La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para el año 2050 la resistencia bacteriana a los antibióticos causará 10 millones de muertes. En este sentido, las redes de investigación generan información sobre aspectos tales como sujetos afectados, centros en los que ocurren estos casos, en qué magnitud y extensión suceden, qué tipos de antibióticos se utilizan, influencia en la mortalidad, gravedad de la enfermedad e impacto económico. Estos grupos de trabajo y el conocimiento que obtienen son los que permiten emprender mejores acciones de prevención y control. 

La resistencia a los antimicrobianos se define como la capacidad de un microorganismo de tolerar los efectos de los antibióticos. A veces es una característica inherente a las bacterias y en otras ocasiones se trata de una habilidad adquirida durante el proceso infeccioso.1 Las enfermedades infecciosas aún son una de las principales causas de morbilidad y mortalidad, y este problema puede empeorar con la actual crisis de tolerancia a los medicamentos. Para hacer frente a esta crisis son necesarias más investigaciones que analicen las causas, rutas y reservorios donde la oposición microbiológica puede surgir y expandirse.2 El desarrollo insuficiente de nuevos antibióticos y la creciente resistencia de las bacterias están poniendo al mundo en riesgo de perder la clase de fármacos curativos de disponibilidad más amplia.3 La investigación sobre la oposición microbiana a los antibióticos se lleva a cabo en redes de laboratorios interdisciplinarios y en asociaciones de investigación nacionales, regionales e internacionales. Los enfoques que involucran múltiples disciplinas son muy útiles, incluso indispensables, para una investigación exitosa de problemas complejos como la resistencia bacteriana.1 <h3>Red Latinoamericana de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos (ReLAVRA)1 </h3>Creada en 1996 con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), tiene la misión de obtener datos microbiológicos confiables, oportunos y reproducibles, para ser utilizados en la mejora de la atención al paciente mediante el establecimiento de programas sostenibles de aseguramiento de la calidad. ReLAVRA incluye cuatro países: Argentina, Brasil, México y España; este último cuenta con la participación de la Universidad de Madrid y la Complutense. La red permite el intercambio de conocimientos y aprendizajes entre estudiantes de posgrado e investigadores. <h3>Recomendaciones de la OMS sobre la resistencia a los antimicrobianos1 </h3>La tolerancia de los microbios a los medicamentos puede originarse por dos mecanismos: <ul><li>Selección artificial por un tratamiento antibiótico inadecuado, en la que aparecen clones resistentes. </li><li>La selección natural, que se refiere a la transferencia horizontal de genes, en la que hay una adquisición de plásmidos con genes de resistencia, lo que aumenta la prevalencia de bacterias tolerantes.</li></ul>Los reportes indican que también existe resistencia a los nuevos antibióticos que se lanzan al mercado. Un ejemplo entre muchos es el de linezolid, que empezó a comercializarse en el año 2000 y sobre el cual, para 2001, ya existían reportes de tolerancia. En 2017, la OMS impulsó la investigación y desarrollo de antibióticos que ya no son producidos por la industria farmacéutica. Además, señaló que existen microorganismos con prioridades críticas porque causan infecciones con alta morbilidad y mortalidad, como Acinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa, Enterococcus, Helicobacter pylori, Salmonella, Campylobacter y Neisseria gonorrhoeae. Como patógenos de prioridad media, definió a Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Shigella. La OMS propuso un plan de acción que apunta a sensibilizar sobre el problema, fortalecer el conocimiento y reducir la incidencia de contagios a través de medidas preventivas como el saneamiento ambiental, el lavado de manos y el uso efectivo de antimicrobianos, tanto en humanos como en animales. El plan incluye mejorar el conocimiento y la comprensión de la resistencia a los antimicrobianos en el ámbito local y nacional, la vigilancia de su incidencia, la optimización del uso de antibióticos y el desarrollo de medidas de contención. ReLAVRA apoya los criterios de la OMS para determinar lo que ocurre en cada país de la región. Para reducir la aparición de infecciones, se recomiendan medidas de higiene, prevención y control efectivas, como higiene de manos, procedimientos de limpieza, reducción de infecciones asociadas a la atención de la salud, vacunación y saneamiento ambiental. También se dan consejos referentes a sanidad animal, bioseguridad, higiene y producción animal sostenible. <h3>Conclusión3 </h3>Se puede socavar la resiliencia de las bacterias tan hábilmente como ellas "entienden" la vulnerabilidad de los humanos y evolucionan con éxito para explotarnos como vectores y hospederos. La ventaja potencial en esta batalla es que estos patógenos deben sobrevivir no solo a las respuestas inmunitarias evolucionadas e individuales de los seres humanos, sino también a los esfuerzos colectivos para compensar las inmunodeficiencias mediante la administración de antibióticos. La sociedad en general necesita tomar medidas para utilizar los conocimientos sobre la resistencia a los antimicrobianos con el fin combatir la amenaza siempre presente de los patógenos bacterianos resistentes. <h3>COMENTARIO EDITORIAL </h3>La investigación colaborativa y el uso racional de antibióticos son dos pilares fundamentales sobre los cuales debemos soportarnos todos los médicos, a fin de proponer medidas que impacten en esta crisis mundial silente.  También le puede interesar: <a href="https://www.docred.com/guias/guia-medica-tratamiento_infecciones_resistentes-a-los-antimicrobianos" target="_self">Guía para el tratamiento de infecciones resistentes a los antimicrobianos</a>

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Resistencia antimicrobiana: importancia y esfuerzos para controlarla

¿Conoce las estrategias planteadas por la OMS para combatir la resistencia bacteriana?