Las alteraciones del ciclo circadiano parecen más comunes en la cirrosis en comparación con otras afecciones crónicas, como la enfermedad renal crónica y la enfermedad inflamatoria intestinal. A pesar de la alta frecuencia de trastornos del ciclo circadiano en la cirrosis, las intervenciones dirigidas al sueño en pacientes con enfermedad hepática avanzada siguen siendo limitadas. Las alteraciones del ciclo circadiano son comunes en poblaciones con enfermedad hepática, según una revisión de la literatura publicada en Lancet en julio de 2021. Esta revisión tuvo como objetivo resumir la interacción recíproca entre el sueño y las enfermedades hepáticas, incluida la cirrosis, e investigar enfoques potenciales para intervenciones terapéuticas. En esta revisión, el término trastorno del ciclo circadiano incluía todos los tipos de alteraciones del sueño normal notificados en pacientes con enfermedad hepática. Las alteraciones del ciclo circadiano se han relacionado epidemiológicamente con la obesidad y la disfunción metabólica, incluida la esteatosis hepática no alcohólica (EHNA). Estudios clínicos experimentales previos han mostrado la influencia del sueño en múltiples vías que se sabe que promueven la esteatosis hepática, la inflamación y la fibrogénesis.  Debido a estos hallazgos, las alteraciones del ciclo circadiano deben considerarse un factor de riesgo significativo y potencialmente modificable para el desarrollo y la progresión de EHNA. Las alteraciones del ciclo circadiano son comunes en pacientes con trastornos por consumo de alcohol, estas también pueden aumentar la gravedad de las enfermedades hepáticas subyacentes relacionadas con este consumo. Sin embargo, faltan estudios clínicos observacionales longitudinales en humanos que evalúen la influencia de los trastornos del ciclo circadiano en el desarrollo y la progresión de las enfermedades hepáticas relacionadas con el alcohol. A menudo existen factores de riesgo superpuestos tanto para sufrir de trastornos del ciclo circadiano como para contraer el virus de la hepatitis C (VHC). Estos factores de riesgo incluyen el uso de drogas por vía intravenosa y los trastornos de salud mental premórbidos. Las alteraciones del ciclo circadiano suelen ser un factor dominante en la determinación de la calidad de vida relacionada con la salud en pacientes con VHC, que puede ocurrir en ausencia de una enfermedad hepática subyacente grave. En comparación con una variedad de enfermedades hepáticas crónicas, la fatiga puede ser particularmente debilitante en pacientes con colangitis biliar primaria. La fatiga está presente en más del 50% de los casos de colangitis biliar primaria. Una característica destacada de esta patología es la somnolencia diurna excesiva, que está estrechamente relacionada con la fatiga. Las alteraciones del ciclo circadiano son comunes en pacientes con cirrosis, y aproximadamente entre el 50 % y el 80 % de los pacientes informan una puntuación del índice de calidad del sueño de Pittsburgh &gt;5.  Debido a la asociación entre la calidad del sueño y la gravedad de la enfermedad hepática, la alteración del sueño y la vigilia es muy prevalente en aquellos que esperan un trasplante de hígado y afecta aproximadamente al 50% al 73% de estos pacientes.  El sueño parece mejorar después del trasplante de hígado. En un estudio clínico prospectivo de 201 pacientes antes y después del trasplante de hígado, la frecuencia de falta de sueño autoinformada disminuyó del 50 % antes del trasplante al 36 % después de 6 meses, y luego al 32 % después de 12 meses llegando hasta el 23 % 24 meses después del trasplante. Es necesaria más investigación clínica para evaluar si la intervención del sueño dirigida en candidatos a trasplante hepático tiene alguna influencia en los resultados perioperatorios o a largo plazo. En general, las alteraciones del ciclo circadiano son muy frecuentes en las personas con enfermedad hepática. Es probable que las anomalías del sueño constituyan tanto una causa como un efecto de la patología hepática subyacente. Los médicos debemos buscar identificar los efectos clínicos de la falta de sueño y tratar de desarrollar estrategias de manejo para abordar los trastornos del ciclo circadiano en esta población. También le puede interesar: <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-carvedilol-pacientes-cirrosis-y-ascitis" target="_self">Carvedilol en pacientes con cirrosis y ascitis</a>

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Las alteraciones del ciclo circadiano se han relacionado con la obesidad y la disfunción metabólica, incluida la esteatosis hepática no alcohólica.