¿Tenemos los médicos una vida “secreta” además de dedicarnos a la medicina? Popularmente es conocido que nosotros los galenos no tenemos mucho tiempo para dedicar a otros aspectos de la vida, sin embargo, la sociedad olvida que somos seres humanos con las mismas características biológicas y psicológicas que otras personas, y que en realidad requerimos la necesidad de realizar otras actividades recreativas y culturales que nos permita mantener un buen estado de salud mental.
Según la RAE la palabra medicina significa: conjunto de conocimientos y técnicas aplicados a la predicción, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades humanas y, en su caso, a la rehabilitación de las secuelas que puedan producir. Constantemente, a esto nos dedicamos; diagnosticar y ejecutar terapias para la resolución de las dolencias. Pero ¿hacemos algo más que esto? ¿O solo nos dedicamos a ir al hospital y regresar a casa a dormir? ¿Estamos diseñados para robotizar nuestras funciones?
Un estudio realizado por Sarmiento P y Parra-Chico A, publicado en la revista Persona y Bioética en 2015, evaluó de manera descriptiva la información recopilada de cinco baseS de datos, realizada durante cuatro meses en 2014, cuestionando la evidencia general relacionada con la calidad de vida en los médicos residentes en formación de posgrado, ya que se evidenció que la mayoría de los trabajos resaltan la condición de afectación de la calidad de vida en residentes y personal de salud en términos de burnout.
En otro extremo, se encuentra la encuesta anual realizada en 2019 por Medscape de EE.UU, sobre estilos de vida y bienestar de los profesionales de la medicina. Fue elaborada a partir de la información obtenida durante 2018 por 15.000 médicos, entre ellos hombres y mujeres de 29 especialidades diferentes en EE.UU. Los resultados mostraron que más de tres cuartas partes de los médicos reconocieron ser felices en su vida personal, entre los más satisfechos, se encontraban los especialistas de reumatología, otorrinolaringología, endocrinología y pediatría.
Cabe destacar, que para interpretar estos resultados se debe tener en cuenta las diferencias notables entre los sistemas de salud de otros países, así como las diferencias en aspectos profesionales tales como, la retribución salarial o el status social del médico.
Esto denota, la necesidad de conservar el equilibrio entre el ámbito laboral y personal. Para nadie es un secreto que los profesionales de la salud, en especial los médicos, tenemos extensas jornadas de trabajo, con cirugías de muchas horas, guardias o turnos nocturnos, mayor cantidad de pacientes asignados por médico, entre otras, que deberían sopesarse con períodos de descanso mas largos, pero la realidad es otra.
Así que sí, tenemos una vida más allá de obrar la medicina, tenemos abuelos, padres, hermanos, tíos, primos, sobrinos, pareja, hijos, nietos, mascotas, el derecho de reírnos, soñar, descansar; tenemos hobbies como bailar, viajar, ver películas; hacemos ejercicios para practicar lo que predicamos, inspiramos; y al mismo tiempo ejercemos la profesión, aplicamos herramientas para diagnosticar y tratar a los pacientes que necesitan de nuestros conocimientos.
En realidad, no es una vida secreta, es como cualquier otra, con sus particularidades de alzas y bajas, pero es importante que la sociedad comprenda que no somos robots dispuestos a aliviar enfermedades, programados para ejecutar ciertas funciones. Somos personas con sentimientos y emociones, con propósitos y metas a cumplir. Muchos de nosotros, no solo somos médicos, también somos artistas, músicos, bailarines, escritores, redactores, pintores, cantantes, deportistas, e infinidad de pasiones que cada uno expresa individualmente.
Y por supuesto, también realizamos tareas simples, como cocinar y limpiar. Aún cuando hemos estudiado y nos hemos preparado por un largo tiempo para adquirir este título, también somo seres imaginativos, románticos y esperanzadores de tener una buena calidad de vida.
Comentario editorial
Actualmente existe mucha estigmatización con relación al trabajo de los médicos, los pacientes olvidan que somos personas con otras actividades por realizar, que tenemos igualdad de derechos y que eso incluye espacios para la vida personal. No todos estaremos disponibles las 24 horas para atender las llamadas, para esto existe los servicios de urgencias y emergencias de los centros de salud; también necesitamos descansar y reparar energías. Somos seres humanos al igual que otros solo que elegimos ser instrumentos para curar y tratar enfermedades.
Codigo: NR-CG-3-0881
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