Médicos a nivel mundial sugieren tratamientos espirituales como parte de la medicina integral, lo que ha reflejado buenos resultados en la reducción de la presión arterial, frecuencia cardiaca y estrés. En un estudio científico se investigó la efectividad del reiki como terapia y se determinó que no hubo valores significativos en las mediciones comparadas entre pacientes que recibieron reiki y los que no.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, el 70% de las muertes reportadas a nivel mundial se deben a las enfermedades crónicas, por lo que recomiendan la medicina integral como tratamiento mediante la integración de cuerpo, mente y espíritu.1
Las enfermedades crónicas generan en el paciente un desgaste psicológico que puede agravarlas, por lo que son múltiples las terapias espirituales que se han integrado para su manejo: el tai chi, el yoga, los productos naturales, la respiración y el reiki, han demostrado buenos resultados en la reducción de estrés, presión arterial y frecuencia cardíaca.
El reiki basa su teoría en la existencia de una energía universal que refuerza las capacidades curativas innatas del cuerpo, lo que facilita el proceso de curación. Para su realización, el guía espiritual maneja diferentes posiciones de las manos sobre la superficie de la persona o a unos centímetros de ella para que de esta forma se transmita la energía curativa. Esta práctica ha sido usada en más del 15% de los hospitales de EE.UU como parte del manejo de enfermedades crónicas.1
La disminución de la frecuencia cardíaca (FC) y la presión arterial (PA), se relacionan con la reducción del estrés producida por el sistema nervioso parasimpático (SNP), el cual permite que el cuerpo conserve su energía durante su descanso para realizar actividades digestivas, de micción y defecación. El nódulo sinoauricular genera el impulso electrónico que da origen a los latidos y está ligado al nervio vago, lo que refleja cambios en la FC.1
Por otro lado, el sistema nervioso simpático aumenta la frecuencia cardíaca, contrae los vasos sanguíneos y eleva la presión arterial, por lo que ambos sistemas pueden funcionar de forma articulada para la reducción de los efectos psicológicos producidos por las enfermedades crónicas.1
En un estudio científico recientemente realizado en EE.UU, se midieron los efectos del reiki mediante la aplicación de dos encuestas, una previa al tratamiento y otra una vez finalizado. Se seleccionó una población de 48 personas que fueron divididas en tres subgrupos de forma igualitaria:1
Para este estudio no se hizo aplicación de criterios de inclusión o exclusión.
El tratamiento de reiki consistió en que las personas estuvieran sentadas por 10 minutos en una silla, con música de fondo, mientras el guía posicionaba sus manos sobre los hombros del sujeto. La simulación se realizó para controlar el efecto placebo y se llevó acabo con la misma dinámica de la terapia, a diferencia de que esta estuvo a cargo de una persona no experta en el área. En el último grupo, las personas solo estuvieron sentadas durante el mismo período con música.1
La mayoría de individuos evaluados fueron mujeres (81.3%), algunos presentaron condiciones médicas (27.1%), y gran parte (79.2%) había recibido un tratamiento energético espiritual. Los resultados demostraron que todos los valores p calculados fueron >0.05, lo que significó que los cambios observados después del tratamiento de reiki no fueron diferentes a los resultados en la simulación y en el grupo sin terapia. Sin embargo, esto no significó que los resultados fueran definitivos.1
Para este estudio no hubo criterios de inclusión o exclusión, lo que generó limitaciones en la ausencia de control en la selección poblacional y en las distintas variables (demografía, características clínicas, tratamientos previos, entre otros). Además, no se controló la hora del ritmo circadiano, la dieta, los medicamentos, la suplementación y los hábitos de los pacientes para la medición.1
En la literatura existen artículos clínicos que reflejan los beneficios del reiki, y aunque en éste no se encontraron resultados significativos, el valor p que comparó el cambio en la frecuencia cardíaca fue de 0.053,1 un indicativo de que el reiki puede funcionar como tratamiento alternativo en pacientes con enfermedades crónicas, por lo que los autores sugirieron nuevos estudios que abarquen un mayor número de personas y que cuenten con limitaciones en criterios de inclusión y exclusión para generar un control sobre los datos obtenidos.
El reiki ha sido usado como tratamiento alternativo en la medicina integral para trabajar la mente y el espíritu en pacientes con enfermedades crónicas, de forma que se puedan reducir los niveles de estrés, la frecuencia cardíaca y la presión arterial. ¿Cree usted que la terapia de reiki funciona?
Codigo: NR-CG-3-1538
¿Quiere ser el primero en estar actualizado?
Suscríbase ahora a nuestro Newsletter y no se pierda todo el contenido médico que tenemos para usted.
Ingrese su correo electrónico para seguir explorando contenido de su interés: