Las mujeres tienen como principal causa de muerte en el mundo las enfermedades cardiovasculares Sin embargo, históricamente han tenido poca participación en los ensayos clínicos de estas condiciones. Según un artículo publicado en 2020 en Circulation, en la última década la población femenina ha aumentado su representación, particularmente en estudios de accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca. 

La poca representación de mujeres en ensayos clínicos se reconoce como una cuestión preocupante. En particular, dado el impacto de las enfermedades cardiovasculares en la morbimortalidad de ambos sexos.1 La investigación sobre salud de la mujer es única en muchos aspectos. Dada la posibilidad de involucrar en la investigación el binomio madre-hijo, y en vista de las sensibilidades sociales y culturales de especialidades como la ginecología, los resultados de otros estudios no son extrapolables a esta población.2 Las mujeres en general, y las gestantes en particular, son excluidas de los ensayos clínicos sobre el supuesto de la heterogeneidad (relacionada con ciclos hormonales y otras variables basadas en el sexo que podrían influir en las condiciones médicas que se estudian).3 Una revisión sistemática de 325 ensayos clínicos de enfermedades cardiovasculares publicados en tres revistas médicas entre 1997 y 2009 mostró que 1 de cada 3 participantes era mujer, y que las tasas de inclusión estimadas eran de 3% a 13% en todo el espectro de enfermedades cardiovasculares.1 Para el presente estudio, se utilizaron los datos de la plataforma ClinicalTrials.gov. Con ellos se llevó a cabo un análisis sistemático de representación de las mujeres en una amplia gama de ensayos clínicos de dolencias cardiovasculares.1 <h3>¿Cómo se realizó este estudio?1 </h3>Los términos de búsqueda dentro de la plataforma fueron "enfermedades cardiovasculares" como condición de la afección, “ensayos clínicos" como tipo de estudio, "completado" como estado de inclusión, y "con resultados" como estado de estos últimos. Las búsquedas se limitaron a estudios de adultos que hubieran finalizado entre el 1 de enero de 2010 y el 31 de diciembre de 2017.<h3>¿Qué encontraron los investigadores?1 </h3><ul><li>Se identificaron 740 ensayos clínicos de patologías cardiovasculares que incluyeron 862.652 adultos, de los cuales 38.2% eran mujeres.  </li><li>La mediana general de la relación mujer/varón fue de 0.51.  </li><li>La relación mujer/varón varió en función del grupo de edad (1.02 en el grupo de ≤55 años frente a 0.40 en el grupo de 61 a 65 años), el tipo de intervención (0.44 para los estudios de intervención sobre manejo frente a 0.78 para los de intervención sobre estilo de vida), tipo de enfermedad (0.34 para síndrome coronario agudo frente a 3.20 para hipertensión pulmonar), y tamaño del ensayo (0.56 para los más pequeños [n ≤ 47] frente a 0.49 para los de mayor envergadura [n ≥ 399]).  </li><li>La razón de prevalencia de participación fue de &gt;0.8 para la hipertensión arterial pulmonar y menor (razón de prevalencia de participación de 0.48 a 0.78) para los ensayos clínicos de arritmias, enfermedad coronaria, síndrome coronario agudo e insuficiencia cardíaca.  </li><li>En el período de estudio más reciente (2013 a 2017), se produjeron aumentos significativos en la razón de prevalencia de participación para el accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca en comparación con el periodo de 2010 a 2012. </li></ul><h3>Discusión1 </h3>La representación de las mujeres en los ensayos clínicos tuvo una variación en función de la enfermedad. Fue mayor en la hipertensión pulmonar, comparable en hipertensión, y menor en accidente cerebrovascular, arritmias, enfermedad coronaria, síndrome coronario agudo e insuficiencia cardíaca.  La participación de las mujeres fue particularmente baja en investigaciones en las que la media de edad era de 61 a 65 años.  Estudios previos evidenciaron hallazgos similares; en ellos su participación fue inferior a la estimación de prevalencia en patologías como insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria y síndrome coronario agudo. En el estudio actual también se evidenció que las mujeres estaban adecuadamente representadas en estudios de hipertensión arterial y sobrerrepresentadas en los de hipertensión arterial pulmonar. En un estudio de Ding et al., se encontró que los hombres tenían 15% más disposición de participar en ensayos de prevención cardiovascular. Entre las razones de esta diferencia estaba el hecho de que las mujeres percibían un mayor riesgo en su participación. También se demostró que las mujeres asumen menos riesgos que los hombres bajo estrés, y que una fuente de angustia son las decisiones relacionadas con la salud. Las mujeres también toman decisiones de forma diferente a los hombres, lo que significa que el mismo proceso de inclusión puede dar resultados distintos según el sexo.  <h3>Conclusión1 </h3>En general, la representación de las mujeres en ensayos clínicos de enfermedades cardiovasculares fue baja (38%). El aumento evidenciado en los ensayos clínicos de accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca requiere una investigación más profunda para analizar las estrategias utilizadas. <h3>Comentario editorial </h3>Parece evidente que los procesos de inclusión varían según el sexo del participante. Son necesarias estrategias diferentes para lograr que las mujeres participen más en estudios de investigación.<figure class="poll" data-id="338">{ Poll ID: 338}</figure>

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Participación de mujeres en ensayos clínicos de condiciones cardiovasculares

¿Existe una menor participación de las mujeres en ensayos clínicos de enfermedades cardiovasculares?