El humor podría ayudar a reducir el miedo, ansiedad y vergüenza relacionados a algunas temas de salud, así como a mejorar la respuesta intencional hacia mensajes de promoción y prevención. “Es gracioso porque es verdad” también aplica a intervenciones sanitarias urgentes para mejorar el bienestar físico de la sociedad. En una imagen se observa un hombre leyendo noticias en su teléfono. Su esposa se asoma a la puerta y él le dice “ven a ver mi amor, encontré información en internet que todos los científicos y médicos del mundo han pasado por alto.” Aunque la situación de arriba en un contexto complejo como el actual podría percibirse como “reír para no llorar”, el humor ha sido usado durante años para potenciar mensajes públicos. El humor atrae naturalmente la atención. En un estudio en el que se promocionaron mensajes preventivos sobre alcohol, tabaco y obesidad, los participantes que veían piezas graciosas exhibían más atención, creían que eran más convincentes, y entendían mejor el mensaje. El refrán que dice que “la risa es la mejor medicina”, por tanto, podría no ser una exageración.  Tenemos mucho que aprender de los publicistas El uso del humor en la promoción sanitaria no es nuevo. Sin embargo, estrategias organizadas para transmitir prioridades de la salud pública en Latinoamérica, no han sido implementadas sino por marcas comerciales para impulsar sus productos. Quizás los publicistas saben de oportunidades de proyección que los entes de salud han dejado pasar.  Una revisión sistemática publicada en la Revista de Salud Pública de Nueva Zelanda (1) evaluó si las intervenciones humorísticas podrían influenciar sobre las intenciones y el comportamiento de personas sobre su salud. Los estudios clínicos incluyeron mensajes en varios formatos sobre condiciones serias como salud mental, autoexamen para cribado de cáncer testicular y de mama, sexo seguro, cáncer de piel, y consumo excesivo de alcohol.  Según el estudio, algunos puntos clave a considerar sobre el uso del humor para transmitir mensajes de salud pública son: <ol><li>El mismo tipo de humor no les funciona a todos: “conocer la audiencia” y las actitudes, normas, e intenciones de comportamiento que se podrían derivar depende del tipo de humor utilizado. Incluso, en otras investigaciones médicas el humor funcionaba diferente sobre hombres y sobre mujeres (los hombres respondían mejor a mensajes más relacionados a amenazas inminentes sobre la salud, mientras que las mujeres percibían un tono más suave como convincente).</li><li>Existen mensajes que podrían inducir miedo o percibirse como amenazas en la atención de salud. Usar el humor de forma efectiva como un vehículo para transmitir esos mensajes difíciles podría cambiar significativamente la percepción y aceptación de las emociones asociadas.</li><li>Los temas que siguen siendo un tabú para la sociedad o pueden sentirse un poco vergonzosos (como la incontinencia urinaria, o buscar ayuda para trastornos psicológicos) pueden descomponerse en segmentos más tolerables a través de narrativas graciosas, que envíen el mensaje sin reducir el impacto del significado clínico.</li><li>Aunque no lo parezca, el humor es complejo. Declaraciones graciosas podrían promover la memoria y la actitud positiva sobre el mensaje, pero deben transmitirse de forma bien dirigida o podrían conseguir el efecto contrario.</li></ol>Cualquier estrategia de salud que logre cautivar a población vulnerable y avive la conversación sobre temas de salud pública que merecen atención, vale la pena ser estudiada a profundidad. El humor, si podría ayudar a mejorar la salud de la sociedad, más allá de aliviar la tensión asociada a situaciones de rutina de la vida moderna.  También le podría interesar:<a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-el-estres-tambien-puede-ser-bueno" target="_self"> El estrés también puede ser bueno</a>

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¿Podría el humor mejorar la salud de la sociedad? 

Estrategias basadas en el humor podrían lograr un impacto considerable en las actitudes relacionadas a la salud de la población. Descubra más, acá. 