La buena comunicación entre profesionales de la salud permite un buen desarrollo de las prácticas laborales a partir de un trabajo articulado. Uno de los factores que puede limitarla es el ego presente en algunos profesionales, generalmente médicos. En un artículo científico recientemente publicado, se definió a la comunicación transactiva como una herramienta formativa altamente efectiva en la eliminación de los estereotipos y estigmas entre las diferentes profesiones del sector de la salud.La buena comunicación entre los profesionales que desarrollan actividades en el sector salud, permite desarrollar un ambiente laboral estable, a la vez que genera mejores resultados en las prácticas realizadas, sin embargo, se ha determinado que el ego es un factor limitante.El ego es una valoración excesiva de uno mismo, y, según Freud, es una parte de la personalidad que media entre los deseos y los impulsos (el ello), el superyó y la realidad.  El ego genera comportamientos de rechazo hacía otras personas al percibirlas como “inferiores” en su práctica laboral ya sea a través del tono de voz, en los términos usados o en el lenguaje corporal; por lo que se han planteado habilidades colaborativas para eliminar los estigmas y estereotipos presentes en los entornos clínicos [1-2].El buen desarrollo de las actividades laborales a nivel mundial, requiere del trabajo articulado de las diferentes profesiones, y el sector de la salud no es la excepción. Para llevar a cabo las prácticas, los médicos necesitan de enfermeras, camilleros, radiólogos, administradores, entre otros, y viceversa, pero la presencia del ego en los médicos limita la comunicación y entorpece el trabajo.La comunicación transactiva es una herramienta comunicativa en la que los profesionales de la salud comparten sus conocimientos en relación con una misma temática a toda vez que produce retroalimentaciones que pueden generar un mejor desarrollo de las actividades laborales [1].En la Universidad de Mannheim, Alemania, se realizó un estudio científico en el que se asignaron estudiantes de medicina (EM) y de fisioterapia (EF), en grupos pequeños, para realizar actividades de comunicación transactiva. Se ofreció una sesión de 90 minutos para cada grupo y, una vez finalizada, socializaron similitudes, diferencias, experiencias e impacto de la herramienta [1].La tasa de respuesta fue del 96% y se mostraron diferencias significativas en dos de las variantes determinadas: adquisición de conocimientos y cambios en los estereotipos. La intensidad de la comunicación transactiva de los estudiantes de fisioterapia demostró un efecto positivo en los conocimientos obtenidos, en comparación con los de medicina, cuyos resultados fueron significativamente menores y posiblemente atribuibles al menor número de fisioterapeutas en los grupos [1]En los estudiantes de fisioterapia se percibió un mayor nivel en las competencias para explicar y demostrar habilidades prácticas debido a que estas actividades las realizan durante todo su proceso de formación. Los estereotipos sobre los EF reflejaron cambios significativos, a diferencia de los EM, justificados en el rol desempeñado y el ego [1-2].Los autores concluyeron que el uso de la comunicación transactiva en los procesos formativos de los profesionales de la salud, podría mejorar la comunicación general, limitando el reflejo del ego en los entornos clínicos. Entre sus beneficios también hallaron cambios en los estereotipos generados previamente a la aplicación del método, a partir del uso de las características diferenciales entre profesiones para mejorar los conocimientos.Comentario editorialLa comunicación transactiva en un método formativo que puede funcionar en la extinción de los estereotipos generados en los diferentes profesionales del área de la salud, mientras se produce un informe sobre las labores desempeñadas y los conocimientos adquiridos, de forma que se genere un trabajo articulado que permita el buen desarrollo de las prácticas clínicas. ¿Cree usted que esta herramienta mejore la comunicación laboral?

Interés general

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El Ego: Un Perjuicio en los Profesionales de la Salud

El ego en los médicos genera comportamientos de rechazo hacía otras personas y perjudica la salud al limitar la comunicación y entorpecer el trabajo.