Está claro que las vacunas contra la COVID-19 funcionan, son seguras y eficaces, aún así, existe un grueso poblacional que se abstiene a aplicársela o que incluso niega la existencia del virus. Las circunstancias deben ser analizadas para determinar si usted como médico puede abstenerse a atender un paciente sin vacunar. Lea el artículo completo a continuación: En principio la respuesta sería: no; sin embargo, hablar sobre la negación de la atención al paciente, es revisar la base ética y legal del profesional sanitario. En el caso puntual del virus SARS-COV 2, la investigación científica ha permitido la creación de vacunas que puedan hacerle frente a la enfermedad COVID-19; en este momento, varios países de Latinoamérica cuentan con población vacunada con esquema completo, tales como: Argentina con 66,1%, México con 50,0%, Colombia con 48,8%, Chile con 84,4%, entre otros. El acceso a la vacunación depende mucho de la organización gubernamental de cada territorio, pero una consigna se oye en todo el mundo y es que las vacunas funcionan, son seguras y eficaces, aún así, existe un grueso poblacional que se abstiene a recibir al menos una dosis o que incluso, niega la existencia del virus. Dadas las circunstancias, las unidades de cuidado intensivo, de nuevo, se empiezan a llenar de  enfermos, esta vez la mayoría son personas sin vacunar. La frustración está a la orden del día, pues la atención a pacientes con la COVID-19 requiere un grado de atención y precisión propio del tratamiento de la enfermedad, un paciente difícil puede hacerle el trabajo más complicado a cualquiera, y cabe preguntar ¿Se debe atender al paciente que evitó a toda costa ser vacunado?  Desde la ética profesional y la mirada legal, todo paciente que requiera atención inmediata debe ser atendido sin cuestionar, no obstante, un médico sí puede rechazar pacientes si el tratamiento entra en conflicto con los deberes del profesional, por ejemplo, negar la prescripción de antibióticos para una infección viral o tratar una afección que no esté dentro de su área de especialización. Las principales razones por las cuales un médico puede negarle la atención a un paciente son: El paciente muestra una conducta de búsqueda de drogas; El paciente tiene un comportamiento problemático o difícil de lidiar; El doctor no tiene relación laboral con el proveedor de salud; Las convicciones personales del médico le impiden realizar el procedimiento (objeción de conciencia). Específicamente sobre la objeción de conciencia, Patricio Santillán-Doherty, define la objeción de conciencia según el colegio de bioética mexicano mientras cuestiona ¿Es justificable la objeción de conciencia en la medicina?: La objeción de conciencia en medicina se puede definir como la decisión individual que toma un profesional de la medicina para dejar de realizar un acto médico, científica y legalmente aprobado según el ars medica, aduciendo la trasgresión que este acto hace a sus convicciones éticas, su libertad de pensamiento, conciencia o religión (en otras palabras, sus principios morales y creencias religiosas).                                                                                                                      Colegio de Bioética, México Tratándose del caso específico de la COVID-19, la American Medical Association (AMA) explica que, en el contexto de una enfermedad de alta transmisión, aceptar o negar la atención a un paciente depende de la urgencia que el individuo requiera. Una persona sin vacunar representa un riesgo para otros pacientes y para los médicos, como aquellos que no pueden vacunarse por estar inmunosuprimidos, en ese caso, sería justificable éticamente negar la atención al individuo. En conclusión, se debe analizar qué tipo de intervención requiere un paciente para determinar su atención, en una sala de cuidado intensivo, sin importar raza, género o estado de vacunación, quien llegue necesita ser atendido; pero, determinados casos pueden permitirle al profesional evitar la realización de ciertos procedimientos o prescribir tratamientos aceptados en el ars medica, por ejemplo: en una consulta privada de rutina sin emergencias, negar la atención o referir a otro colega, puede ser una alternativa aceptada. Seguramente, la persuasión hacia el autocuidado será el siguiente paso, medidas de bioseguridad más rigurosas, limitado contacto con otras personas y finalmente, la invitación abierta a entender el por qué de la abstención a la vacunación. Es posible que esta sea una oportunidad para reconocer las preocupaciones del individuo que no desea ser vacunado y buscar formas de que acepte vacunarse para protegerse y proteger a los demás.También le puede interesar: <a href="https://www.docred.com/articulos/como-persuadir-a-quienes-dudan-de-las-vacunas" target="_self">¿Cómo persuadir a quienes dudan de las vacunas?</a>

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¿Puede un Médico Negarle la Atención a un Paciente No Vacunado Contra la COVID-19?

¿Se debe atender a un paciente con COVID-19 que se negó a vacunarse? Lea más acá. 