En principio, la autonomía del paciente puede verse reflejada en la firma del consentimiento informado. Sin embargo, la creación de una voluntad anticipada o testamento vital tiene características legales, morales y éticas que requieren de una mayor atención por parte de familiares, cuidadores y profesionales sanitarios.

<h3>¿De qué trata la autonomía del paciente? </h3>El propósito de darle autonomía al paciente es promover su participación activa en la toma de decisiones, que estas sean informadas y se basen en propuestas objetivas y respetuosas. En relación con el respeto, es importante que sea bidireccional: que las elecciones respeten las recomendaciones médicas, y que el médico respete el contexto personal del paciente, evitando protocolos rígidos o agresivos.1 La autonomía involucra:1,2 <ol><li>Participantes: médico y pacientes (aunque también incluye la red familiar y a otros colegas) </li><li>Acciones: en las que ambas partes participan y toman decisiones </li><li>Información compartida: en un entorno sincero y abierto frente a lo que se espera. </li></ol>Ambas partes deben respetar la decisión de tratamiento (o no tratamiento). Según un artículo de Anales de la Facultad de Medicina, “la mayoría de sujetos sanos opinan a favor de elegir su propio tratamiento; sin embargo, entre aquellos que tienen cáncer, solo una minoría comparte la misma opinión”.1  Vale la pena destacar que la autonomía del paciente para determinar qué prefiere puede verse influenciada por una actitud sobreprotectora, paternalista o egocéntrica del médico, al querer que su paciente prefiera ciertas opciones sobre otras.1 Aun cuando esto es un aspecto negativo del galeno, vale la pena mencionar que él tiene el deber ético de influenciar las elecciones del paciente cuando:1 <ol><li>El paciente está en riesgo de un daño significativo y prevenible </li><li>El beneficio esperado para el paciente sobrepasa los riesgos </li><li>La influencia no se opone a los intereses sustanciales de la autonomía (creencias religiosas). </li></ol><h3>Voluntad anticipada o testamento vital, un documento guía </h3>Estos documentos aparecieron en Estados Unidos como un acuerdo explícito que evitaba problemas durante la toma de decisiones entre el paciente y los profesionales de la salud.2 El documento se cumple cuando el paciente es incapaz de expresar de manera verbal sus preferencias sobre cuidados y tratamientos en salud.  Ofrecer a un paciente la posibilidad de tener una voluntad anticipada equivale a que tenga la oportunidad de brindarle una guía al médico tratante, con sus preferencias o condiciones para aceptar o rechazar tratamientos o manejos de su enfermedad (incluye, por ejemplo, decisiones sobre el uso de tecnologías para el mantenimiento de la vida o sobre la <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-limitacion-esfuerzo-terapeutico-medico-vs-paciente " target="_self">suspensión de medidas desproporcionadas</a>).2 Entre las situaciones clínicas que más se relacionan con la voluntad anticipada, se encuentran:  <ul><li>Terapias de sustitución renal </li><li>Ventilación mecánica </li><li>Reanimación cardiopulmonar (RCP) </li><li>Medidas de cuidado paliativo como la nutrición artificial </li><li>Medidas de confort </li><li>Control del dolor </li><li>Donación de órganos </li></ul><h3>¿Es un documento que todo lo soporta? </h3>La bioética indica que si los seres humanos tienen a derecho a vivir dignamente, también deberían tenerlo a morir con dignidad.3 Una voluntad anticipada es una expresión de autonomía y competencia con la que eventualmente se puede buscar una muerte digna (en el ámbito jurídico, se atribuye a una libertad propia de los derechos humanos, pese a los enfoques que tenga la legislación en cada territorio).3 A diario los médicos son alentados a tomar decisiones con sus pacientes, a trabajar en un proceso de decisiones compartidas. La voluntad anticipada es un claro ejemplo de cómo la evaluación en conjunto de los objetivos y preferencias del paciente en su paso por una enfermedad terminal lo dignifica como ser humano y le otorga el derecho a aceptar o negarse a un tratamiento.2 Así lo corrobora la siguiente cita, tomada de la revista científica Persona y Bioética:  <blockquote>La voluntad anticipada fomenta un equilibrio entre la autonomía del paciente y la obligación del personal médico de hacer el bien para este (beneficencia) y evitar el daño (no maleficencia), teniendo en cuenta las preocupaciones de justicia y equidad con respecto a otros pacientes.2 </blockquote>Comentario editorial Preguntar de manera explícita al paciente hasta dónde estaría dispuesto a llegar en un momento de vida o muerte, es un acto que se debe realizar con base en la objetividad médica. Sin embargo, dado que no muchas personas comprenden bien cuál es el alcance de la medicina, vale la pena sensibilizar a diario a la población sobre la importancia de permitir la guía de un médico en un proceso semejante y de tener una comunicación asertiva y empática.

Interés general

Docred

Autonomía y anticipación: cómo percibir una última voluntad

Existe un documento escrito en el que usted y su paciente pueden trabajar en conjunto para respetar y dignificar las intervenciones médicas.