El síndrome de vena cava inferior (SVCI) es una enfermedad rara y con abordaje diagnóstico complejo. Sus principales manifestaciones incluyen edema de miembros inferiores y genitales, ascitis, ictericia, dolor abdominal, lumbalgia y dolor pélvico que se irradia a la ingle. El diagnóstico se basa en cuadro clínico y estudios de imágenes, en especial la ecografía Doppler. La anticoagulación es la terapia inicial, pero existen otras intervenciones invasivas, incluida la colocación de stent, que beneficia a algunos pacientes. 

El SVCI se caracteriza por obstrucción o comprensión de la vena cava inferior (VCI),1 y suele ser una condición médica difícil de diagnosticar en vista de su rareza.2 Su fisiopatología consiste en la presencia de un proceso subyacente que obstaculiza el retorno venoso a la aurícula derecha.1 En algunos casos, se acompaña del síndrome de Budd-Chiari cuando existe obstrucción de las venas hepáticas hacia la VCI.3En general, el SVCI tiene dos orígenes: maligno y benigno. El primer caso se evidencia con frecuencia en individuos con carcinomas renales y suprarrenales, feocromocitomas, carcinomas pancreáticos, hepatocelulares, de ovario y de cuello uterino, y con enfermedades oncológicas en próstata y estómago, entre otros. Por su parte, la etiología benigna comprende lóbulos caudados agrandados en cirrosis hepática, quistes hepáticos y renales, afecciones granulomatosas, enfermedad de Crohn, aneurismas aórticos, hematomas retroperitoneales, fibrosis retroperitoneal y traumatismo abdominal cerrado (tabla 1).3 <figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1677084591/Tabla_1_Manifestaciones_clinicas_245492edcb.webp" /></figure><h3>Diagnóstico3 </h3>La identificación de este síndrome se basa en cuadro clínico y estudios de imágenes, los cuales comprenden ecografía dúplex con contraste mejorado e intravascular, resonancia magnética (RM) y tomografía computarizada (TC) con contraste. Si bien la ecografía dúplex presenta algunas limitaciones, incluida la dificultad para visualizar de manera directa las venas ilíacas y la VCI, es el método de elección para la detección inicial. Los hallazgos característicos incluyen trombos y estenosis de la VCI, trombosis y estenosis venosa hepática, incremento del lóbulo caudado, lesiones intrahepáticas, ascitis y colaterales intrahepáticas o extrahepáticas. Por otro lado, la ecografía por contraste se emplea para identificar trombosis de la VCI y diferenciar trombos blandos de una invasión tumoral. La ecografía intravascular diagnostica de forma fiable enfermedades de la pared de la VCI y el espacio luminal, y es el método estándar para medir estenosis venosas y guiar intervenciones vasculares. <h3>Estrategias terapéuticas3</h3>El tratamiento del paciente con SVCI depende de su sintomatología, causa subyacente, equilibrio riesgo-beneficio y acceso a intervenciones terapéuticas en el centro de salud. En primer lugar, es importante iniciar anticoagulación y el equipo multidisciplinario de especialistas decidirá sobre intervenciones invasivas (tabla 2).<figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1677084600/Tabla_2_Intervencionismo_en_sindrome_de_vena_cava_inferior_1_14f830c2eb.webp" /></figure><h3>Conclusión</h3>El SVCI amerita un abordaje multidisciplinario. Los procedimientos percutáneos han cambiado en los últimos años y están dirigidos según el tipo de presentación de la enfermedad. La mayoría de intervenciones son complejas, por lo que se recomienda realizarlas en instituciones especializadas. Aunque hay evidencia emergente de esta condición, aún existen muchas interrogantes sobre el tratamiento. Es importante esclarecer las dudas sobre la elección del paciente para ciertas terapias, las diferencias entre cada una, los dispositivos optimizados y los esquemas de anticoagulación para evitar reestenosis y trombosis. Comentario editorialEste artículo resume a grandes rasgos el abordaje general del paciente con SVCI. Aunque sea una patología poco frecuente, es importante tenerla presente como diagnóstico diferencial en los casos de alteraciones vasculares y, si bien los especialistas en intervencionismo son los que realizan los procedimientos, el médico general debe identificar de manera temprana esta enfermedad para evitar complicaciones fatales.<figure class="poll" data-id="458">{ Poll ID: 458}</figure>

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Síndrome de la vena cava inferior: una mirada a sus generalidades

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