de los participantes (58.4%) afirmó no estar satisfecho con su peso actual1, y la puntuación media de conciencia sobre el sobrepeso u obesidad fue alta.1 Respecto de las subdimensiones, la conciencia sobre la parte nutricional fue alta, mientras que para la actividad física solo logró ser buena (tabla 1).1<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1696519410/Tabla_1_Puntuaciones_medias_de_conciencia_de_sobrepeso_y_obesidad_8f4fc8e808.webp" /></figure><h4>Y entonces ¿empezar por la actividad física?</h4>Se estima que la inactividad física es uno de los problemas de salud pública más importantes del siglo XXI.2 Para 2016, aproximadamente una cuarta parte (23.3%) de la población adulta en todo el mundo permanecía sedentaria,2 con un enorme impacto en la prevalencia de sobrepeso y obesidad, y sus consecuencias.1,2No hay duda de que un profesional de la salud que se ejercita regularmente tiene una base más sólida para brindar consejería.1, 2 Esto, en múltiples estudios, ha demostrado que promueve la actividad física regular y aumenta la satisfacción con la atención médica por parte de los pacientes.2 Además, los pacientes respetan a los médicos y consideran sus consejos “más creíbles”.2Una revisión sistemática que incluyó 19 estudios, con profesionales de primer contacto, encontró que “la falta de tiempo” era la barrera más citada para el asesoramiento sobre actividad física.2 La segunda barrera más común fue "la falta de capacitación”, hallazgo consistente con otras investigaciones que destacan la falta de educación adecuada como la barrera más importante para promover la actividad física.2, 3<h3>Formación continua en atención primaria</h3>La falta de educación organizada sobre medicina del estilo de vida representa todo un desafío.2 Sin embargo, resulta muy importante integrar estos tópicos en las mallas curriculares de los programas de pregrado en medicina y enfermería, así como en los programas de residencias médicas y de formación continua en atención primaria.2Se trata de un recurso que el profesional de la salud probablemente aproveche para adoptar hábitos saludables y prevenir la aparición de enfermedades cardiometabólicas, pero también para, desde el ejemplo, <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-prevencion-enfermedad-cardiometabolica-farmacos-vs-habitos" target="_self">brindar una asesoría completa a sus pacientes sobre estilo de vida</a>, con los efectos ya mencionados.2Las rotaciones electivas, donde los estudiantes de pregrado y posgrado eligen voluntariamente un tema de profundización, pueden proporcionar el periodo de formación adecuado para lograr un asesoramiento completo en estilo de vida y promoción de la actividad física,2 pero quizá se queden cortas. Es por esto que se requiere un plan de estudios estructurado y centrado en resultados clínicos.2<figure class="poll" data-id="824">{ Poll ID: 824}</figure>Comentario editorialParece urgente la formulación de políticas que alienten tanto a los pacientes como a los profesionales de la salud a tener un estilo de vida más saludable y prevenir la obesidad. Se podrían diseñar, por ejemplo, programas en los lugares de trabajo para controlar el sobrepeso en entornos sanitarios. Además, implementar la formación continua de los trabajadores de la salud de forma estructurada, y considerarla como una competencia esencial.

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