Un artículo publicado en Circulation señaló que el consumo de agua puede mejorar la tolerancia ortostática en personas sanas. Los investigadores del estudio indicaron que esta asociación puede deberse a la mejora de la hemodinámica sistémica, la regulación más eficiente de la perfusión cerebral o una interacción más directa con los mecanismos reflejos que desencadenan las reacciones neurocardiogénicas. Esta práctica puede retrasar la aparición del presíncope mediado neuralmente, y recomiendan el consumo diario de líquidos entre 2 a 3 litros en dichos pacientes. Al menos el 3.5% de las mujeres y el 3% de los hombres tienen síncope a lo largo de su vida, y el desmayo mediado neuralmente, es decir, vasovagal, es la forma más común. Este se puede explicar por vasodilatación mediada por reflejo y bradicardia. La mayoría de las personas tienen síncope con poca frecuencia y no requieren un tratamiento agresivo; sin embargo, algunos presentan episodios sincopales frecuentes que requieren medidas terapéuticas. Desafortunadamente, la mayoría de los tratamientos farmacológicos no dan como resultado una mejoría sintomática suficiente. Se necesitan enfoques de terapias alternativas, tanto para los "síncopes ocasionales" como para los pacientes con episodios frecuentes.  El consumo de agua puede ser un tratamiento para esta afección. Esta hipótesis se originó a partir de estudios en pacientes con hipotensión ortostática severa causada por falla autonómica, en donde la ingesta de agua provocó una gran respuesta presora aguda y a partir de ahí se ha utilizado con éxito como tratamiento. También se han mencionado efectos de esta práctica sobre la presión arterial y la frecuencia cardíaca en sujetos normales, aunque las acciones son más sutiles y parecen estar mediados por la activación simpática. En un estudio (1) publicado por Circulation los autores evaluaron la hipótesis de que beber agua mejora el ajuste hemodinámico y neural a la postura erguida y mejora la capacidad de resistir el estrés ortostático.  Utilizaron una combinación de pruebas de inclinación con la cabeza hacia arriba y presión negativa en la parte inferior del cuerpo para inducir un presíncope mediado neuralmente en sujetos sanos, debido a que se ha demostrado que proporciona una medida cuantitativa y reproducible de la tolerancia ortostática. En la investigación participaron 13 voluntarios sanos (9 hombres, 4 mujeres, 31- 3 años de edad [rango, 21 a 48 años], índice de masa corporal, 24-1 kg/m2).  Los resultados indicaron que beber 500 ml de agua aumenta la tolerancia ortostática en la mayoría de las personas en 15 minutos. Los participantes de las pruebas fueron capaces de soportar la severa tensión ortostática producto de una combinación de la inclinación de la cabeza arriba, y presión negativa en la parte inferior del cuerpo durante un promedio de 5 minutos adicionales.  Esta combinación ejerce un estímulo ortostático mucho mayor que estar de pie normalmente. Por lo tanto, la capacidad de resistir la prueba durante 5 minutos representa una mejora importante en la tolerancia ortostática. Los cambios de esta magnitud en pacientes con ataques de síncope o presíncope se asocian con mejoras sintomáticas considerables. Los participantes con menor tolerancia ortostática tuvieron la mayor mejora, que podría deberse a una mejora de la hemodinámica sistémica, una regulación más eficiente de la perfusión cerebral o una interacción más directa con los mecanismos reflejos que desencadenan las reacciones neurocardiogénicas. Beber agua condujo a cambios hemodinámicos que no están relacionados con cambios en el volumen plasmático. En posición supina, induce un pequeño aumento en la resistencia periférica. Otros estudios han demostrado que beber agua también aumenta la resistencia vascular de las piernas en sujetos jóvenes sano. De igual forma, los investigadores señalaron que el cambio inducido por el consumo de agua en el tono vasoconstrictor simpático puede mejorar la respuesta hemodinámica a la postura erguida; y que consumir 500 ml de agua disminuye moderadamente la frecuencia cardíaca en bipedestación, y atenúa la disminución ortostática en la variabilidad de ésta. Además, la sensibilidad barorrefleja se mantiene mejor estando de pie. Asimismo, también reportaron que la autorregulación vascular cerebral puede mejorar después de ingerir agua, ya que en la investigación el flujo sanguíneo cerebral se mantuvo estable en un rango más amplio de valores de presión arterial en los participantes. El cambio en la autorregulación cerebral puede contribuir al aumento de la tolerancia ortostática con el consumo de agua. De hecho, se encontró una tendencia hacia una relación entre el índice de autorregulación y la tolerancia ortostática. En conclusión:   <ul><li>Ingerir 500 ml de agua aumenta sustancialmente la tolerancia ortostática en sujetos sanos.  </li><li>Esta práctica puede retrasar la aparición del presíncope mediado neuralmente. Este efecto parece estar regulado por una mejora en la hemodinámica sistémica y cerebral con estrés ortostático. El efecto no puede explicarse solo aumentando el volumen de plasma. Por lo tanto, beber agua puede servir como un tratamiento adyuvante en pacientes con síncope de origen neural.  </li><li>Se recomienda el consumo diario de líquidos entre 2 a 3 litros en dichos pacientes. </li><li>El momento de la toma de agua es de gran importancia. Los pacientes deben beber la mayor parte del agua antes de una situación que pueda precipitar un síncope, como permanecer de pie durante mucho tiempo o exponerse al calor. </li></ul>También le puede interesar: <a href="https://www.docred.com/articulos/articulo-medico-cual-es-la-mejor-dieta-para-perder-peso" target="_self">¿Cuál es la mejor dieta para perder peso?</a>

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El Consumo de Agua Mejora la Tolerancia Ortostática 

El consumo de 500 ml de agua puede mejorar la tolerancia ortostática en personas sanas. Lea más acá.