La especie humana ha subsistido gracias a la adaptación a nuevas perspectivas, y al progreso consecuente al conocimiento ganado. Aunque poco se piense en ello, unir personas con diferentes procedencias y experiencias vividas ha permitido la creación y solución de problemas colectivos en el mundo, y para ciertos grupos poblacionales, verse representados en las posiciones de poder supera años complejos de sentir que no se pertenece a la comunidad en la que se existe. Las organizaciones de salud desde cualquier frente, al igual que los médicos para tratar pacientes, deben basarse en un principio de inclusión para su desarrollo.  Más allá de la importancia de tener diversidad entre los miembros de organizaciones médicas, cada vez toma más fuerza la idea de que los líderes también sean escogidos de forma representativa y equitativa. ¿Por qué? Que los jefes sean diversos empodera la innovación, entendimiento, empatía, comunicación efectiva y abre las posibilidades a discusiones que no estarían presentes en un ambiente homogéneo.  Diversidad más que para “cumplir” El establecimiento de “radios” o “cuotas” en el número de miembros pertenecientes a minorías en cualquier junta médica por sí solo, aunque es un buen inicio, no tiene el potencial de cambiar las actitudes o comportamientos derivados de sesgos implícitos. La práctica de la inclusión debe empezar a formar parte del sistema de creencias de organizaciones enteras para poder lograr un cambio a gran escala.  En este punto de la humanidad, tener diversidad entre los jefes médicos (bien sea profesores, adjuntos, jefes de residentes, presidentes de sociedades y organizaciones) ya no se trata de “llenar la cuota de diversidad” para mantener una buena reputación y amortiguar las presiones externas. Cuestión de integración y representación Una organización ejemplar en sus intentos de incluir la diversidad, equidad e inclusión entre sus pilares, es la Junta Americana de Urología (AUB, por sus siglas en inglés). Entre algunos de los principios que implementan para asegurar la adecuada representación sin distinción de raza, género, ni orientación sexual entre sus miembros, están los siguientes: <ul><li>Conformar los comités en base a la composición demográfica de los médicos miembros, para asegurar la representación adecuada.</li><li>Informar y asegurar la transparencia en los criterios de selección de los grupos, resaltando el mérito más allá del establecimiento de “cuotas”.</li><li>Educar en todos los niveles sobre el sesgo implícito dentro de las organizaciones médicas.</li><li>Establecer un subcomité dentro de cada institución de salud para implementar y monitorear las iniciativas de diversidad, inclusión y equidad en las propias estructuras.</li></ul>En muchos contextos de la sociedad, lo que separa a alguien perteneciente a una minoría de un líder en su área, es una oportunidad. Los médicos somos protectores del bien común. Como tal, debemos priorizar, entender, empatizar y representar la diversidad orgánica del mundo entero.  También le podría interesar: <a href="https://www.docred.com/articulos/el-racismo-es-una-enfermedad-cronica" target="_self">El racismo es una enfermedad crónica y todos sufrimos de ella</a>

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Asegurar la diversidad y equidad en el liderazgo médico

Más allá de diversidad entre los miembros de organizaciones médicas, cada vez toma más fuerza que los líderes también sean escogidos de forma equitativa.