Un artículo publicado en Current Drug Metabolism señala que algunos antibióticos, antiinflamatorios no esteroideos (AINE), el cisplatino, la ciclosporina y ciertos medios de contraste son los principales agentes nefrotóxicos. Con el fin de identificar de manera oportuna esta lesión, existen biomarcadores emergentes, incluidas las proteínas urinarias con actividad enzimática. Es importante detectar y prevenir los efectos tóxicos de los medicamentos para evitar el desarrollo de enfermedad renal crónica (ERC). 

<p>La ERC se caracteriza por la pérdida progresiva de la función renal.<sup>1</sup> De acuerdo con la OPS/OMS, esta afección causó 254 028 muertes en las Américas en 2019. La <a href="https://www.docred.com/guias/guia-practica-clinica-manejo-insuficiencia-renal-en-pediatria-2022" target="_self">insuficiencia renal</a> ocasionada por fármacos es uno de los desencadenantes de lesión renal aguda (LRA) y ERC.<sup>2</sup> </p><p>En vista de que los medicamentos nefrotóxicos todavía se emplean en el ámbito hospitalario, es necesario conocer los principales mecanismos por los que producen lesión renal para reducir su tasa de incidencia. Un <strong>artículo</strong> publicado en <i>Current Drug Metabolism</i> describe vías patogénicas, agentes causales y estrategias de prevención de la nefrotoxicidad originada por fármacos.<sup>3</sup> </p><h3><strong>Mecanismos de nefrotoxicidad<sup>3</sup> </strong></h3><p>La eliminación de los medicamentos se inicia gracias a la filtración de sangre por el glomérulo, donde los compuestos libres y metabolitos de desecho se excretan por la orina, mientras que aquellos unidos a proteínas se conservan en la circulación sanguínea. </p><p>La lesión renal ocurre en diferentes compartimientos renales (suministro vascular, glomérulo, intersticio de los túbulos y conductos colectores) y está originada por varios mecanismos como alteración hemodinámica glomerular, toxicidad de células tubulares, inflamación, nefropatía por cristales, rabdomiólisis y microangiopatía trombótica. </p><h3><strong>Principales medicamentos que causan nefrotoxicidad<sup>3</sup></strong></h3><figure class="image"><img src="https://res.cloudinary.com/docred/image/upload/t_optimization/v1676039351/Tabla_01_01_II_2023_AR_Farmacos_los_grandes_enemigos_de_los_rinones_WS_AC_MPVC_1_8fc9980880.webp" /></figure><h3><strong>Biomarcadores para diagnosticar lesión renal inducida por medicamentos<sup>3</sup> </strong></h3><p>La tasa de filtración glomerular (TFG) es el principal marcador para cuantificar la función renal y determinar los estadios de enfermedad. No obstante, los métodos actuales para valorar el estado del órgano requieren tiempo, son complejos y retrasan el diagnóstico definitivo. </p><p>En los últimos años, múltiples <strong>investigaciones</strong> han identificado nuevos biomarcadores en suero y orina con alta sensibilidad y especificidad para detectar lesión renal. Estos incluyen la proteína <i>kidney injury molecule</i>-1 (KIM-1), lipocalina asociada a gelatinasa de neutrófilos (NGAL, por sus siglas en inglés), clusterina y proteínas urinarias con actividad enzimática como la N-acetilglucosaminidasa (NAG). </p><h4><i><strong>Proteína KIM-1</strong></i></h4><ul><li>Está incrementada en fibrosis y poliquistosis renales, carcinoma de células renales y litiasis renal. </li></ul><h4><i><strong>NGAL</strong></i></h4><ul><li>Sus niveles se incrementan dos horas después de la lesión renal, por lo tanto, se considera un marcador para la LRA superior a la creatinina, en vista de que esta aumenta hasta 2 o 3 días después de la insuficiencia. </li></ul><h4><i><strong>Proteínas urinarias con actividad enzimática</strong></i></h4><ul><li>Incluyen alanina aminopeptidasa, fosfatasa alcalina, alfa-glutatión-S-transferasa, gamma-glutamil transpeptidasa, pi-glutatión-S-transferasa y NAG.</li></ul><h3><strong>Estrategias de prevención<sup>3</sup></strong></h3><p>Las intervenciones para evitar el daño renal causado por medicamentos comprenden:</p><ul><li>Evadir el uso de fármacos nefrotóxicos</li><li>Vigilar el riesgo de lesión potencial</li><li>Administrar dosis efectiva más baja siempre que sea posible</li><li>Identificar factores de riesgos</li></ul><p>Sin embargo, ciertos medicamentos de venta libre son empleados por las personas de manera ambulatoria y se vuelven difíciles de monitorear y controlar. Por tal razón, es necesario observar el riesgo de lesión renal del medicamento durante la etapa preclínica.</p><h4><i><strong>Predicción preclínica</strong></i></h4><p>El primer paso para mitigar los efectos tóxicos de los medicamentos es predecir la nefrotoxicidad durante sus desarrollos, lo cual reduce costos y tasas de fracaso en los <strong>ensayos clínicos</strong> de las farmacéuticas. Para esto existen <strong>estudios</strong> bidimensionales de cultivo celular y modelos animales preclínicos <i>in vivo</i>.</p><h4><i><strong>Monitorización clínica</strong></i></h4><p>El seguimiento clínico del riesgo de nefrotoxicidad cuando se utiliza un medicamento es esencial en la práctica clínica. Ante todo, es importante identificar la población vulnerable (adultos mayores, lactantes, pacientes de alto riesgo), luego controlar rigurosamente la función renal, evaluar la dosis del medicamento y considerar con precaución la terapia combinada según las condiciones del paciente. </p><h3><strong>Conclusión<sup>3</sup></strong></h3><p>La insuficiencia renal causada por los medicamentos se relaciona con LRA y ERC. Si bien se mencionaron algunos compuestos capaces de causar afectación del riñón, cabe resaltar que existen otros fármacos con tal potencial. Los biomarcadores tradicionales como creatinina sérica o nitrógeno ureico en sangre se expresan tardíamente cuando ya existe daño de la función renal, por lo tanto, sería importante emplear y desarrollar nuevas moléculas para identificar tempranamente la nefrotoxicidad. </p><h3><strong>Comentario editorial</strong></h3><p>Los riñones son una de las principales vías de eliminación de múltiples fármacos. La literatura menciona los principales compuestos que generan toxicidad en estos órganos, pero es importante tener en cuenta aquellos que son adquiridos de manera ambulatoria por el paciente y, por lo tanto, no tienen seguimiento de riesgos tóxicos. Las intervenciones radican en educar a las personas sobre la posible lesión renal de los fármacos más comunes, evaluar el daño potencial cuando se prescribe un medicamento y hacer vigilancia rigurosa al utilizar algún compuesto. </p><p></p><figure class="poll" data-id="444">{ Poll ID: 444}</figure><p></p>

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Fármacos, ¿los grandes enemigos de los riñones? 

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