La colecistitis aguda es una enfermedad inflamatoria de la vesícula biliar que puede ser acalculosa o, en la mayoría de los casos, secundaria a obstrucción por cálculos biliares. El cuadro clínico de la colecistitis incluye dolor abdominal típico en cuadrante superior derecho, fiebre y vómito. En todos los casos se recomienda realizar hemograma completo y pruebas de función hepática junto con imágenes diagnósticas apropiadas para la confirmación del diagnóstico. El tratamiento estándar consiste en colecistectomía laparoscópica temprana asociada a antibioticoterapia bajo esquemas y recomendaciones específicas. La colecistitis aguda es una enfermedad inflamatoria de la vesícula biliar secundaria en el 90% al 95% de los casos a la obstrucción del conducto cístico debido a cálculos biliares. Las enfermedades de la vesícula afectan a cerca de 20 millones de personas al año en EE. UU., se estima que hasta el 80% son asintomáticos. Menos frecuentes son los casos de colecistitis aguda acalculosa, la cual se considera de etiología multifactorial. Algunas condiciones asociadas a esta enfermedad incluyen la diabetes mellitus, infección por virus de inmunodeficiencia humana (VIH), aterosclerosis, quemaduras, trauma severo y uso de nutrición parenteral total. Una dieta alta en grasa y baja en fibra se relacionó con la mayor prevalencia de colelitiasis en algunas poblaciones. En relación con el sexo, aunque los cálculos biliares son 2 a 3 veces más frecuentes en mujeres, la diferencia tiende a disminuir a edades mayores, el riesgo de desarrollar colelitiasis y, por tanto, colecistitis incrementa con la edad. La existencia de anemias hemolíticas congénitas, especialmente las talasemias y la anemia de células falciformes, son causas comunes de colelitiasis en niños. En el caso de las embarazadas se evidenció el incremento directamente proporcional según la edad gestacional en la formación de barro biliar y cálculos biliares. El grado y la duración de la obstrucción del conducto cístico por el cálculo determina el grado de progresión de la inflamación de la vesícula biliar. La obstrucción lleva al incremento de la presión intraluminal de la vesícula que desencadena congestión y edema de la pared del órgano. Posteriormente, aparece hemorragia y necrosis de la pared que puede terminar en perforación del sitio necrótico y peritonitis biliar subsecuente. Cerca del 20% de los pacientes con colecistitis desarrollan infecciones bacterianas secundarias con microorganismos entéricos (E. coli, Klebsiella, Streptococcus faecalis). En esta fase, puede presentarse infiltración de leucocitos en el tejido necrótico y supuración abundante dentro del órgano y fuera de este, lo cual puede llevar a cuadros infecciosos de difícil control.Diagnóstico:La colecistitis aguda debe sospecharse en pacientes con dolor persistente del cuadrante abdominal superior derecho independientemente de la asociación con la alimentación. Otros síntomas típicos incluyen fiebre, náusea y vómito. Al examen físico, la sensibilidad a la palpación del cuadrante superior derecho se asocia con peritonitis localizada en más del 95% de los casos. El signo de Murphy se considera patognomónico de colecistitis, es típica la aparición de leucocitosis durante el cuadro agudo. En casos severos, puede haber hiperbilirrubinemia leve (&lt;3 mg/dl) con ictericia secundaria. Se debe complementar el abordaje diagnóstico con la realización de hemograma completo y panel bioquímico sanguíneo que incluya pruebas de función hepática, niveles de bilirrubinas y lipasa sérica (con el fin de descartar pancreatitis aguda como diagnóstico diferencial). Adicionalmente, conviene realizar radiografía de tórax y electrocardiograma en pacientes adultos con el cuadro clínico descrito. Los criterios diagnósticos de las guías Tokio 2018 se enumeran en la tabla 1. Diferentes estudios demostraron que la aplicación de estos criterios presentan rendimiento diagnóstico intermedio, con sensibilidades entre el 83% y el 85% y especificidades entre 37% y 50%.<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1649276920/Tabla_Colecistitis_Aguda_1_fd905a9bd3.webp" /></figure>Dentro de los estudios diagnósticos de imagen se encuentran diferentes opciones, con rendimientos diagnósticos, ventajas y desventajas particulares en cada caso (tabla 2).<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1649276937/Tabla_Colecistitis_Aguda_2_37fcb4fdd7.webp" /></figure>Tratamiento:El tratamiento estándar de la colecistitis aguda por cálculos es la colecistectomía. Diferentes estudios y revisiones sistemáticas han establecido beneficio sobre complicaciones, tiempo de hospitalización y reducción de la mortalidad con intervención quirúrgica temprana (en los primeros 2 a 4 días) en comparación con colecistectomía tardía, aun en individuos mayores de 65 años.Entre el 2% y el 15% de los pacientes llevados a colecistectomía laparoscópica deben convertirse a colecistectomía abierta. Este fenómeno se da cuanto no es posible realizar la disección quirúrgica apropiada por la vía laparoscópica. El sexo masculino, mayor edad, alto índice de masa corporal y la presencia de inflamación severa se asocian con mayores tasas de conversión del procedimiento. Dentro de las complicaciones de la colecistectomía se encuentran el sangrado de la pared abdominal y el sangrado intraabdominal, la infección de sitio operatorio y la lesión de la vía biliar extrahepática. La mayoría de las complicaciones se reconocen tempranamente y se intervienen de manera adecuada, sin embargo, las lesiones de vía biliar requieren de diagnóstico oportuno y tratamiento por cirujano experto en reconstrucción hepatobiliar. En gestantes, se recomienda la realización de colecistectomía laparoscópica en caso de colecistitis aguda, independientemente del trimestre del embarazo en el cual se presente. El riesgo de complicaciones secundarias al tratamiento no quirúrgico de la colecistitis en este tipo de pacientes supera el riesgo de complicaciones secundarias a la colecistectomía. En pacientes con cirrosis, a mayor nivel en la clasificación Child-Pugh y a mayor puntaje MELD (Model of End-stage Liver Disease) se encontró mayor riesgo de complicaciones y mortalidad. Se sugiere que la realización de colecistectomía laparoscópica es más segura que el manejo no quirúrgico en casos de cirrosis Child-Pugh A o B, y en pacientes con puntaje MELD menor a 15. La colecistitis aguda complicada se define por la presencia de necrosis, perforación, absceso pericolecistico, o fístula colecistoentérica. Los pacientes con estas condiciones tienen mayor riesgo de desenlaces adversos asociados a la colecistectomía, no obstante, el tratamiento no quirúrgico basado en antibióticos no es apropiado. Es más frecuente la necesidad de conversión a colecistectomía abierta en estos casos, por lo que el equipo quirúrgico debe estar preparado para este tipo de escenarios. Una vez se establece el diagnóstico de colecistitis aguda se debería instituir tratamiento antibiótico con cubrimiento de bacterias anaerobias y gram negativas como ampicilina-sulbactam o piperacilina-tazobactam; la antibioticoterapia debe iniciarse previo a la cirugía con el fin de proteger contra sepsis e infección de sitio operatorio. En relación con la continuación de antibióticos luego de la cirugía, estos deberían considerar solamente en pacientes con signos de infección residual o sepsis.  También le puede interesar: <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-dolor-abdominal-consumo-de-sustancias" target="_self">Abordaje Inicial del Dolor Abdominal en Pacientes con Consumo Crónico de Sustancias</a>

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Colecistitis Aguda: Lo Que Todo Médico Debe Saber

Artículo de actualización sobre el diagnóstico y tratamiento de la colecistitis aguda 