Las investigaciones señalan que el fenómeno del cambio climático induce el desarrollo de múltiples enfermedades (respiratorias, neurológicas, cardiovasculares y oncológicas). Debido a que en este proceso participan varios sectores (ciudadanía, salud pública, autoridades gubernamentales, farmacéuticas, etc.), es necesario que cada uno implemente estrategias para mitigar tales consecuencias y prevenir el incremento de las tasas de morbilidad y mortalidad. 

<p>La <a href="https://www.docred.com/noticias/noticia-medica-creciente-contaminacion-ambiental-debido-a-la-pandemia" target="_self">contaminación</a> del aire es en la actualidad la principal causa de empeoramiento de la calidad ambiental, con resultados adversos para la salud humana (figura 1). Cerca del 80% de las personas a nivel mundial viven en áreas donde se supera el límite de contaminación de aire posible.<sup>1</sup> </p><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1671197989/grafica_areas_del_cuerpo_humano_afectadas_por_el_cambio_climatico_5ac8f3c562.webp" /></figure><p>Sin embargo, existen distintas estrategias para combatir esta problemática, dirigidas a diferentes involucrados.<sup>1</sup></p><h3><strong>Ciudadanos<sup>1</sup></strong></h3><p>El objetivo principal es reducir las emisiones contaminantes provenientes de cada individuo mediante el cambio de estilo de vida, como la minimización del consumo de energía en transporte, hogar y suministro. </p><h4><i><strong>Transporte público y activo</strong></i></h4><p>El transporte vehicular produce alrededor del 70% de la contaminación ambiental a través de los gases de escape de los motores. Es necesario crear programas para cambiar las conductas de viajes y que cada persona utilice transportes públicos (tranvía, metro, tren) y, en lo posible, movilización activa (a pie y en bicicleta). Esto conduciría a un menor uso de automóviles, los cuales perjudican la salud humana y del medio ambiente.</p><p>Además, incrementar la actividad física reduce la incidencia de diferentes afecciones, incluidas enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular, hipertensión y diabetes. </p><h4><i><strong>Aire</strong></i></h4><p>Reducir el uso de productos de limpieza que son tóxicos, incentivar y crear campañas para reducir la incidencia y prevalencia de tabaquismo, y emplear sistemas de aire acondicionado para reducir la contaminación del aire en espacios interiores, como oficinas, escuelas, hospitales, restaurantes, etc.</p><h4><i><strong>Dieta</strong></i></h4><p>La profesión médica puede estimular la ingesta de antioxidantes para mitigar los eventos adversos de la contaminación, ya que son compuestos capaces de neutralizar los radicales libres generados por tóxicos del aire (ozono y dióxido de nitrógeno), y así prevenir enfermedades respiratorias. También es necesario reducir el consumo de alimentos de origen animal e incrementar la ingesta de frutas y verduras.</p><h3><strong>Autoridades locales, regionales y nacionales<sup>1</sup></strong></h3><p>Las recomendaciones dirigidas a estas jurisdicciones incluyen:</p><ul><li>Creación de nuevas regulaciones con estándares de calidad del aire para maximizar los beneficios generales para la población.</li><li>Prevenir las afecciones relacionadas con la contaminación del aire.</li><li>Crear tecnologías para monitorear este fenómeno.</li><li>Reordenación urbanística.</li><li>Promoción de vehículos híbridos de bajas emisiones.</li></ul><h3><strong>Salud pública<sup>2</sup></strong></h3><p>El incremento abrupto de las tasas de generación de residuos plásticos y desechos de equipos electrónicos indica una necesidad urgente de medidas para contener este suceso. La química verde o sostenible y las tecnologías de bajo costo ayudan a mejorar la eficiencia del reciclaje y reducir los riesgos para la salud, tanto para la población general como para los sujetos que se encargan de esta recolección. </p><p>Una forma de facilitar esta reutilización es asegurar la coordinación eficaz del sector informal dentro de los sistemas de gestión de residuos. Además, la colaboración entre sectores privados, públicos, gubernamentales y de ONG es primordial para mitigar riesgos ambientales y de salud. </p><h3><strong>Farmacéuticas<sup>3</sup></strong></h3><p>Los productos farmacéuticos –activos e inactivos- y los materiales de envasado generan preocupaciones en el bienestar humano y climático. De hecho, diferentes organizaciones de la Unión Europea, EE. UU. y Canadá crean programas para enfrentar la contaminación farmacéutica. </p><p>Los principales residuos de este tipo comprenden medicamentos comprados sin orden médica, no controlados –antihipertensivos, hipoglucemiantes–, peligrosos como los agentes quimioterapéuticos, y drogas aditivas como nicóticos y fármacos empelados con fines veterinarios y agrícolas</p><p>Las recomendaciones para mitigar esta problemática abarcan la creación de procedimientos de eliminación y tratamiento de desechos, pero la falta de cooperación, colaboración o supervisión entre los distintos agentes, organizaciones y departamentos dificulta la obtención de buenos resultados de salud. </p><p>Además, la disparidad evidenciada en las zonas de menor ingreso con inequidades sociales promueve una mayor exposición a enfermedades que en las zonas con mayor ingreso y menos contaminadas. </p><h4><strong>Comentario editorial</strong></h4><p>El médico es un profesional ejemplar y líder que puede guiar a sus pacientes a cambiar estilos de vida, reducir el consumo de alimentos de origen animal, disminuir el uso de sustancias o compuestos tóxicos, promover la realización de actividad física y el abandono de hábitos dañinos como el tabaquismo, y educar al paciente sobre cómo el calentamiento global no solo afecta al medio ambiente, sino también nuestra salud. Por esto, somos una de las piedras angulares en la prevención de enfermedades causadas por los eventos climáticos.  </p>

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¡Prevenir la contaminación ambiental es un trabajo de todos!

¿Sabía que alrededor del 80% de los países a nivel mundial tiene déficit en la calidad del aire? Lea más acá.